¿Celos? Jamás

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"Cualquier cosa sería más fácil que admitir que me consumen los celos, porque para mí, ante mis ojos, mi orgullo es sagrado."

Capítulo 3: ¿Celos? Jamás

No podía entenderlo, ¿qué significaba esa aberrante imagen frente a sus ojos? Quería vomitar del asco, no podía creer que algo así estuviera pasando.

Hoy Karin había ido a una fiesta en una disco junto a sus amigas. Hinata estaba de lo más distraída con Naruto, ya que el rubio había sido invitado por Sakura para acompañar a la ojiperla. Sakura, por su parte tenía una especie de "cita" con Sasuke, así que los dos estaban solos en una mesa apartada.

Por otro lado, estaba Matsuri toda pegada a Gaara, dándose beso tras beso, sentados solos en un rincón del local y sin tomar en cuenta a nadie.

Ino y Sai bailaban de lo más entretenidos en el centro de la pista, pero Karin era la única que estaba sola, incluso habían invitado a Tenten y su novio Neji; el primo de Hinata, así como a Temari, que venía con el problemático de Shikamaru, era increíble pero cuando Gaara estaba con Matsuri no le prestaba ninguna atención a su hermana.

Karin había estado dando algunas vueltas, hasta que se topó con cierto sujeto indeseable, que no esperaba ver en el mismo lugar esta noche, pero lo peor de todo fue cuando se le acercó Tayuya y se puso a besarlo. ¡Y el muy idiota le correspondía!

—Es un imbécil —se decía la pelirroja enfadada, aunque ni ella misma sabía muy bien por qué, ¿qué demonios le importaba a ella?

Lo mejor era que se diera la vuelta y se marchara de una vez, pero justo cuando se disponía a eso, Suigetsu se separó de Tayuya y la miró a ella, primero sorprendido y después delineando su estúpida sonrisa.

—Oh, pero si eres tú, pelirroja —dijo divertido, notando la mirada de rabia que Karin tenía. Aunque también estaba algo asombrado, cuando ella quería, podía verse muy linda.

Tayuya se dio la vuelta, notando a la joven que los miraba con el ceño fruncido.

—¿Qué le ves a esa tonta de Karin, Suigetsu? —cuestionó enojada la chica, tomando del mentón al albino para hacer que la mirara a ella—. Estás bailando conmigo, así que mírame a mí —exigió.

Suigetsu trató de ponerle atención a ella y cuando volvió a mirar hacia donde estaba Karin, ésta ya se había ido.

Demonios, pelirroja idiota, ¿dónde te metiste? —pensó frustrado, de verdad quería seguir viéndola un poco más.

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—Lagartija de coladera, estúpido simio sin cerebro —Karin iba por el pasillo del local hacia el baño, estaba realmente enojada, ¿qué le veía ese imbécil? Además de todo esa Tayuya le dijo tonta. ¡Tonta será ella!

La chica iba hablando sola, hasta que pasó por afuera de la puerta del baño masculino, chocando sin querer con alguien que salía.

—¡¿Es que no te fijas? —exclamó furiosa, descargando toda la ira que se traía encima con ese desconocido.

Él la quedó mirando, con sus ojos negros, profundos. La chica también le observó, era un joven alto, de cabello rojo y, sobre todo, muy guapo.

—Perdone, señorita, iba distraído y no la vi —se disculpó ese alguien, con una voz sexy y profunda que llamó de sobremanera la atención de la joven.

—Ah... y-yo, no importa —se sonrojó completamente, él realmente era muy cortés y ella se había comportado como una energúmena, solamente porque estaba molesta con esa lagartija de Suigetsu.

HidrofobiaWhere stories live. Discover now