42-Adiós

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Narra Hayli

Tratamos de correr lo mas que podemos pero es imposible, nos tienen rodeadas sin escapatoria, quedo rendida observando como amarran mis manos, es la peor frustración de todas. Aitana me mira llorando saliendo un "lo intentamos" de sus labios.
Me hace caminar unos matones vestidos completamente de negro, que idiota fuimos, nos traen a la misma casa de las pistas, mi sorpresa es ver la entrada de un sótano oscuro, huele mal. Caigo de rodillas viendola toda golpeada, lágrimas salen de mis ojos sintiendo un dolor en mi pecho, como es posible que estos animales la maltraten así.
Aparece el que supongo es el jefe dando patadas a todo lo que se encuentra a su paso, seguido por ¿Jordan?, de este si que no me lo esperaba para nada.

-Pero si ahora tenemos a la drogadicta, la infiel y mi favorita de todas, la mentirosa.- me amarra los pies.- Darán buena recompensa.

-Eres un gilipollas, la menor es la que debería haber sacado la herencia, pero tomas desiciones solo y ahora tenemos tres rehenes.- escupe furioso apretando los puños.- Ustedes no estaban en mis planes, lástima que este sea retrasado de mente, supongo que de alguna manera me darán el dinero que está en sus cuentas.

-Nos conocemos.- lo analizo bien, fija su mirada en mi.

-Me hubiese encantado.- pone cara de seductor, uh viejo asqueroso.

Estoy más que segura que lo he visto antes, ese tatuaje de la mano me dice algo, piensa ese símbolo lo tenía.

-Juan, eras amigo de mi padre.- abro bien mis ojos.- Jodiste su vida, lo recuerdas, Daniel se llama.

Desde las juntas con este pendejo que cambió todo, llegaba borracho, apostaba todo, las peleas con mamá.

-Como olvidar a Daniel, si fue el perro más fiel de todos, espero que su cachorrita sea igual de buena.

-Muerete.- lo enfrento.

-Hayli, él es el padre de Arsa.- susurra escondiendo su cabeza entre sus piernas.

-Hijo de puta, tendrías que estar muerto, acabaste con nuestras vida.

-Lo siento por ser malo y feliz a la vez, me encanta verlas sufrir.- habla a centímetros de mi rostro.- Jordan asegúrate de que están bien amarradas, nos moveremos.

-Si señor.- tapa la boca de Aitana.

Saca un cinta y procede a la mía, lo esquivo dándole un golpe en su cara con mi cabeza, se enfurece y da un fuerte golpe en mi abdomen, quedo de lado contra el frío suelo.

-Cabrón.- a penas me sale el aliento.

Doy un par de estornudos logrando sacar la respiración de apoco, miro a Bella pero esquiva mis ojos apenas los ve, es como si estuviera dolida conmigo.
Nos toman de los brazos subiendonos a la superficie, lo mejor es obedecer ya me di cuenta como reaccionan cuando se les lleva la contraria.

Un auto rojo aparece, de pronto la vista es totalmente negra, la venda no deja ver ni siquiera una pequeña luz.

**
Por fin llegamos, el camino es de 45 minutos aproximadamente, bastante nos alejamos, sólo pido que nos encuentren.
No entiendo que tendrá en común con Jordan, se notaba un buen chico, sin duda los que nos notamos buenos por fuera, somos los peores por dentro, jugamos con la gente buena que nos quiere de verdad.

-Creen que saldremos de esta.- sonríe Aitana de forma triste.

-No lo sé, además la única que sabía de la herencia eras tú.- por fin me mira.

-Jamás te traicionaria así, nunca se lo conté a nadie.

-Ya no sé en quien confiar, mejor me matan de una vez.

-Problemas en el paraíso.- llega Jordan a nuestro lado, nos da agua por fin.- Como vas chica de los ojos azules con la rehabilitación, tu hermanita se acaba de enterar, la he estado poniendo al tanto de varias cosas.

-Fíjate que justo ahora debería estar con los demás drogadictos, me echarán de menos y vendrán a por ti, en todas perderás querido, así te vayas a la Antártida escapando, tú eres el principal sospechoso de la desaparición de Bella.

-Por favor, nadie desconfía de mi.

-A lo mejor alguien ya te denunció, un ex celoso es capaz de todo, tu pobre madre está rodeada de policías, tienen todos los teléfonos pinchados, así que en cualquier momento aparecen aquí y te esposan, lo disfrutaré en primera fila bonito.- lo escupe.

Se toma la cabeza y sale corriendo por la puerta principal.

-Encerio sospechabas de mi ex, que genial que fuiste a la policía.

-Estás de coña, ni siquiera alcancé a lavarme los dientes e iba a ir a la poli, es una trampa, se lo ha creído todo.

-Aitana eres una genio.- muerdo mi labio.

-Debemos pensar con la mente fría, ahora estarán distraídos, necesito liberar mis manos, tengo mi arma cargada, debo llegar a un cordón de mi zapatilla para hacer presión con este, funciona de maravilla.- susurra bajito.

-Estás loca, si te ven estamos jodidas.

-Más de lo que ya están nuestras vidas no creo.- sonríe irónica, pinche Bella.

-Yo los distraigo.

Como puedo me pongo de pie saltando hasta que uno de ellos me detiene.

-A donde crees que vas hermosura.

-Mi cabeza.- me "desmayo" en su hombro.

Abro a penas mis ojos viendo a los dos sujetos pendientes de mi, espero esté aprovechando este tiempo tan valioso, levantan mis piernas tratando de que reaccione.

-Si quieres seguir con vida, has todo lo que digo.- comenta.

La veo apuntando a uno con el arma.

-Una niña como tu no haría eso.- la subestiman.

Jala del gatillo dándole en la pierna, se retuerce en el piso.

-Si no quieres eso, dale tú arma a mi amiga y desatala.

Asiente y me la pasa temblando, por fin mis manos libres, amarro a los dos sujetos y suelto a Bella, se soba las muñecas, están moradas.

Corremos lento por el bosque sin mirar atrás, queda afirmada en un árbol, como podemos la cargamos en nuestros hombros, está demasiado débil, necesita asistencia médica.

Levanto mi vista, no puede ser cierto, ya estoy arta.

-Lamento decirles chicas, que su escapada llegó hasta aquí.- sonríe el violador apuntandonos junto a Jordan.- Decidí liquidar a una de ustedes, la que me jodió la vida mandandome a ese agujero de mierda.

Dejamos caer las armas, nos abrazamos llorando.

Pone a mi amiga de rodilla en el piso, la apunta desde unos cuatro metros aproximadamente.

-Matame y ellas se van.- queda enfrente de la pistola.

-No.- me interpongo.- Ah.- grito recibiendo una bala en mi brazo.

Quedo tendida en el pasto sintiendo el ardor, ríe como un imbécil.

-Adiós Bella Cavinski.- pone el dedo en el gatillo.

Cierro mis ojos escuchando sólo el sonido del disparo.

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Es horrible!!

AMOR PROHIBIDOWhere stories live. Discover now