Setenta y dos horas

Parte 1 sin título

- Vamos otra vez, Thea, otra vez-

 - No voy a lograrlo nunca!!-

 - Calma, respirá hondo y recomenzá-

 Respiró agitada y de a poco fue cambiando el ritmo. Retomó el monólogo y respondió las preguntas que iba haciendo Faitoun con parsimonia.

 - Ves que podés?- recogió su libro y sus apuntes.

 - Ahora me pongo la música para volver a mi verdadero árabe así me calmo-

 - No, en todo caso Abdel Halim pero no música libanesa o siria, nada de eso-

 - Pero tengo…-

 - Prohibida! No es que amás a Abdel Halim? Entonces…-

 De la rabia puso un rock furioso y con el volumen altísimo que bajó apenas minutos después porque ni ella misma lo soportaba.

 Miró el bolso y lo abrió sobre la cama, tenía que prepararlo de una vez o iba a llegar el momento de partir y no iba a tener nada listo.

 Aparte el horrible acento libio con el que querían hacerla hablar. Si al final entre qataríes y otras yerbas eso iba a estar lleno de “hablas” distintas!

 Pero eso lo iba a arreglar ella como mejor le pareciera una vez en la jaula de los leones. Allí iba a estar sola y se defendería como mejor creía.