Youtubers/Streamers

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(…)
Amaba sus videos, amaba la forma en la que narraba sus miles de viajes por el mundo. Amaba esa manera tan suya de sonreír a la cámara…. En fin, amaba todo de su youtuber favorita.

Naruto la seguía desde hace tiempo, cuando encontró su canal de casualidad, por andar viendo vídeos de comida internacional, no supo cómo, terminó viendo sobre viajes a todas partes del mundo… Hasta que dio con el canal de HyuuPerl.

Quedó anonadado, no solo por su belleza, si no por los hermosos lugares a dónde iba.

La conoció con cincuenta mil suscriptores, hasta lo que era ahora, teniendo un total de dos millones. Vaya que Naruto estaba sumamente orgulloso de esa mujer.

A veces se llegó a preguntar si valdría la pena intentar hacer una conversación con ella. Ya que quería conocerla un poco más, y hablar de esos temas que para el le eran sumamente interesantes. Y saber más sobre las diferentes culturas que conoció la peli azulada.

Hasta que un día se animó, y mandó el primer mensaje en su cuenta de twitter. Estaba nervioso, creyendo que no le contestaría, pero, vaya sorpresa que tuvo cuando su celular sonó por todo su cuarto anunciando una nueva notificación. Era ella.

No pudo contener más la emoción, su rostro se iluminó como el mismo sol y, tembloroso tomó el teléfono entre sus manos y leyó la notificación que ahí mostraba.

HyuuPerl te envío un mensaje
Hizo tres respiraciones profundas, y , cuando estuvo más calmado, abrió esa notificación.

Y de ahí en más, algo cambió.
Naruto pasó a hablar con ella de a poco. Y más tarde se volverían amigos inseparables. Hablando de cualquier cosa, sobre los próximos viajes que haría Hinata y futuros nuevos videos de streaming que le gustaría hacer a ella.

Naruto disfrutaba mucho el tiempo en el que ambos platicaban. Estaba también  ansioso por verla en persona, tanto tiempo hablando por chat, que ya quería saber que tan suave era su piel blanca como la porcelana y admirar, con más atención, sus hermosos orbes perla.

Naruto sentía que poco a poco caía enamorado. Y es que, platicaban cada día, todos los días. Hasta una vez hicieron videollamada, hasta que se les hizo costumbre, cada noche y cada mañana, viéndose por esa pantalla que los separaba.

Hasta que, pasado un tiempo, a ambos se les ocurrió verse en persona. Vivían en diferentes ciudades, para alivio de ambos, solo unas cuantas horas los separaban. Así que, acordaron un pequeño viaje de un fin de semana.

Naruto iría a visitarla, estaba más que nervioso pero a la vez sumamente emocionado ¡Finalmente podría verla de cerca! Y tal vez, solo tal vez decirle lo que sentía.

Y llegó el gran día, Hinata lo esperaría en la terminal de autobuses, para que el rubio no se perdiera y la pudiese localizar fácilmente.

Se encontraba nervioso, y las manos le sudaban a montón. Pero ya era un hecho de que iría a verla, si o si. Con todo el permiso de sus padres, aunque en realidad ya era mayor de edad…
Así que realmente solo avisó, que por suerte fueron algo flexibles con el sobre si nuevo viaje. Naruto agradecía que sus padres lo apoyarán en eso.

Ya instalado en el bus, con maleta y todo, mandó un mensaje, avisando que ya iba en camino hacia su destino.

El corazón le latía un montón, u no podía dejar de mirar su fondo de pantalla, donde tenía una tierna foto que Hinata le había regalado de ella misma, vistiendo casual.

El rubio se dio ánimos, y rezaba porque todo fuera bien en el camino.

Tres horas después, había llegado.

Veinte minutos antes le mandó mensaje a la peli azul para que estuviese lista. Se bajó del bus, con maleta en mano, y las piernas le comenzaron a temblar.

Respiró varias veces, hasta que sintió como su pantalón comenzaba a vibrar, y pronto lo sacó para contestar. Vio en la pantalla el número de ella, y su corazón se agitó localmente.

—H-hola, Hinata-chan.—No esperaba que ui voz sonara tan nerviosa, pero no pudo evitarlo.

Una risita se escuchó del otro lado, para después hablar.

—Hola, Naruto-kun, ya voy llegando.

Ba-dum

Ba-dum

—¡Genial! Me pondré en un lugar donde sea fácil encontrarme.
—No creo que sea difícil, digo, sabré que eres tú por tu rubia cabellera.
—Oh, tienes un punto.

—Sabes…Me siento un poco nerviosa ahora, las piernas no dejan de temblarme.

—Me pasa igual, Hinata-chan.
Se hizo un corto silencio, hasta que la peli azul habló.

—Naruto-kun, ¿podrías darte la vuelta?

Aquello confundió al oji azul ¿Para que quería que lo hiciera?

—¿Ah?

—S-solo hazlo, ¿si?

Sin más, Naruto volteó detrás de él, y lo que sus ojos vieron, casi provocó que el teléfono se le cayera.
—Hi-Hi-Hi…

No pudo terminar la oración, cuando una peli azul se puso justo en frente de él. Finalmente estaba ahí, cerca de él.

—Hola.

Si, efectivamente su voz sonaba mucho mejor en persona que detrás de una pantalla.

—Ho-hola.

Las ganas de darle un abrazo no se iban de su ser, pero no quería asustarla, así que trató de verse tranquilo, aunque por dentro era un mar descontrolado de emociones.

Minutos después, intercambiaron algunas frases, y con unos cuantos sonrojos, dieron rumbo a la humilde casa de Hinata.

Si, en efecto, ese fin de semana cambiaría su vida por completo.
Jamás se arrepentiría de haber mandado ese mensaje.



(…)
Hola, hola. Aquí el capítulo número diecinueve

Espero les guste uwu

"CONTIGO"Mes NaruHina - JulioDär berättelser lever. Upptäck nu