Después de Trípoli

3 0 0
                                    

Miró el teléfono como si quemara.

Pero solamente había una oportunidad porque Amira seguramente no iba a estar mucho tiempo en Malta.

Y no se le había ocurrido llamarla antes!

Ahora, alguno de los amigos, preocupado al verlo tan recluído, le había comentado que había llegado Amira…

Puede pasarme a la Señora Amira Tantawi, por favor?

Un momento, señor, de parte de quién?

Mayor Al-Alawi-dijo seco.

Un momento, por favor-

Después de la música apareció la voz “profesional” de Amira. Toda miel.

El mismo Mayor Alawi que conocí hace tanto?-

Sí, oíme Amira…-

Te enteraste que estoy en Malta y en qué Hotel… bien Mayor… vamos bien-

No necesito tus servicios Amira-

Ah-

Se hizo un silencio algo inoportuno.

Necesito alguna información-

No estás en Trípoli, alguien me dijo que no te quieren mucho-

Por favor, me dejás hablar?- trató de ser educado.

Mayor Alawi has cambiado! Ahora pedís por favor-

Si vos hablaras menos…- se quejó.

Qué sucedería?-

Podría dejarte enseguida para que no pierdas clientes- contestó rápido para no darle oportunidad de hacerse ilusiones.

Adelante, te escucho-

Adónde está Thea?-

Ah… entiendo-

No sé qué “entendés” y te anticipo que no me importa, me porté mal con ella, salimos de trípoli bajo las balas y cuando me encontré con los demás me olvidé hasta de agradecerle-

Escribíle-

Nadie sabe adónde está, vos debés conocer a alguien de su familia, no quiero escribirle, le hablaré por teléfono solamente, claro que debo saber en qué lugar del planeta buscar el teléfono-

Pasaron como tres años y recién lo recordás?

Estás en contacto con ella o no?-

No… no lo estoy-

Sabés adónde puedo encontrar a alguien que lo sepa?-

Si lo supiera no te lo diría, si Thea desapareció es porque debía hacerlo-

Vos sabés algo, estoy seguro!-abandonó el tono cordial y se puso furioso.

Sí, sé que tengo un cliente esperando, hasta otra, Mayor- colgó.

Iba a llegar a morirse de desesperación.

No se había olvidado ni por un momento de Thea a partir de su salida de Libia, pero no había logrado encontrar siquiera un punto de partida para encontrarla.

Al principio le pareció que en cualquier momento volverían a cruzarse. Que ella lo iba a llamar.

Después comenzó a torturar a Tariq.

Ahora, que la desesperación lo ganaba hasta en las cosas cotidianas había llegado el momento de poner todo el peso de su nombre en juego.

Pero esta vez no iba a llamar por teléfono. Tomó el avión a Roma.

Hola Ahmed! Cuando me dijeron que estabas pensé que otra guerra civil estaba estallando- bromeó.

No, por suerte, porque es revolución permanente y no se logra encontrar un punto fijo-

Eso es lo lamentable de lo que pasó-

No te voy a quitar mucho tiempo Michele-

Café?

Sí, gracias-

Michele los pidió por teléfono.

- Contáme-

Vos tenés que ayudarme, tengo que contactar a Thea por teléfono-

Qué tendal dejó Thea en Trípoli! Tariq no deja de llamarme regularmente para preguntar, ahora vos, una vez creo que fue Marwan el que ahora está de jefe en Zintan, no?-

En realidad yo fui poco gentil con ella, me sacó de allá, me dijo cosas que me hicieron pensar, pero en Sorman me reecontré con los amigos y me olvidé hasta de saludarla, es imperdonable-

Pasó tanto tiempo!-

Pero dejá que le hable por teléfono aunque sea a Finlandia-

Cierto que conocés la broma…- se largó a reír- pero no, lo lamento, Thea apenas llegó pidió ser dada de baja, se le dio un permiso de un año y después pasó a Relaciones Exteriores-

No se puede hablar con ellos? A este nuevo Ministro no lo conozco, pero a lo mejor la broma no es tan broma y está en Finlandia-

No, no creo que esté en Finlandia, pero tampoco es posible saberlo, pidió protección, hizo un trabajo importante y alguien podría querer dañarla, así que lo lamento, es secreto de estado realmente-

No puedo creerlo-

Ahmed, si no me equivoco, vos mismo estás semi-escondido en Malta, no? Qué te parece?-

La charla que siguió la aceptó solamente para disimular lo que realmente había ido a buscar.

Tenés a tu familia siempre en Londres?-

Mis hijos sí, mi exmujer volvió a Trípoli, le cedí la casa-

Te divorciaste?-

Digamos que me divorcié apenas me casé-

Recuerdo que eras un galán de terror, las noches de Roma e Ischia, no?-

Ahora solamente recuerdos, los jóvenes se han apropiado de todo- sonrió y se paró- bueno, un gusto haber charlado un rato-

Pasá cuando quieras-

Tratá de encontrar a Thea y hablamos, para algo ya llegaste a Jefe de los Servicios secretos, caramba?-

Y como no! Pero te olvidás que Thea está entrenada para  desaparecer, y lo hizo!-

Evidentemente-

Salió desconfortado.

Cada paso que daba era un escollo alto como el Everest!

Abandonaba la búsqueda y le hacía caso a Tariq?

Imposible, más adelante iba y más tozudo se ponía. No le iba a ganar a él otra tozuda escondida!

Como lo decidió sobre la marcha, Londres estaba más cerca de Roma pero consiguió solamente pasaje hasta París.

De allí tomaría otro avión a Londres.

En el aeropuerto De Gaulle le dijeron que había que esperar tres horas, de modo que se acomodó en la sala de Primera Clase a leer el diario.

No tenía ganas, pero tampoco sus hijos y nietos tenían la culpa de su desazón.

Así cumplía con el encuentro anual y hasta el otro año!

Amal no! No toques eso-

Ela… ela mami…-

Ni se dio vuelta, le salió de adentro pero en el mismo momento se daba cuenta de estar haciendo una idiotez. No podía recordar tan bien la voz de Thea y su acento libanés.

Setenta y dos horasWhere stories live. Discover now