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—Eres un idiota —hipó —Yo hubiera hecho un gran ¡Waaam! y ¡Fuiish! —movió sus manos de arriba abajo frenéticamente.

Ambos rieron desenfrenadamente.

— Tu eres el único idiota aquí,  ¿es que no aprendes hablar bien aún? —Kageyama se acercó más con su rostro sonrojado —Yo hice un ¡Kaboooom!

Saltó de su silla moviendo sus brazos como si fuese a colocar.
Esta vez Hinata le dió la razón asistiendo, y el ciclo de risas descontroladas volvía a repetirse.

—Siento interrumpir chicos pero ya me tengo que ir —dijo Yachi nerviosa.

—Si no lo decías me hubiese muerto —fue Yamaguchi esta vez quién hablo mientras secaba el sudor de su frente —además —agregó:—miren a Tsukki.

Todos voltearon hacia el rubio quién se encontraba con la boca abierta destilando baba; durmiendo como si hubiese estado agotado toda la semana. La vida de universitario y entrenar para el equipo de primera liga le exigía tiempo y esfuerzo que terminaba por agotarlo en situaciones como esa.

Además había dicho: «No quiero que me tomen fotos con unos idiotas». Contradictoriamente les siguió a causa de sus superiores quienes le arrastraron con el pretexto de que eran un club hasta después de graduarse. Lastimosamente el ex capitán, ex vice capitán y la ex estrella del equipo de preparatoria Karasuno se habían ido pretendiendo que tenían que trabajar para el día siguiente.

Esa era la razón por la que Tsukishima agotado mentalmente dejo que Yamaguchi le ofreciera un par de cervezas. Esa noche le habían pintado en la cara pelotas de volleyball y un mensaje que decía claramente Kei no se baña, pero en portugués porque según Hinata le daría más furia tener que entrar al traductor para poder entenderlo.

—Ustedes son parias —los miró con desdén Yamaguchi, para después imitarlos con otro plumón en mano.

—Yo lo derrotaré —ambos hablaron al unísono.

Hinata miró mal a Kageyama.
Kageyama miró mal a Hinata.

—¿Quieres perder Hinata idiota?

—Quien pregunta es el perdedor —dijo el más bajo mientras acercaba las botellas de sake —quien beba más será quién gané, aunque te acabo de ganar un partido ¿No sé si tú autoestima pueda soportar otra derrota? —hablo con saña mostrándole su sonrisa orgullosa.

Mientras ellos bebían, Yachi y Yamaguchi se habían despedido llevándose consigo a Tsukishima.

***

—¿Osea que eres bueno en eso?

El más alto asentía.

—Lo soy —confirmo.

Se encontraban en una cancha de tennis. Kageyama le estaba mostrando como había mejorado en el soft-tennis y su técnica del "Rey del Tennis".

Al final ambos habían quedado empatados en la competencia de alcohol; lo justo sería decidirlo de otra forma. Y qué mejor que un deporte extracurricular añadido en los talentos del menor. Hinata observaba atento como Kageyama hacia sus técnicas frente a él. Entonces se acercó para imitarlo pero de cierto era que estaba tan ebrio que empezó a girar con la raqueta en mano. Giraba por toda la cancha tratando que la adrenalina subiera a su cabeza.
¡Cierto!

—¡No sé cómo jugar Soft-Tennis! —Hinata hablaba enserio, alargó sus palabras casi tropezando con su lengua

—¡Qué revelación! —dijo con sarcasmo el menor deteniendo a Hinata. Tan torpe como el mayor.

—No debiste hacer eso —advirtió.

—¡Hinata idiota! —se quejó con su entrecejo fruncido. Las risas habían desaparecido tras la arcada que había sufrido el más bajo.

Kageyama rápidamente lo apartó con una patada. Hinata gimió de dolor y aunque quería quejarse para lo único que le dió tiempo fue de agacharse a vomitar.

Maldijo en su mente.

Algo similar le había pasado en Brasil, esa vez juro no volver a emborracharse. Y helo ahí. De nuevo retorciéndose en sufrimiento. Aunque el dolor se había multiplicado gracias al golpe recibido por su ex compañero, trato que sus ojos expresasen lo mucho que quería regresarle "el favor" sin embargo su estómago no le dió tregua.

Lo último que Hinata recordó fue estar desparramándose sobre su propio vómito.

Sintió estar en una serie cliché de Netflix, mejor valorada que The Kissing Booth, aunque cliché de todas formas. Era eso o pensar que estaba en un Isekai. Hinata pensaba en todo eso gracias a que no se encontraba en la habitación del hotel que el equipo había reservado, se desperezo en el acto levantando sus brazos.

También se extraño por el hecho que —estaba sin camisa. Pronto averiguaría el porque—.

Sus ojos solo recayeron en un bulto que la luz solar dejo palpar en sus retinas. Abrió su boca desmesurada, sus pupilas se volvieron pequeñas seguramente  empezaba a transpirar miedo por no recordar ¡¿Qué demonios hacía Kageyama a su lado?!

¡Espera Kageyama! [KageHina]Where stories live. Discover now