3. Un buen motivo para seguir

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Leon y Ellie viendo por primera vez a un Licker

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Leon y Ellie viendo por primera vez a un Licker.

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Fotofragía del equipo Alpha, S.T.A.R.S.
Se puede apreciar a Jill Valentine y a Chris Redfield hincados al frente.

—¡¡Agachate!!

Ellie se dejó caer al suelo sin delicadeza, y emitió un gemido de dolor cuando sus rodillas, ya bastante lastimadas, golpearon los tablones de madera. Con los ojos bien cerrados y cubriéndose los oídos con ambas manos, sintió cómo todo el edificio se sacudía, al mismo tiempo también pudo sentir el brazo de Leon rodenadole la espalda, intentando protegerla.

Se encontraban en uno de los pasillos del ala este, en el segundo piso, cuando de pronto el sonido de un helicóptero rompió el silencio que los inundaba, se volvió cada vez más fuerte, anunciando lo peligrosamente cerca que estaba, hasta que se estrelló en la comisaría.

Cuando el piso dejó de vibrar, los dos se levantaron con rapidez y se acercaron a la pared frente a ellos, a través de las ventanas pudieron ver cómo el helicóptero se había estrellado a tan solo unos metros de ahí y había destruido un muro, bloqueando el paso. Leon se adelantó y atravesó la salida de emergencia, y en el momento en que puso un pie en el balcón de metal comenzó a sentir las gotas de lluvia golpeando su rostro. Ellie salió justo detrás de él, y no pudo evitar poner una de sus manos en su frente para que el agua no le cayera en los ojos.

—¡Eh! ¿¡Leon!? — Un grito femenino los obligó a los dos a girar su cabeza y apartar la vista del accidente.

En el patio debajo de ellos, tras una reja de metal, estaba parada una muchacha pelirroja mirando en su dirección. El policía corrió a la barandilla tan pronto como escuchó su nombre, y luego de comprobar que se trataba de Claire, sonrió.

—¡Claire! ¡Espera, en seguida voy!

Él le dio una mirada fugaz a Ellie, incitándola a seguirlo, y luego bajó las escaleras. La rubia podía sentir los ojos de Claire sobre ella mientras se acercaban a la reja, y por un segundo tuvo el impulso de esconderse tras la espalda de Leon, pero toda la situación no era como para ponerse nerviosa frente a un desconocido. Había cosas peores a las que sí debía tenerles miedo.

EVASIÓN » Leon S. KennedyWhere stories live. Discover now