◇Dos◇

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Bueno, intentarlo con un chico no sería dificil, el problema era encontrar a alguien que le interesase. No era como con las mujeres, no podía ir y agarrarse a cualquiera. Por lo menos para intentar por primera vez tenía que ser alguien que realmente le aparezca atractivo.

¡Kageyamaaa~!Saltó ensima del más alto, distrayendolo de todo lo que estaba pensando.¡Buenos días!Volvió a gritar feliz, miró de reojo a la naranja que se encontraba colgado de su espalda con una sonrisa de punta a punta. Realmente brillante era, como siempre.

Ya, bajate.Hinata sin problema se bajó y caminó a su lado, se alegraba tanto de que hoy no este de sus humores raros con el. Detestaba cuando se ponía realmente distante, le fastidiaba demasiado.

Observaba y analizaba disimuladamente a Shoyo.

Baja estatura, tierno, algo lindo, insoportablemente alegre, siempre le atrajó, es decir, en voley, siempre tuvo esas ganas de querer mandarle la pelota y de mirarlo anotar todos los valones mandados por el. Pero... si lo pensaba bien, era atractivo, algo sexy.

Dudó un poco, pero ¿No estaría mal no?

Por el momento ignoró el tema y entraron al gimnacio siendo recibidos por Tanaka y Noya. ¡¿Alguna experiencia que contar?!Preguntaron al unisono.

No hoy no, anoche solamente dormí en mi cama, en ningún motel.Los dos mejores amigos miraron decepcionados y Hinata sonrió de buen humor, eso quería decir que su cuerpo estaba completamente limpio el día de hoy. Capaz de abrazarlo sin problema alguno como hoy en la mañana.

uuh, que lastima, hoy jugara mal el señor rey.Molestó contento el señuelo del karasuno.

Callate que fue por tu culpa, tarado. Todo por acompañarte.Sonrió aun mas victorioso, gracias a el no se había acostado con ninguna zorra. Realmente de buen humor lo ponía. Le ignoró y comenzó el entrenamiento, con el pelinegro algo diferente, pero no era problema, había logrado colocarle los valones a todos los rematadores.

Ah~ hace mucho frio.Eran casi primeros días de diciembre y era mas que obvio, Hinata llevaba mayormente el uniforme una bufanda realmente gruesa, que le cubria la mitad de la cara, y un buzo bajo el uniforme color blanco.

¿Que buscas?Preguntaba Kageyama viendo al enano frente a la maquina espendedora.Llevo diez minutos esperandote, tanto que dices " no empieces a comer sin mi" y tu como tarado frente la maquina.
Hinata fruncio el ceño algo enojado y siguió buscando su preciado jugo de naranja.

No hay jugo de naranja, mierda.Suspiro frustrado estirandose peresosamente.

Yo compré el ultimo.El mas bajo le miro indignado.Calmate, te lo dare. A cambio comprame uno de manzana.Asintió tiernamente emocionado y compró uno de manzana intercambiandolo como un niño pequeño por el de manzana.

Se sentaron en el mismo cordon de siempre, ambrientos y totalmente muertos de frios. ¿No deberíamos ir o otro sitio en invierno? Enserio hace demasiado frio como para estar aquí fuera.Comentó dandole un bocado a su comida hecha por su amorosa mama.

Me da lo mismo, si quieres mañana vamos a otro sitio a almorzar.No dijo nada y solo asintió tomando orgullosamente su jugo de naranja mirando como caía la nieve, deseaba tanto que llegase el verano por fin. Hey... ¿Te puedo dar un beso?Apenas formuló la pregunta sin verguenza alguna, Hinata escupió todo el liquido que estaba ingiriendo. Su preciado juguito...Tarado, escupiste todo.Se alejó rapidamente poniendose en defenciva, no sabía que podía esperarse.¿Y bien? ¿Te puedo dar un beso?El anaranjado se tornó aún mas de un color rosado acercandose a rojo.

Si... Eh ¡No! Digo... ¡Si! , nono... ¡No bromees con eso!Apenas podía formular las palabras y Kageyama suspiro confundido.

No bromeó. DecideteApoyó su barbilla en su menton esperando respuesta del más bajo que casi largaba humo.

N-n-nunca... Di un beso...Ocultó su rostro con sus manos, estaba realmente avergonzado ¿como podía decir eso Kageyama? Por otro lado el pelinegro se esperaba que fuera virgen, pero el que nunca había tocado los labios de otra persona, wow no se la esperaba. Pero no iba a negar que le gustaba la idea de ser el primer beso de su rematador.

Se lavantó de su sitio para quedar a mas altura del pequeño avergonzado y delicadamente intentó sacar las manos de su rostro completamente enrojecido. Levanto su rostró observando lo tierno que veía desviando su mirada, no dudo ni un poco más y le encajó sus labios juntos con los de el. Un pequeño y delicado beso.

Una sensación completamente diferente, totalmente calida y confortable, le gustaba ello y quería seguir robandole besos al enano.

Amigo Con Derechos [Kagehina]Where stories live. Discover now