EMBARAZADA A LOS 15 AÑOS

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Astrid se alimenta de la última cena que probablemente iba a estar con su familia y nostálgica mira a sus padres quienes sabían que su vida iba a cambiar después de dejar a su hija marchar.
Ella se sentía nerviosa por el hecho de tener que vivir con Hiccup, sabiendo que no era tan malo después de todo.
Al terminar de cenar se despide de sus padres con dolor y agrupando su montaña de ropa se dirige a su nueva casa, sin antes mirar que no había nadie en la calle por preocuparse.

Si los aldeanos se fueran a dar cuenta de todo lo que estaba sucediendo, probablemente las amenazas se convertirían en la propia tribu, algo que se deberá tratar dentro de un tiempo donde los dos estuvieran de acuerdo. -¿Hola?- pregunta está al entrar en la casa.
Se encuentra con la presencia de Hiccup quien parecía muy nervioso pero no le toma mucha importancia, cuando siente ganas de dormir. -Yo ya me voy a dormir, tu también deberías hacerlo- bosteza está subiendo las escaleras mientras Hiccup lo seguía por detrás como si fuera un acosador.
Al llegar a la habitación se encuentra con la sorpresa de una cama matrimonial y ella queda algo petrificada. -Si quieres duermo en el sofá no me importa- propone Hiccup quien jugaba con sus ojos. -No, no pienso quitarte la cama que es de tu pertenencia también- responde ella.

Se sienta en la cama con cuidado y se tumba finalmente sujetando su barriga para que no fuera un estorbo. El se tumba también en la otra esquina de la cama y cuando cierran los dos los ojos se encuentran en las misma situación en la que no podían dormir.
Ellos trataban de encontrar una postura que se les hiciera cómoda pero no la encontraban. -Muy bien vamos a dormir mirándonos a ver si por una maldita vez nos dormimos- dice ella con deseos inmensos de dormir.
Este hace caso a sus órdenes y juntan sus miradas que regalaban un brillo al verse.

Suelta un bostezo cuando porfin se duerme Astrid y el cae rendido unos minutos después.