Capítulo 9 - Muerte segura.

1.9K 272 32
                                    

DOS SEMANAS DESPUÉS

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

DOS SEMANAS DESPUÉS.

Le doy una patada a la máquina de gaseosas y solo pasa una fracción de segundos para cuando ya tengo que sujetarme el pie adolorida.

Oh si, mala idea.

— Maldita sea —chillo dando pequeños saltos para mantener el equilibrio.

Un dolor pasajero y superficial se instalan en mí por algunos segundos, sacándome más de un quejido.

¿De qué diablos estaba hecha esa máquina?

"Oh, déjame pensar Atenea, ¿de metal tal vez?

— En lo que peleas con la máquina para sacar un puto refresco, perdemos esta hora y las dos siguientes —manifiesta Ulises chasqueando la lengua.

Maldigo en voz baja mientras alejo mis manos de mi lastimado pie.

— No me digas que ahora estudias —me mofo de mala gana mientras guardo los cinco dólares en mi bolsillo trasero.

Ulises ahoga una risa sarcástica mientras se incorpora, alejando su espalda de los casilleros.

Este se ajusta la mochila al hombro a la vez que entorna sus ojos hacia mí.

— ¿Viste a la nueva profesora de victimología? —inquiere este dándome una mirada rápida y pícara.

Tuerzo la boca con disgusto y bufo.

— ¿Te imaginas a nosotros...? Ya sabes —cachondea a la vez que hace morritos con sus torcidos y pálidos labios.

Giro sobre mis talones y una risa explosiva brota por mis labios al escucharlo decir aquello.

— Eres repulsivo —me mofo con cierto nivel de asqueo. —Ya desearías que un profesor se fijase en ti.

No podía imaginarme nada fuera de lugar estudiando una carrera tal como criminología.

Le doy una última mirada de desagrado a la podrida máquina de gaseosas y emprendo mi caminata hacia la siguiente clase, con un indignado y divertido Ulises comiéndome los pasos.

— ¿Qué dices? —berrea en un tono enérgico —¿Qué lo evita, Eleonor?

Ulises se posiciona a mi lado con tan solo dar dos simples pasos y me observa de manera despectiva.

Bufo y lo miro de reojo.

— Ella si tiene una vida —refutó —Y a menos que tenga deseos de conocer una cárcel, tú eres cero en su lista de prioridades, por no decir que a lo mejor ni te conoce.

Sonrió abiertamente y le doy una mirada rápida, pero amigable.

Ulises entreabre y cierra su boca, para finalmente sonreír casi con disgusto.

— Amo tener amigos tan... —objeta este bizqueando los ojos. —tan tu. —finaliza.

Hago un mohín y me encojo de hombros.

MAALIKWhere stories live. Discover now