Revelación

659 59 83
                                    

Véanme aquí, actualizando a las 3 de la madrugada, pero bueno, hay que aprovechar cuando uno está inspirada y sé que les debía la continuación de esta historia desde hace mucho TT

Bueno, les quiero avisar que como lo tenía planeado, el episodio siguiente será el último, prometo no demorar meses de nuevo, jajaja. 

.........

"Y pensar que estuviste ahí todo el tiempo, ¿por qué no me di cuenta?"

Capítulo 9: Revelación

¿Qué se suponía que le había pasado por la cabeza hace dos días para besar a ese idiota? ¿Acaso había estado drogada o ebria? No podía creer lo que había hecho, pero ahora, ahora no era siquiera capaz de verlo a la cara. Cada vez que se cruzaban en la escuela, Karin lo evitaba, miraba en otra dirección, caminaba hacia el lado contrario, hacía todo lo posible por no cruzárselo, incluso lo ignoraba en clases, se sentía tremendamente avergonzada.

Y no es que le diera pena el hecho de que, quizás, él pudiera gustarle un poco, pero pensaba que Suigetsu sólo la había besado con el afán de molestarla, que él nunca podría querer algo serio con ella, por esa razón, Karin no debía darle más importancia a ese estúpido beso, solamente había sido algo tonto, algo sin sentido.

Era día viernes, Karin estaba guardando sus cosas en su casillero, ya habían acabado las clases y ella estaba por irse a casa. Al cerrar la puerta, se encontró con que el albino estaba de pie a su lado, lo cual le metió un tremendo susto.

—¡Dios! —exclamó, llevándose una mano al pecho, sentía que se le iba a salir el corazón por la boca—. ¿Se puede saber qué haces ahí parado como un fantasma? —preguntó con el ceño fruncido.

Suigetsu rio de medio lado.

—Me has estado evitando y quería hablar contigo de algo —respondió él, notando que las mejillas de Karin comenzaban a tomar la tonalidad rojiza de su cabello, se veía muy linda.

—N-no tenemos nada de qué hablar —la chica se ajustó los anteojos, los cuales destellaron ante el reflejo de la luz del sol que entraba por el pasillo—. Hoy no tenemos que entrenar, tengo cosas que hacer.

—Yo debo practicar para el inter colegial, así que tampoco puedo, pero... —el Hozuki le miró fijamente, en serio le gustaba verla nerviosa—. Sobre lo del otro día...

—¡Se me hace tarde! —exclamó de la nada Karin, yéndose del lugar en carrera, como si la persiguiera el mismo demonio. Suigetsu sólo la vio partir, soltando una pequeña carcajada, era divertido verla actuar así, aunque desearía que ella no se hiciera tanto la difícil.

*• - _ -•**• - _

Nadar siempre había sido más que un simple pasatiempo para él. Cuando sentía el agua alrededor de su cuerpo, acariciando su piel, era cuando realmente se sentía vivo. A veces soñaba con vivir todo el tiempo en el agua, ser como un tritón, como Aquaman, seguramente sería mil veces mejor que usar sus piernas en la tierra; pero si había una cosa que lo aferraba a aquel medio, a parte de la obvia necesidad de respiración, esa era ella, Karin.

Se había acostumbrado a pasar mucho tiempo con ella, en sus sesiones de práctica para ayudarla a perder su miedo al agua, ahora que ella había ido a hacer "otras cosas", Suigetsu no podía evitar sentirse bastante ansioso, en serio quería verla, o, al menos, saber qué estaba haciendo. ¿Quizá había ido a una cita con ese universitario presumido otra vez?

Sacó su cabeza del agua para llenar sus pulmones de aire, quitándose los googles que cubrían sus ojos. La luz del sol le daba con fuerza en la cara, aunque eso no era un problema.

HidrofobiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora