CAPÍTULO 4: "Quédate por favor"

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Me quedé varios minutos de pie, como una tonta, después de ver al motorista -a.k.a Anonymous- marcharse por la carretera.

Intenté recordar todo sobre su cuerpo. Todo lo que pudiera darme una pista de quién era. Entre los guantes negros y la chupa de cuero le había visto el color de su piel. Era un varón de piel blanca. Puede que sea gordo o atlético. Puede que sea por la cantidad de ropa que llevaba pero era corpulento. El casco le cubría toda la cabeza por lo que no sabía cuál era el color de su pelo, los ojos, la forma de su cara. Nada de nada. Una de las cosas en las que sí que me había fijado era en sus botas Martin y la forma de su moto. Claro que yo no soy una experta en motos y necesitaba encontrar cuál era la marca de la motocicleta para poder buscarla por Utah, cerca de las ubicaciones que había encontrado de los repetidores.

Me animé. Entré en casa y me dispuse a sentarme delante del portátil horas y horas hasta encontrar la moto de mi amigo Anony-love, como me mandaba llamarlo.

Antes de atravesar la puerta de mi habitación, mamá me llamó des de la cocina. Suspiré.

- ¿Qué quieres? - dije al verla al lado del fregadero, con mi hermanita entre los brazos.

- ¿Qué hacías en el jardín? - parecía preocupada.

- Me ha parecido ver a alguien que conozco por la calle

- ¿Durante estas noches que desapareces estás con Sally? - mi mejor amiga era una chica muy vaga. La cuarentena es perfecta para ella. Nada de moverse de casa, socializar y asistir a la escuela para luego dormirse.

- No, claro que no - luego pensé en mi respuesta. ¿Se calmaría más mi madre si le dijera que quedo con Sally?

- ¿Entonces sales sola? - efectivamente parecía más preocupada ahora.

- No, no salgo sola. Es decir, sí que voy sola, pero no salgo mamá - intenté excusarme -. Ya te he dicho que me quedo en el jardín.

- Harriet... - pronunció mientras se acercaba a mí para luego susurrarme -. El jardín no es muy grande, a penas tenemos unas pocas plantas, como no sea que cuando sales fuera te pones un traje de camuflaje, no te hemos visto y Mario ya está cansado de que tengamos que estar pendientes de ti

- ¿Pendientes de mí? - me enfadé - ¿Cuándo has estado tú pendiente de mí?

- No alces la voz - ¿Me estaba mandando a callar? ¡Lo que faltaba! Me enfadé mucho más, quería chillarle con todas mis fuerzas. Pero antes de que pudiera explotar, puso una de sus manos encima de mi hombro izquierdo y con la otra aguantó al bebé. Sus ojos parecían tristes y asustados -. Mario ha bebido un poco y está furioso. Por favor Harriet - me miró directamente a los ojos y me suplicó con sus lágrimas silenciosas -, por favor, te lo pido; quédate esta noche.

Mientras me mordía la piel del interior de mis mejillas, mi cabeza se debatía en si eran lágrimas de cocodrilo o de verdad se sentía angustiada por lo que podría pasar si enfadaba a un padrastro amargo y borracho. Suspiré y le quité la mano de encima de mi hombro. Sin ningún contacto físico no me sentía tan vulnerable.

Mi decisión final fue volver a mi habitación, sin darle respuesta a su súplica.

"Quédate esta noche" pensé en cuanto cerré la puerta del dormitorio. Agh... ¡Vamos Harriet, olvida este tema! ¡Céntrate en lo que importa!

Miré el portátil que estaba encendido encima del escritorio y fui decidida a sentarme en la silla. 

18:39. Empecé a buscar marcas de motos con la escasa descripción de lo que había visto esa tarde. En una de las webs más frikis encontré lo que buscaba. Una Hyosung Aquila Bobber GV300S 2020. Una moto negra mate, grande, estéticamente muy bonita. La encontré por un precio de 5297,96 dólares. Mis dedos empezaron a temblar. Parecía que estaba muy cerca del hacker.

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⏰ Last updated: Aug 09, 2020 ⏰

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