46.Blas 0, Drew 1.

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—Phosop—dice luego de escuchar con atención lo que le he dicho.

—¿Qué?—pregunto sin entender.

—Es la diosa tailandesa que les hable ese día—dice—¿Pero eso que tiene que ver con lo que estamos hablando?

Ok, excelente pregunta, solo no pensé antes de decirlo.

—No lo sé—digo—quizás es mi forma de decirte que no te odio.

—Entonces ¿Dejarás de actuar de esa manera conmigo?—pregunta de forma calmada.

—No—digo con sinceridad—al menos no por ahora.

—¡Dios mío Blas!—dice ahora sin nada de calma—Es que no entiendes.

—¿Qué no entiendo?—pregunto algo indignado por su tono de voz.

—Que no puedo estar contigo—dice y sus ojos van a todas partes menos a mi rostro.

—¿Quien te dijo a ti que yo quería estar contigo?—pregunto a la defensiva y al contrario de él si miro su rostro fijamente.

No recibo respuesta por parte de Drew porque en una milésima de segundo todo cambia, Drew se abalanza sobre mi haciendo que mi cuerpo choque contra la pared del pequeño descanso de la escalera, siento sus labios calientes presionarse sobre los míos sin recibir respuesta.

—Carajo Blas ¿No vas a corresponderlo?—pregunta frustrado separándose de mis labios de la misma manera desesperada en la cual se unió.

Perdóname Dios pero tú más que nadie sabes sobre mis daddy issues.

Me acerco a Drew de forma desesperada y ahora es él quien se encuentra contra la pared, sin importarme la botella de vodka que descansa en mis manos, las libero para aferrarlas al cabello de Drew, al cabello castaño claro tan diferente al mío, tan diferente al de Eleanor, él une nuestro labios de forma desesperada, abro la boca recibiendo la suya sin objeción. Un pequeño jadeo escapa de mi garganta al sentir su lengua en mi boca, antes de que ambas iniciaran una pequeña guerra.

Y como todo lo que nos relacionaba a ambos, este beso se sentía como una competencia, como la liberación de todas esas discusiones estúpidas, pero ahora la batalla no se desataba por quien elegía la película, o por quien tenía la razón, esta batalla era por quien tenía el control, por quien unía más nuestros cuerpos, o quien apretaba más en la zona que le correspondía, a mi, su cabello, a él mi cuello.

Luego de unos minutos en los cuales sólo se podía escuchar el movimiento de nuestros labios, combinados con los jadeos aleatorios que salían de la boca de ambos, me separo en busca de aire. Mi respiración al igual que la suya se encuentra agitada, recuesto mi espalda de la pared para recuperar el aliento.

—Rompiste mi botella de vodka—dice Drew mientras mantiene los ojos cerrados.

—Eres rico, compra otra—es lo único que digo antes de prepararme para salir de ahí y volver antes de que Eleanor se cansé de esperar.

—Blas ¿Por que has tardado tanto?

Mierda.

—¿Ustedes por que lucen como si hubieran corrido un maratón?—pregunta Eleanor escaleras arriba mientras mira el desastre a nuestro alrededor—mierda.

—¿Qué?—pregunto asustado.

—Ustedes dos por estar corriendo como dos idiotas han roto la botella—dice enojada.

—Eleanor, soy tu padre no puedes hablarme de esa manera—le reclama Drew volviendo a su habitual cara de "yo mando aquí"

—Pues no corras como un caballo dentro de la casa y rompas cosas—dice Eleanor de forma más calmada pero aún enojada.

—Blas no quería entregarme la botella, corrió, corrí tras él y la botella se le resbaló— explica Drew sin duda alguna.

Genial ahora toda la culpa recae en mi.

—Blas—se queja Eleanor y yo solo me encojo de hombros.

—Hoy no tomarán nada—dice Drew de forma demandante.

Me encantaría responderle y preguntarle ¿Por qué no? Si su boca tenía un inconfundible sabor a vino.

—Pero Drew...—Eleanor planea seguir hablando pero Drew la interrumpe.

—Pero Drew nada—dice y sale de ahí dejándonos a ambos con una extraña sensación de haber perdido la discusión, discusiones distintas, claro.

—¿Quieres dormir junto a mi hoy?—me pregunta Elle mientras subimos las escaleras.

—No me gustaría dejar a Kuwat solo y que sienta mal cuando despierte—admito, Elle me da una mirada comprensiva.

—Pues ambos vamos a dormir en la habitación en la que está—dice decidida.

—Bien—acepto su oferta y ambos vamos a la habitación.

Nunca en mi vida, en el gran historial de besos que he construido, me había sentido de esta forma al terminar, triste y caliente.

—¿Vamos a buscar alcohol cuando Drew se duerma, cierto?—pregunta Elle luego de un rato.

—Sabes que si.

Two boys for me.Where stories live. Discover now