Epilogo

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*****Años atrás*****

—Fue un placer haber sido el encargado de esta clase chicos, ahora les espera un futuro duro, pero esfuércense.

Eran palabras del maestro a sus recién graduados, palabras que Kazuto ignoró por completo al centrar su atención, en cierto compañero de cabellos rubios como el sol.

Hacía tiempo que lo había comenzado a observar desde lejos, aquel compañero suyo de nombre Eugeo lo había cautivado por completo, sin embargo no se animaba a hablarle.

Eugeo al sentir nuevamente la penetrante mirada de su compañero unos asientos atrás suyo, comenzó a rascarse la nuca incomodo, intentó ignorarlo jugando con el ramo de flores que traía de regalo, pero era imposible.

—De pie — ordenó el maestro.

Giró su rostro con discreción para verlo mientras se levantaba, pero al hacerlo Kazuto se hizo el desentendido y Eugeo decidió ignorarlo.

*****Presente*****

Kazuto abrió sus ojos muy asustado, con su respiración agitada, parpadeo un par de veces y se percata que tenía lágrimas descendiendo por sus mejillas las cuales secó de manera inmediata.

Cuando logró calmarse observó la nuca del rubio logrando tranquilizarse al sentir su aroma.

—Eugeo — susurró su nombre mientras lo abrazaba por la espalda.

Horas más tarde.

—Kazuto aún no vuelve, se está tardando — se estira sobre la cama revisando la hora — ¿Qué debería hacer ahora?, estoy aburrido — se levanta de un salto — Tal vez... — observa la camiseta del azabache sobre una silla — ¿Cómo me quedará su ropa? — Coge la prenda y divisa la etiqueta — Oh, usa ropa un poco más grande que yo — dijo sorprendido mientras se quitaba su pijama — No creo que se moleste porque use su ropa.

Eugeo al tener puesta la camisa de Kazuto se observó frente al espejo con una gran sonrisa, imitando su postura y prosigue a oler aquella prenda, tenía su aroma, olía a Kazuto.

—Kazuto — susurra su nombre con los ojos cerrados y recuerda de manera fugaz todos los meses que llevan viviendo juntos — Kazuto...

El sonido de la perilla lo trajo de vuelta a la tierra, giró su rostro hacia la puerta y vio como esta comenzó a girar, tomándolo por sorpresa, trato de quitarse la prenda, sin embargo no pudo hacerlo a tiempo.

—Siento la demora la fila era muy larga — lo miró sorprendido mientras cerraba la puerta — Eugeo...

—Kazuto...

—Te queda muy bien mi ropa — le dijo embelesado al verlo de pies a cabeza — Te ves muy lindo — comentó al ver como cierto bulto que escondía entre sus pantalones había crecido — ¿Me extrañaste demasiado?

—Yo, no, si — lo miró nervioso al ver como este dejaba las compras en el suelo e iba por él.

—Admito que me gustaría verte más con mi ropa — levanta la camisa dejando a la vista sus pezones erectos — Pero hoy te ves muy irresistible, Eugeo.

—Espera, espera — decía entre besos — Kazuto, un minuto.

—Te extrañé — lo observó fijamente mientras le daba un profundo beso en sus labios.

— En la cama — le susurró regulando su respiración.

Kazuto lo recostó sobre la cama mientras sus besos van tomando mayor intensidad, sacó el lubricante que estaba en el interior de su velador, Eugeo lo miraba ansioso mientras este estimulaba su entrada.

—No me das descanso — se quejó el rubio entre gemidos — Es injusto.

—Sabias lo que sucedería cuando decidimos vivir juntos — le susurró contra su oído cuando con la punta de su miembro estimulaba su entrada — No me culpes por todo — lo volvió a besar.

—Pero, ah — gimió al sentir como este iba entrando lentamente— Kazuto — se mordió el labio inferior — Esto se siente tan bien — frunce sus cejas ante aquella exquisita sensación.

—Tu interior es tan cálido — lo observó excitado — Eugeo... — recordó aquel sueño que había tenido acerca de su día de su graduación — Me has gustado desde la escuela, pero yo no...

—No importa el pasado — colocó su mano sobre su pecho — Aunque debo admitir — jadeó — Que siempre supe que me mirabas en las clases.

— ¿De verdad?

—Eras muy obvio — se rió — Pero se sentía bien.

—Yo pensé que era discreto — se ríe mientras entrelaza sus dedos con los de Eugeo — Soy muy feliz de tenerte — lo besó con afecto y procedió a mover sus caderas.

Las embestidas se volvieron más rápidas y los gemidos de Eugeo retumban por la habitación, la calidez de momento se podía sentir por toda la habitación, el rubio arqueó sus espalda dando una sensación más placentera en ambos.

Se unieron en un beso fugaz que buscaba saciar los deseos carnales antes de incrementar la velocidad y la fuerza de las penetraciones...

—Kazuto — lo llamó jadeante — Quiero estar así siempre.

—Eres un pervertido — le respondió juguetón al salir del interior del rubio.

—Kazuto — lo miró avergonzado.

—Bromeo — acercó su rostro — Yo también quiero estar así contigo, para siempre.

—Me gusta cuando eres meloso — le besó el cuello.

—Solo tu sacas ese lado mío.





Aquí les dejo este mini epílogo, espero que les guste, denle mucho amor, si les gustó la historia no olviden dejarlo en los comentario o apretando la estrellita de aquí abajo. 

Los quiere Miss Lemons.

Hiperventilation - Kirigeo YaoiWhere stories live. Discover now