¡Espera Kageyama! [KageHina]

9.

Esperaba nuevamente para que el sol saliera. Se sentía como si una gota de agua pudiese drenarlo completamente. Con mesura, llano algo tímido. Creyendo, se sentía que en cualquier momento rompería a llorar. Sino era esa nostalgia ¿Qué clase de sentimientos eran?
Era Kageyama siempre el primero en superarlo; quiso dar más pasos pero se quedó estático pensando en cómo deshacerse de aquella magia maligna aplicada por el jugador de Schweiden.

—Hinata —tosio su nombre mientras reponía su compostura.

El aludido sentía que el corazón se le desprendería del pecho si se acercaba más. Estaba preparado para el día siguiente a ese; incluso había escrito todo lo que le diría y lo iba a practicar en el espejo luego de jugar voleibol. Pero ahora Kageyama se encontraba frente a él mirándole con ingenuidad.

—Ka-kageyama, ¿Qué haces aquí? —se cruzo de brazos mirando al menor.

La voz de Hinata salió nerviosa. Hinata sabía que ese no era el mejor momento porque sus sentimientos estaban decididos más no preparados para enfrentarse en ese instante a Kageyama.

—No me dijiste que viniera a Miyagi este...

—¡Pero no hoy!

La cara de Shouyou se sonrojo. ¡¿Qué clase de persona corría a Miyagi porque se lo pedían?!

—Vin conmigui i Miyigui —se burló Tobio poniendo sus ojos en blanco.

Hinata Chasqueo la lengua, también tenía que lidiar con ese carácter tan infantil.

—Ahhhhh —alargó con sorna —¿Quién fue quien vino por que se lo pidieron?

Esta vez fue Kageyama quien chasqueo la lengua; ¿o era él quien debía lidiar con la actitud infantil de Shouyou?
Lo que era realmente cierto en esta historia es que lo resolverían de la mejor forma que sabían.

—Disculpen que los interrumpa —hablo un chico de la altura del mismo Ushijima, llevaba su cabello teñido de rosa y sus ojos literalmente soltaban brillitos —soy tu fan desde que secundaria, es un honor a ver entrado a la misma preparatoria que usted —hizo una reverencia hacia Hinata casi rozandole la cara —¡Es súper genial Ninja!

Hinata siempre recibía halagos de ese tipo. Pero no esperaba poder volver y escuchar de la boca de su kohai palabras tan cálidas, y todo era gracias a...

Kageyama siempre se imponía ante su vista.

—¡Dijiste lo mismo de mí niño! —se quejó Tobio haciéndole un quiebra rodillas.

El chico se puso nervioso mientras Kageyama y Hinata emprendía una nueva pelea por quien era el mejor jugador del Karasuno.

***

Al día siguiente Hinata despertó en su casa dentro de la cómoda cama que su mamá había comprado para Natsu, quien ya estaba en su segundo año de secundaria y quien se había quejado que la vida era injusta "nadie sabe para quién trabaja" decía la pre-puber mientras se alistaba para ir al club del voleibol. Shouyo se paró y fue a cepillar sus dientes, mientras su madre hacía el desayuno, el terminaba de despavilarse. Recibió una tremenda noticia que le hizo escupir la pasta dental.

—¡Shouyo, vino tu amigo Kageyama-Kun! —le grito su progenitora.

Como si se tratara del mismo Flash se enjuago la boca, se lavó la cara, se peinó el cabello, y arregló su pijama. Mientras asomaba oído sigiloso a la conversación que estaban teniendo su madre y Kageyama.

—No me diga Kageyama, usted puede llamarme Tobio señora Hinata —la señora Hinata se sonrojo.

—¡Oh cariño! Te llamaré Tobio entonces.