Cuando la vimos nos saludó sonriente, el camino a la arena fue de unos 15 minutos, al llegar rápidamente Dinah nos miró y se abalanzó sobre la morena.

-Hey... ¿qué hacen aquí? -Nos miró incrédula después de saludarme con un beso en la mejilla.

-No podíamos pasar más tiempo sin ustedes. -Normani tomó la palabra y la rubia hizo un gesto de ternura.

-¿Dónde está Camila? -Pregunté rápidamente, ya no aguantaba las ganas de verla.

-En su camerino, ven, te llevo. -Se ofreció su mejor amiga y empezamos a caminar. Vimos la puerta abierta y ellas me dejaron ahí, supongo que querían darnos un momento a solas. Asomé mi cabeza pero la castaña no estaba sola, sí, el tal Sahwn la miraba con cara de idiota mientras la chica de ojos color chocolate intentaba afinar una guitarra.

-Mmm... ¿puedo pasar? -Me aclaré la garganta. Camila me miró y sus ojitos brillaron.

-¡LAUREN! -Exclamó y corrió hacía mí dándome uno de sus abrazos de Koala enredando sus piernas en mis caderas y yo solo solté una risita, moría de ternura. -¿Qué haces aquí? -Dijo una vez que se separó.

-Vine a verte... te extrañaba. -Hice un puchero.

-Yo también te extrañaba mucho. -Me dio un beso en los labios y volvió a abrazarme.

Se separó de mí cuando escuchamos a alguien aclararse la garganta.

-Shawn, ella es Lauren, mi hermosa novia de la que tanto te he hablado. -Me presentó orgullosa y yo miré al chico con una sonrisa falsa, cabe mencionar que se había sonrojado mucho.

-Mucho gusto, Lauren... he oído hablar mucho de ti. -Sonrió tímidamente, el cobarde ni siquiera se atrevía a verme a los ojos, nos dimos un apretón de manos en el que mi agarre fue muy firme.

-Sí, yo también. -Dije algo seria esta vez.

-Bueno, creo que las dejaré a solas... te veré más tarde, Mila. Un gusto, Lauren. -Dicho eso, salió.

-Cobarde. -Murmuré casi para mí misma pero la castaña logró escucharme y abrió los ojos como platos.

-Laur. -Dijo incrédula, pero riendo después.

-Ese chico babea por ti. -Bufé con fastidio. -Y el muy cobarde ni siquiera me miró a los ojos.

-Bueno, supongo que tiene sentido, sabes de lucha. -Rió divertida y yo negué con la cabeza. -Ya, Jauregui, mejor dame un beso. -Colocó sus manos alrededor de mi cuello.

-Ah que fácil, ¿quieres que te bese, así como si nada? -Fingí molestia.

-Mmmm sí. -Su hermosa sonrisa apareció y yo no pude negarme más, deseaba besarla como nunca así que lo hice.

Podría asegurar que el beso duró algunos minutos, realmente nos habíamos extrañado la una a la otra y no había forma de negarlo porque los besos desesperados que nos estábamos dando nos delatarían.

Me sentó en uno de los sillones que había y después se sentó sobre mis piernas para seguirme besando. Sus manos empezaron a vagar por mis mejillas, hombros, brazos, mi estómago y se detuvieron en mis pechos cuando sus labios bajaron a mi cuello.

-Camila, prueba de sonido en 5 minutos. -Gritaron tras la puerta y la castaña se separó soltando un bufido de frustración.

-Estoy harta. Esta noche no te vas a escapar de mí, Jauregui. -Me señaló con su dedo.

-Camz, me tengo que ir en unas horas. -Hice una mueca.

-¿Qué? -Sus ojitos se llenaron de desilusión y tristeza.

Stay Fearless (Camren)Where stories live. Discover now