Cuentas Pendientes

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Era una tarde como cualquier otra. Los chicos se encontraban en clases, entre ellos estaban Oscar y Erizo. Dos mejores amigos, ellos solían hacer todo juntos, hasta que conocieron a Jonathan, un perro por un año mayor que Oscar y Erizo. Cuando el chico se integró al curso, al ver lo solitario que era, Oscar y Erizo decidieron hacerlo su amigo, pues le recordaba a ellos antes de que se conocieran. Jonathan llevaba una camisa roja y un pantalón corto de color negro. Sus zapatos ya estaban muy desgastados y su ropa la llevaba algo sucia, pues el chico no vivía en muy buenas condiciones

Los tres amigos se encontraban en comedor, charlando

-¿Y como les fue en el examen?- cuestionó Erizo

-Regular. Por suerte, la mayoría de las preguntas que salieron, fueron las que me estudié mejor- dijo Oscar

-¿Y a ti, Jonathan?- le cuestionó Erizo

-Mal. No pude estudiar anoche por mis vecinos. Colocaron una horrible música que no me dejó concentrarme- dijo desanimado Jonathan

-Pero... Esta prueba estaba planteada desde la semana pasada- Dijo Erizo

-Ehm... Estuve ocupado en otras cosas- dijo el perro, entre risas

-Por curiosidad, ¿que tipo de música colocaron tus vecinos?- preguntó Oscar

-Vallenato- respondió Jonathan

-Uy no!, ¡que horrible!- dijo Erizo

-Si... Tienes suerte de no tener unos vecinos tan fastidiosos cono los míos- dijo Jonathan

De repente, el timbre para volver a clases había sonado

-Bueno... Supongo que es hora de volver a clases- dijo Oscar, mientras se levantaba del asiento

-Al menos veremos la mejor materia de todas... ¡historia!- dijo Jonathan

-Esa materia no la soporto. Espero no quedarme dormido esta vez- dijo Oscar con fastidio

Varias horas pasaron y la clase de historia llegó a su fin, al igual que ese día de clases

Los tres amigos estaban caminando por el pasillo de la escuela, camino a la salida

-Me encantó esta clase. Estuvo bastante interesante- dijo Jonathan

-Me sorprende que no te hayas quedado dormido esta vez, Oscar- dijo Erizo

-Ni yo se como lo logré- dijo Oscar mientras bostezaba

Saliendo del colegio, los tres chicos se pusieron en camino al parque. Pues siempre les gustaba jugar un rato ahí antes de ir a casa, a excepción de los días donde tenían examen al siguiente

-Cuatro, tres, dos uno- dijo Erizo, frente a un árbol mientras se tapaba los ojos- ¡Listo o no, haya voy!- exclamo, y empezó a buscar a sus amigos

-En donde estáaaan- dijo Erizo, mientras caminaba debajo de un árbol, en el cual se encontraba Oscar subido, quién se tapaba la boca mientras reía al ver a que su amiga no lo encontraba

Mientras Erizo caminaba lentamente, pudo oír crujir una rama detrás de un tobogán

-¡Ajá!- exclamó Erizo al mirar por ese lado del tobogán, pero no había nadie

SecuestradosWhere stories live. Discover now