365 días para cambiar (Vuelta a Wattpad por tiempo indefinido)

Capítulo 15: Errores

Mientras vamos hacia la plaza de los bancos, recuerdo haber estado aquí con mi madre hace apenas unos días, pero siento como si hiciera mucho más tiempo. Aquí el valor del tiempo es distinto, los días pasan despacio y se hacen eternos.

Jack está a mi lado, ¿por qué no me alejo de él todo lo que puedo? ¿Qué lo hace diferente esta vez? Ni siquiera sé por qué he accedido a hablar con él. Estoy regresando a mis errores del pasado, pero siento que debo hablar con él, para cerrar heridas abiertas, si quiero que no me haga más daño. Por el momento, no puedo evitar el simple hecho de que esté a mi lado, justo ahora Diego se ha ido, y otro chico ha ocupado su lugar, lo que significa, que durante dos meses tendré que verle cada mañana en el gimnasio, y quiero poder respirar tranquila cada vez que le tenga al lado. En su momento le dije lo que tenía por decir, pero no lo recuerdo, de hecho he olvidado muchas cosas. Dicen que el primer amor no se olvida, pero hay cosas que puedes evitar recordar y bloquearlas en tu mente. Porque un primer amor no siempre es para revivir el recuerdo, no siempre la primera vez que amas a alguien sientes que con el paso del tiempo permanece en tu corazón, porque si yo ahora siento que él está en mi corazón me parece que más bien es una roca.

—Elise, sé que formé parte de los errores de tu pasado. De hecho, fue el que más te perjudicó, y eso no lo puedo cambiar, lo sé y lo asumo, y es por eso que lo siento. Necesito que me perdones, dejar de pensar en todo el daño que te hice y lo mucho que me arrepiento —asiento con la cabeza mientras pienso que me empieza a confundir con sus idas y venidas, a cada minuto veo a alguien diferente en un mismo cuerpo.

—Me gustaría poderte creer, de verdad. Pero todo lo vivido me ha enseñado a alejarme de las personas que solo me quieren hacer daño —reflexiono y me mira confundido.

—Pero yo me arrepiento y te juro que jamás lo volvería a hacer. ¿Acaso no es suficiente?

—No lo es, Jack, cuando el daño está hecho y las heridas presentes, a pesar de estar curadas —me esfuerzo para no dejar que me afecten sus palabras y al mismo tiempo para mantenerme firme con mis convicciones.

—¿No hay nada que pueda hacer para remediar nuestra historia pasada? —suplica, pero no le creo.

—En realidad hay algo —digo después de pensarlo detenidamente—. Si de verdad aún me quieres como dices, no te importará ayudarme en rehabilitación.

—Técnicamente ahora soy tu fisioterapeuta, estés de acuerdo o no, y por si lo olvidabas... Mi derecho y obligación es ayudarte en todo lo posible.

—De acuerdo... —respondo aún sin tenerlas todas.

—¿Qué te pasa, Elise? Ya no eres la misma... —me mira y veo tristeza en sus ojos.

—Tienes razón, no lo soy. Ahora soy más fuerte.

En el instante en que lo digo comprendo que ahora mismo no me siento así. Me hallo débil y vulnerable, el momento en que él podría aprovechar para volverme a hacer daño, pero esta vez me temo que nada será así, porque he aprendido del sufrimiento.

—Puedo ver en tus ojos que eres más fuerte, pero también veo que no estás en un buen momento —ahora veo a un Jack comprensivo, y no sé cuál de sus caras es más sorprendente o tal vez irreal.

—¿Qué dices? Me siento genial, estoy en un gran momento en mi vida.

Todo el sarcasmo está disfrazado de dolor y de ganas de llorar hasta cerrar los ojos porque no puedes seguir lastimándote.

—¿Puedo preguntarte algo? —dice con cierta cautela.

—Depende de lo que sea.

—¿Y si te digo que me gustaría que me dieras una segunda oportunidad?