Capítulo XIX

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Tras una revisión minuciosa por parte de los médicos, nos fue informado a Jumin y a mí que no presentaba un daño demasiado severo más allá de la atrofia de mis músculos, debida a todo el tiempo que pasé inconsciente sin poder moverme, y al hecho de que me costaba articular una frase completa sin balbucear o trabarme. Según los especialistas, para mi recuperación sería necesario un proceso de rehabilitación intensivo, y dado que mis posibilidades de volver a la normalidad (físicamente hablando) eran muy altas, acepté; aunque, de no haberlo hecho, Jumin me hubiese obligado, así que mi opinión no importaba mucho al final.

Ya estaba amaneciendo y Jumin seguía a mi lado, sin haber dormido en toda la madrugada desde que desperté y los médicos se encargaron de revisarme. Se notaba ojeroso y cansado, lo cual me hizo sentir gran culpabilidad. Después de todo, él tenía un puesto de suma importancia en la compañía de su padre, próximamente suya, pero estaba dejándolo a un lado sólo por mí. ¿Acaso había sido de esa manera mientras estuve inconsciente?

Después de todo el revuelo, me percaté de otro detalle importante. ¿Dónde se encontraba Jihyun? ¿Estaba bien? Necesitaba saberlo de inmediato.

—¿J-Jumin...? —intenté llamarle. Él, todavía sentado en el sofá, levantó la cabeza, haciéndome saber que me escuchó.

—¿Qué ocurre? ¿Te sientes mal? ¿Necesitas algo?

—Jihyun... —fue todo lo que dije.

Jumin frunció el ceño y desvió la vista por escasos segundos. Enseguida se levantó del sofá y se acercó hasta quedar a un lado de mi camilla.

—¿Él es...está... b-bien? ¿D-dónde-?

Odiaba el no poder articular mis frases correctamente. Dentro de mi cabeza todo sonaba perfecto, pero en el momento que intentaba expresarlo en voz alta, mis labios se negaban a cooperar conmigo.

—Jihyun está bien, Sun —me aseguró—. Sólo que no se encuentra aquí.

—¿Es-está en... su... c-c-casa?

La expresión de Jumin reflejó tristeza. Supe que algo no estaba bien.

—No está en su casa. Nadie sabe dónde está.

Mis ojos se abrieron de par en par. Estaba por decir algo cuando Jumin continuó hablando.

—Te he dicho que has estado inconsciente por un año y medio, Sun. Durante el primer año, Jihyun no hizo otra cosa que lamentarse y culparse por la situación en la que te encontrabas —explicó serenamente—. Día y noche estuvo aquí, esperando que despertaras pese a los diagnósticos poco alentadores de los médicos. Estuvo contigo en todo momento e incluso se descuidó a sí mismo con tal de no dejarte sola, pero... cada día era un suplicio para él. Cada día que no despertabas, era un recordatorio de que, por su culpa, estabas en ese estado tan delicado entre la vida y la muerte.

Mientras Jumin continuaba hablando, sentía un dolor en mi pecho incrementándose cada vez más. Me dolía saber todo lo que había pasado Jihyun, siendo tan mártir como sólo él es, siempre cargando con todos los problemas y haciéndose responsable hasta de culpas que no son suyas. No podría ni imaginar cómo debió sentirse... conmigo en ese estado...

—Él estaba enloqueciendo, Sun, y el seguir viéndote postrada en esa cama sin moverte lo estaba matando. Tuve que tomar cartas en el asunto, ya que no soportaba ver cómo mi amigo caía lentamente en ese abismo.

—¿Q-qué h-h-hiciste?

—Para empezar, lo obligué a que se sometiera a una cirugía para recuperar su visión. Quizás no lo sepas, pero Jihyun quedó casi ciego después de su turbulenta relación con Rika... —Jumin dejó escapar un suspiro, que reconocí que era para liberar frustración—. Además de eso, le insistí en que tomara una terapia psicológica; tan terco como es, se negó al principio, aunque logré que aceptara con mi insistencia. Él mejoró notablemente en un par de meses, pero...

The Compass [Jihyun Kim | Mystic Messenger]Où les histoires vivent. Découvrez maintenant