Enamorado Tuyo. ♡

Tuyo.

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Final

La calidez en su pecho de tener a su bebé en brazos no era para nada comparada con el dolor en su alma por haber perdido a su predestinado, o eso era lo que quería creer.

Sasuke todavía se encontraba en el patio de la casa del Uzumaki, sentado en la arena de juegos con lo que creía era su hijo pequeño, jugando a los Legos y a construir castillos con cubos a pleno anochecer, tratando de retener las lágrimas que muy atrevidas querían caer por su rostro, demostrando la inmensa tristeza que tenía por los hechos ocurridos, pero obviamente no iba a llorar, porque no podía mostrarse débil ante su precioso y bello bebé, tenía que ser el padre fuerte ahora en adelante que no pudo ser unos años atrás por culpa de su mediocridad.

— Dios, pequeño bebé, ni siquiera sé tu nombre pero quisiera llorar en frente tuyo ahora mismo, ¿sería muy patético eso? —. Preguntó mientras armaba una torre de Legos para que luego el infante de ojos azules pudiera derrumbarlo.

Ahora que lo miraba, ese pedazo de cielo tenía muchísimo parecido con Naruto y con él, el color de su cabello era el mismo que el suyo propio, pero el volumen el de Naruto, al igual que sus ojos y las pequeñas marquitas de sus mejillas, la piel lechosa y blanquecina la había sacado de él, realmente era un precioso primogénito, apostaba su vida a que aquel sería el mejor Shinobi de su generación.

— No creo que seas patético, ¿por qué quieres llorar? —.

Estaba tan ensimismado en sus propios pensamientos que pensó que la voz que pronunció esas palabras fue la misma voz que hay en su cabeza, así que procedió a responder.

— Bueno, tú papi ahora tiene otro Alfa, y no es que yo creyera que se iría a quedar soltero por toda la vida él tiene derecho a salir con quien quiera, me siento bastante mal por eso porque fui yo quien lo dejé y soy yo ahora el que sufre por tomar malas decisiones —. Suspiró.

El bebé lo miraba confundido, todavía no entendía ni una palabra que el Uchiha soltaba, tan sólo giraba su cabecita mientras soltaba monosílabos junto a pucheros perfectamente formados, dando una imagen de ternura completa para quien lo viera.

— ¿Por qué tomaste malas decisiones? —. Siguió la "voz en su cabeza" haciendo las preguntas que él necesitaba responderle a otra persona que no fuera sí mismo.

— Porque tenía miedo, ¿sabes?, cuando era presa del miedo cometía errores golosales, pero todavía no entiendo el porqué me daba miedo amar, tal vez era una fobia o algún trauma que me dejó cualquier suceso de la infancia, yo que sé, tan solo quiero saber. Pero no es lo realmente importante aquí bebé, lo importante es que le tengo mucho que decir a tu padre pero solo estoy aquí perdiendo el tiempo y queriendo volverme bolita porque él consiguió una vida —. Fue bajando de apoco su tono, dejando su cabeza en el hueco que hacían sus rodillas al estar pegadas a su pecho, tirando de sus cabellos con poca fuerza ejercida, denotando el estrés que sentía.

— ¿Sabes? No puedes entrar al patio de mi casa y aparentar que no estoy aquí —.

— ¿Qué? —

— Cómo que "¿Qué?" —, un rubio traviesos puso las manos en sus caderas, denotando un cierto estado de persona ofendida — ¡Sasuke Uchiha, he estado detrás tuyo desde el momento en que entraste! ¿Crees que dejaría a mi bebé solo en el patio a esta hora de la noche? —. Comentó de manera brusca el Uzumaki, quien sólo estaba furioso porque el Alfa no había reconocido su olor aún estando a metros de él.

— Naruto, ¿eres tú? — Y la voz se le quebró, tomó al bebé que seguía jugando con la arena para luego soltar un sollozo bajito.

— Claro que soy yo Teme, me debes muchas explicaciones y espero que tengas un buen argumento, porque de lo contrario, te patearé el trasero tan fuerte que morirás por ello —. Naruto todavía seguía enfadado, y claro cómo no, ¿se supone que debía reaccionar de buena manera cuando su Alfa lo había abandonado por dos años estando en la cumbre de su relación y con un hijo en camino? No, eso no se olvida y perdona fácil, Naruto lo sabía.

