Habían transcurrido casi unas tres semanas y ninguno de los dos chicos podía con el lío que tenían en sus cabezas. Por el lado de Hyunjin, Jeongin no hacía más que evitarlo, si estaban en clase e intentaba hablarle, el castaño huía con la excusa de ir al baño, y si estaban con sus amigos, éste no se despegaba de Chan o buscaba algo de qué conversar con cualquiera con tal de no hablarle.
Ya ni siquiera le insultaba o miraba con desprecio, absolutamente nada.
Era más que obvio que su intención era escapar de Hwang pero, ¿por qué? ¿Ahora en serio le odiaba y Hyunjin solo se había ilusionado? ¿Qué era lo que siquiera el menor pensaba sobre él?
Por otra parte, Yang nunca antes en su vida había sentido tanto miedo como últimamente había estado experimentando. No halla que hacer ni entiende su sentir y constantemente se preguntaba qué había mal en él o si lo que ocurría a ese punto de su vida era inclusive correcto.
Por eso mismo llevaba días evitando al mayor, quería olvidarse del tema, deshacerse del caos en su mente y también regresar a unos meses atrás, cuando lo único que pasaba por su mente era esforzarse para debutar con su grupo y por su compañero no sentía nada más que algo de disgusto. Pero nada de eso parecía funcionar, por más que trataba de evadir todo volvía al mismo punto donde solamente se sentía perdido.
Con aspecto de zombie, caminó sumido en sus pensamientos cuando escuchó la campana sonar y se dirigió hasta su casillero en forma automática, sin siquiera prestar atención a su al rededor o a qué estaba haciendo. Por esta razón fue que se sorprendió en demasía cuando una voz ajena le hizo volver a la realidad, notando hasta ahora que se encontraba de pie frente a su taquilla.
ㅡ ¿Estás bien, pequeño?ㅡ observó al dueño de la voz, reparando finalmente que se trataba de Allenㅡ Te saludé pero te quedaste observando tu casillero sin abrirlo... ¿Acaso olvidaste el código?
En el tono que empleó se notaba la preocupación y Jeongin sonrió forzadamente en un mal intento de calmarle. Sin embargo, al ver el ceño fruncido del contrario supo que no servía de nada seguir fingiendo que no pasaba nada, después de todo él mismo se delataba.
Pasó sus finas manos por su rostro en señal de frustración y soltó un exasperado suspiro, para seguido colocar su frente en el frío metal al mismo tiempo que cerraba sus ojos sintiendo un repentino dolor de cabeza.
ㅡ Hyung...ㅡ llamó a lo que Allen recostó parte de su cuerpo en el casillero de al lado y le vio curiosoㅡ ¿Recuerdas la vez que conversamos sobre la persona que me distraía y dijiste que era probable que me gustara?
El mayor asintió en respuesta y aunque el castaño no llegó a verle, dedujo que había afirmado y esperaba expectante a que prosiguiera.
ㅡ La primera vez que lo escuché lo creía imposible, en serio, parecía un chiste de muy mal gusto pero...ㅡ hizo una pequeña pausa pensante en lo que diría próximamenteㅡ Creo que al final sí estabas en lo cierto y... Y no sé, en serio no sé pensar, todo en mí es un desastre.
Tras escucharle con su total atención en el menor, su semblante pasó a ser uno más compasivo. Inevitablemente recordó cuando días atrás conversó con los chicos sobre el tema del HyunIn, apodo puesto por parte de Seungmin, y por lo tanto no había sentimiento de sorpresa ante la confesión, después de todo sabía hasta de cuál persona se refería pese a nunca ser mencionado.
Con cariño, acaricio la cabeza de Yang y le sonrió con calidez en un intento de reconfortarle cuando sus vistas se encontraron.
ㅡ Me alegra que finalmente lo aceptes, Jeongin.ㅡ habló sincero, luciendo orgulloso del otroㅡ Es un enorme avance.ㅡ admitió y el pequeño solo hizo una pequeña mueca, no muy de acuerdo con sus palabras pero Allen lo dejó pasarㅡ Los sentimientos son complicados, más cuando éstos son debido a alguien, pero es normal y algo que no deberías sobrepensar, al contrario, déjalo fluir. No hay nada que temer porque tendrás a tus amigos siempre a tu lado, ¿sí? Puedes organizar tus pensamientos para tomar decisiones pero no estaría mal dejarse llevar por lo que tu corazón diga de vez en cuando, ¿bien?
Por su cabeza nunca llegó a pasar aquél pensamiento y tenía razón, mas no pudo hacérselo saber o comentar al respecto por la inesperada llegada de un tercero.
ㅡ Allen, finalmente te encuentro.ㅡ la interrupción por parte del pelirrojo captó la atención inmediata de ambos chicos ㅡ Hola, Innie.ㅡ saluda Seungmin antes de dirigir su mirada a su compañero.ㅡ Lamento interrumpir pero la profesora de biología quería hablar con nosotros sobre el trabajo, ¿podrías venir conmigo?
Los chicos se despidieron, dejando al castaño nuevamente solo pero en un estado mejor que antes. Tal vez sí sería buena idea seguir el consejo del mayor y dejar las cosas fluir en vez de preocuparse por todo.
No obstante, Jeongin no contaba con qué las cosas no podrían salir tan bien como comenzó a esperar cuando horas más tarde, luego de que las clases concluyeron, se vio acompañado solo por su compañero de puesto en el vacío salón.
ㅡ Jeongin, tú estarás a cargo esta vez de la limpieza.ㅡ había ordenado el amargado profesor minutos antes, luego de que todos sus compañeros habían desaparecido.
Y aún que no fue de su agrado, aceptó sin rechistar, comenzando por limpiar la tiza de la pizarra. Fue hasta que dio media vuelta que supo que no estaba solo y en el fondo del salón se encontraba Hyunjin barriendo tranquilamente.
ㅡ ¿Desde cuando estás aquí?ㅡ preguntó en un balbuceo, maldiciendo por dentro al no poder hablar correctamente.
ㅡ Nunca me fui.
Su contestación fue calmada y en tono dulce, pero no ayudaba a tranquilizar el agitado corazón del menor. Aún así se limitó a respirar para calmarse e intentó no darle mucha atención y continuar limpiando para así acabar pronto e irse, mas antes de poder huir de allí el pelinegro decidió romper el silencio.
ㅡ Jeongin... Comprendo si te desagrado y que mi sola presencia te molesta así que...ㅡ dio un sonoro suspiro para luego sonreír, la tristeza siendo notoria en su miradaㅡ Lo siento mucho si mis acciones te han afectado, no intentaré nada de nuevo y mantendré distancia para evitar problemas en el grupo y que estés tranquilo, ¿bien?
El contrario se vio desconcertado luego de escucharle. No estaba conforme con ello. ¡Su pensar era tan erróneo!, quería confesar, expresarse, aclarar, deseaba tantas cosas en ese momento pero solo pudo mantenerse en silencio sin saber qué decir, siendo ésto suficiente para que Hyunjin lo interpretara como un acuerdo y se sintiese rechazado cuando siquiera intentó declarar sus sentimientos.
De esta forma, sin tener más por decir, se retiró del salón dejando a un muy arrepentido Jeongin atrás.
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