Capítulo 5 - Pesadillas.

3K 318 184
                                    

Observo el cuchillo entre mis manos y frunzo el ceño con confusión

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Observo el cuchillo entre mis manos y frunzo el ceño con confusión.

El sentimiento era desconocido, si fuese consiente lo sería, pero justo ahora yo parecía entenderlo.

Parecía entender el sentimiento que te provoca matar a alguien, porque yo lo había hecho.

Las gotas de sangre esparcidas por toda mi ropa y piel, goteaban con extrema delicadeza, casi en cámara lenta.

Al estar llegar al piso y unirse densamente, hacían un baile en línea hasta la lejanía, pero temía el simple hecho de elevar la vista.

¿Hasta dónde se dirigían? ¿A dónde iban?

Parecía un río de sangre provocado por mis matanzas. ¿Dónde diablos estaba? ¿Qué Diablos estaba pensando?

¿Matar? ¿Yo?

Como si el frío abandonase mi cuerpo o como si una identidad maligna se alejase de mí. La burbuja explotó y caí de golpe en la realidad, recuperando todos y cada uno de mis sentidos.

Como si volviese a pensar y actuar por mi misma, pero mis desastres pasados ​​ya se hubiesen cometido.

Elevo minuciosamente la mirada y observo en silencio y con precaución todo a mi alrededor.

Nada.

No había nada.

El negro envolvía todo con sumo detalle, como si estuviese ciegas o mis ojos estuviesen vendados por una capa fina de maldad.

¿Entonces porque era capaz de apreciar mis manos y mi cuerpo?

De pronto otro golpe de realidad cae sobre mis hombros y un ardor ligero comienza a ejercer presión por todo mi cuerpo.

Como si estuviese ¿mojada?

Frunzo el ceño con extrañeza sintiendo mi corazón latir desbocado y a nada de salir por mi boca. Latía y golpeaba contra mi pecho, como una bomba que explotaría en cuestión de segundos.

Los nervios desenfrenados y el caliente plasmado en mis manos, me confirmaba el hecho de que yo había hecho algo.

Mi mirada se paraliza, pero tras unos segundos comienza a descender con verdadero temor al sentir algo deslizarse por mi cuerpo.

Me sorprendió al verme a mi misma enfundada en un desgastado vestido que parecía de antaño.

Blanco y con lunares negros, se veía arruinado por aquel líquido espeso. ¿Cuándo me había puesto yo algo como esto?

Me centro en mis muslos, manchados de un espeso y caliente líquido rojo y caigo en cuenta de que no solo mis muslos lo estaban, todo mi cuerpo y ropa estaba manchado.

Mis ojos desenfrenados fueron desde el cuchillo entre mis manos hasta mi cuerpo repleto de una espesa y caliente sangre oscura.

Calentaba todo mi ser y lo que antes pudo ser placer para mí ahora era horror. Estaba paralizada.

MAALIKWhere stories live. Discover now