─ Pero Hayami, esto es tu culpa, tu le contagiaste la enfermedad a Trunks ─ dijo el pequeño preocupado ─ Y ahora no dice nada, sólo tiene una cara de tonto

─ ¿Que yo le contagié? ─ levantó una ceja sin entender a que se referia

─ ¡Tu enfermadad! ─ exclamó ─ Ahora sólo se pone rojo y mira hacia Kagami, dime que no es mortal, por favor, no quiero que se mueran

- No nos vamos a morir - le sonrió juguetona - No es una enfermedad, es un sentimiento.

- ¿Un sentimiento? - frunció el ceño el pequeño Goten

- Si así es, mas o menos - la apoyó Gohan

─ Sentimiento ─ repitió, mirando hacia su amigo, otra vez andaba en otro planeta, esta vez en su imaginación, volando por un cielo de color rosa, bastane a gusto, en donde en la tierra tanto como en el mar, habia bellas mujeres y sirenas idénticas a la japonesa, quienes lo saludaban con una sonrisa seductora, estaba por acercarse a una de ellas, en cuanto despertó, nuevamente por una cachetada del pelinegro menor.

─ ¡AUCH! ¡Goten deja de hacer eso! ─ lo miró molesto, justo en la mejor parte, lo habian interrumpido cuando la reina de las sirenas Kagami, le iba a dar un beso, que injusticia

- Es la única manera en la que puedo traerte de vuelta a la realidad - le contestó - Además mirabas a Kagami con cara de tonto, la pusiste un poco incómoda

El platinado lo miró molesto, mientras los demás reian por la escena, incluido el mismo pelinegro. Y claro las risas pararon cuando una mujer de cabellos azules claros apareció en la puerta de la casa

─ Vaya, al parecer se las están pasando bien ─ la mujer observó al platinado al entrar ─ Trunks, pero que formas son esas de salir, ni siquiera avisaste nada solo volaste sin pedir permiso ¿Que tienes que decir en tu defensa?

- Ah... Yo... Mamá es que tenía que ayudar a mi buena amiga Hayami - se abrazó a la azabache que frunció el ceño - Es que ella tenía unos problemas, de em...¡Dinero! Si, y me llamaron para que...ehhh, les ayudara, y yo como buen amigo de Goten, Gohan y Hayami que soy no pude negarme a venir y salir de la casa sin avisar, aparte quería jugar un rato con ellos.

Los tres hermanos sólo se limitaron a quedarse callados, bien sabían que eso no era cierto pero tampoco podían decir que habían ido a salvar París en medio de su entrenamiento.

- Tiene toda la razón madrina, no tiene porqué preocuparse - le siguió la ojizarca para luego susurrarle al oído - Tienes suerte de que me caigas bien, seas nuestro amigo y sepas guardar mi secreto.

- Por supuesto que sí, sabes que no lo diríamos ni aunque nuestras vidas dependieran de éso - le susurró en respuesta - Y pues ya ves, no pude evitar venir

- Bueno si eso es cierto, debiste haber avisado que vendrías a visitar a los chicos - negó la peliazul mayor con la cabeza - Anda Trunks, ya debemos irnos porque tu padre está como loco buscándote.

─ ¡¿Papá?! ─ de acuerdo, eso ya era mala señal, seguramente recibiria un regaño, y no uno cualquiera ¡Uno de Vegeta! Tendria suerte, si salia vivo de esta

─ Si, vamos anda, que ya debemos irnos ─ apresuró

─ Si, ya voy ─ asintió para luego empezar a caminar donde su madre pero sin antes darle un tierno beso en la mano a la ojiambar que se sorprendió ante éso y lo miró fijamente.

- Tengo...tengo que irme, nos vemos luego ¡Vamos mamá! ─ corrió rápidamente fuera de la casa, para empezar a volar, ante la mirada de todos, habia hecho ese acto sin pensar, pero no se arrepentía

"Miraculous Z: Marinette a Saiyan?" (Actualizaciones Lentas)Where stories live. Discover now