1• La llamada

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Cole:

Mañanas normales.

El aroma de café se esparcía por el departamento. Los rayos del sol se colaban entre las ventanas. La música de fondo era tranquila y sabía que se trataba de otro día más en Nueva York.

- Cole... el desayuno está listo. - la suave voz de Haley en la habitación me hizo abrir los ojos.

Ella me sonríe desde el marco de la puerta. Sus rizos estaban atados en un alborotado moño y sus anteojos caían un poco por el puente de su nariz.

- Anda, chico. Levanta. Es hora de desayunar. - alentó con un gesto de mano.

- He dicho antes cuánto odio levantarme temprano. - me incorporo alzando los brazos al aire para poder estirarme.

- Lo sé, pero tienes que ir a trabajar. Recuerda, tú mismo te metiste en esto. - dice mientras camina nuevamente a la cocina.

Sonrió mientras me acercó a la ducha. Después de terminar, busco entre mi clóset un traje para hoy. Nada demasiado formal pero no demasiado informal. ¿Se entiende?

Me observo en el espejo para poder peinarme. El aroma de los panqueques comienza a llegar hasta mi.

- ¡Eso huele bien!- grito para que Haley me escuche desde la cocina.

- ¡Me los habré comido para cuando vengas!- la escucho reír.

Observo el reloj en la pared, apenas me he tardado poco menos de diez minutos.

Sin poder evitarlo, mi vista cae en el calendario. No está marcado ni mucho menos, pero mis ojos van directamente al número veintiuno.

No puedo evitar sentir un poco de tristeza. Nuevamente pasa otro veintiuno de diciembre y no puedo verla.

Cuanto quisiera poder llamar y saber como está. Qué fue de su vida y si está bien.

- Cole... hablo enserio. - nuevamente Haley entró a la habitación. -¿Qué tienes?- frunció el ceño.

-Nada. - Haley podía ver fácilmente a través de mi, era una de las cosas que me agradaba con ella. A veces ni siquiera debía dar explicaciones, ella sabía como me sentía.

Excepto hoy, obviamente.

Caminamos hasta la cocina donde me serví el desayuno. Haley todavía agitaba la mezcla en el bol para terminar de hacer los panqueques.

Mientras desayunaba, revisaba mis redes sociales.

El teléfono sonó inundando el departamento. Alcé las cejas, nunca recibíamos llamadas tan temprano y mucho menos al número del departamento.

- Termina de desayunar, - Haley pasa por mi lado evitando que me coloqué de pie. - Ya atiendo yo. - sonrió.

Asentí agradecido y seguí en lo mío.

- ¿Hola?- contesta. - Ahm, sí... claro. - baja el auricular y se acerca a mi con dicho en mano. - Es para ti. - frunce los labios indicado que no sabe de quien se trata.

Asiento mientras lo tomo en mano.

- ¿Hola?- pregunto frunciendo el ceño.

- Cole... - esa voz me desconcierta. - Ahm, soy Camila. Camila Mendes ¿me recuerdas?

Una pequeña sonrisa se expande por mis labios. - Sí, hola Cami. - alejó mi plato de la mesa para poder prestar atención a aquella extraña llamada.

- Ahm, puede que estés confundido por mi llamada, pero... - su voz se quiebra e inmediatamente me coloco de pie preocupado.

- ¿Sucede algo? ¿Qué pasa, Camila? - observo por el rabillo del ojo a Haley que se acerca preocupada a mi.

Las palabras que escucho me congelan. Dejo caer el teléfono al suelo mientras siento que todo a mi alrededor comienza a ponerse borroso.

-¿Cole? ¿Qué pasa?- escucho musitar a Haley.

Ella se mueve en cámara lenta y me observa con preocupación. Me aferro a ella.
Quiero correr, quiero salir corriendo y llegar hasta donde ella. Quiero estar con ella. Quiero verla... necesito verla.

- Cole, necesitas calmarte. No puedes ir a ninguna parte así. - Haley me observa desconcertada mientras empaco algo de ropa en una pequeña maleta.

- Si me quedo aquí es peor. - niego. - No puedo... no puedo dejarla sola. Necesito estar allí. Quiero verla...- cierro la maleta con fuerza y la tomo.

- Entiendes que es una locura. - me detiene tomándome de la mano. - No dejaré que vayas de esa manera. Iré contigo...

Antes de que pueda seguir avanzando, la tomo de la mano. Ella observa nuestras manos unidas.

- No quiero... quiero, hacer esto solo. - pido apenas.

Observo la preocupación y tristeza en sus ojos. Está vez, ella sabe lo mucho que significa para mí.

Asiente apenas, luchando por contener las lágrimas que comienzan a acomularse en sus ojos.

Bajo hasta el estacionamiento y me apresuro a subir a mi auto y ponerme en marcha. Por la ruta que tomo a estas horas realmente no hay tráfico.

En mi mente la imagen de Lili se repite una y otra vez. Su rostro, su sonrisa, sus ojos brillantes, su risa, incluso sus lágrimas corriendo por sus mejillas.

Esta vez, sin casi darme cuenta, comienzo a sentir las lagirmas resbalar por mis mejillas. La respiración comienza a hacerse pesada y trato de mantener la calma.

Lili...

Lili...

Lili...

No me doy cuenta como, pero de repente, un golpe hace que todo se vuelva negro.

El despertado suena.

Abro los ojos y el corazón me late a mil por hora. Observo a mi alrededor.

Me encuentro en mi departamento.

//Forever●Sprousehart//

Holi, espero que estén interesados. Una pequeña historia Sprousehart que había tenido en mente hace un tiempo.

Sigan leyendo.

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Forever - Sprousehart♡Where stories live. Discover now