— ¡Hey Naruto, ya terminé de reparar el estante de tu recamara! —. Salió un Rock Lee muy campante por la puerta de entrada, dejando boquiabierto a Sasuke y un poco aliviado a Naruto.

No es que el más guapo de la aldea de la hoja fuera la actual pareja del rubio de sonrisa soñadora, sino que era su reparador de daños domésticos como parte de su entrenamiento multiusos, porque Lee también debía aprender a ser papá, ¿y qué mejor idea que ayudar con uno de sus amigos a cuidar de su bebé?

Sasuke quedó boquiabierto al ver la escena, donde Naruto simplemente le daba las gracias al genial Shinobi y este con una reverencia se iba del lugar, ahora todo cobraba un poco de sentido para él y su latente corazón, se sintió un poco torpe por haber soltado lágrimas cuando no debía hacerlo, o al menos no aún, pero fue presa de los malos sentimientos y pensamientos que llenaban su cuerpo inestable por las emociones, aunque tiempo atrás aprendió a dejar de ser tan susceptible a lo que pasaba al rededor no podía aplicar todo eso al frente de Naruto, nunca pudo hacerlo, siempre parecía como un bebé indefenso delante del rubio con marcas en sus mejillas, tan frágil lo volvía su destinado.

— ¿Entonces él no es tu Alfa? —. Preguntó con un poco de miedo, incrédulo cómo él solo.

Naruto soltó un suspiro y negó ya cansado de la situación que depronto se le presentaba.

— No, y no tengo ningún Alfa, aunque me hubiera gustado tener un poquito de amor propio y dejar de esperarte —. Ahora que lo pensaba Naruto tenía un poco de lástima por el Alfa que estaba sentado en frente suyo, se veía tan manipulable desde su punto de vista, en una caja de arena mientras sostenía a su hijo.

Es el Alfa más triste que haya sostenido a un bebé jamás, eso era lo que pensaba Naruto.

>> Mejor vamos adentro, para que podamos hablar mejor, trae a Menma contigo por favor —. Pidió de manera amable, sintiendo que ya no podía seguir sosteniendo esa coraza de piedra que construyó en su corazón con tanto esmero, se desplomaría en cualquier momento y no quería eso.

Las tres personas se adentraron a la humilde morada, sentándose frente a frente la una a la otra en el comedor, bueno, el pequeño Menma solo estaba sentado allí por mera curiosidad, su pequeño corazoncito revoloteaba al oler un aroma tan tranquilizante como lo era el de aquel Alfa desconocido.

— Necesito que me expliques todo, desde el inicio al final con detalles, si noto que te contradices o que estás mintiendo, te echaré de mi casa y jamás volveré a dirigirte la palabra —. Vociferó el rubio.

Y así fue, las siguientes tres horas fueron un caos de emociones gracias a Sasuke Uchiha, el Alfa más bipolar del mundo, quien relataba como pudo superar aquel problema que tenía tan solo para poder darle una mejor vida a las personitas que estaban frente a él.

— Y al final, todo eso fue para darme cuenta de que siempre estuve Enamorado tuyo —. Suspiró, dando por finalizado su relato con los ojos acuosos y la respiración agitada, esperando alguna respuesta o una mala palabra dirigida hacia su persona por parte de Naruto.

Pero no sucedió.

Tan solo se escuchó el llanto bajito del Omega, quien se había levantado para abrazar a el Alfa que rogaba por su perdón.

— T-tu historia realmente me conmovió, y-yo realmente no sabía que tenías tantos problemas, Sasuke-Kun —, dio un respiro y tomó las mejillas pálidas del nombrado, dándole una pequeña sonrisa — No puedo perdonarte ahora porque al igual que tú, también estoy dañado y necesito tiempo para volver a aceptarte en mi vida, así que te pido por favor me des un poco de tiempo —.

— Te esperaré hoy y por siempre, mi amado Naruto —.

Y Sasuke agradeció inmensamente a cualquier deidad que controlara el universo por darle una segunda oportunidad.

𝐌𝐚𝐤𝐢𝐫𝐮𝐭𝐨

¡Hola! Llegamos a el final de esta cortita historia, pido perdón por la mediocridad y por el final tan malo, yo estoy aprendiendo para hacer mejores historia, lo juro unu.

También pido perdón por asustarlos en el capítulo anterior, no era mi intención.

¡Espero les haya gustado y esperen con ansias el epílogo!

Avísenme si hay errores de ortografía o redacción uwuw.

Hasta la próxima.