♤~Capítulo LVII~♤

2.6K 318 233
                                    

—Estoy segura de que si, ¿quieres pasar un rato?—. Entré a la casa, sentándome en la mesa del comedor, observando la pequeña pero acogedora casa—. ¿Deseas algo de té?—. Asentí, pensando en lo amable que era la mujer.

—¿Vives con tu marido?—pregunté, recibiendo la taza con un leve gracias. Ella se sentó frente a mí, mientras mirábamos a las niñas jugar por la ventana.

—Sí, tenemos dos niños. La pequeña Teela y su hermano menor, Imp. Por el momento, como Imp es tan pequeño duerme con nosotros, pero estamos ahorrando para mudarnos a otra casa cerca de aquí que tiene tres habitaciones—. Sonreí, asintiendo. Me parecía tierno escuchar a la mujer tan feliz, hablando sobre su familia. Me comencé a preguntar si me veía así cuando hablaba de mi pequeña Bee—. ¿Y tú?

—Yo vivo en un departamento con ella, cada una tiene su propia habitación—conté. Ella sonrió, manteniendo la conversación.

—¿Viven cerca de tu universidad?

—Sí, también estamos cerca del colegio y de mi trabajo, así que tengo todo allí—. Le di un sorbo a la taza de té.

—Ahh, genial entonces—. Seguimos conversando un buen rato sobre cosas no triviales, conociéndonos un poco más. No era mucho más grande que yo, tenía la edad de mi hermana mayor y había tenido a Teela a los 20, por lo que tenía empatía conmigo respecto a Bee. Le agradecí mucho por los ánimos sobre criar a Melsy y le conté cómo la había conocido.

Las horas se habían pasado sin que nos diéramos cuenta, llegando la hora de la merienda. Teela y Bee merendaron juntas, mirando caricaturas en la televisión, mientras yo juntaba sus cosas de la habitación con la ayuda de Dosti, la madre de Teela.

Volví con Melsy en el auto a casa, encontrando una sorpresa allí. 

—¡Adora!¡Tanto tiempo!—. La mujer alta me abrazó con cariño y una gran sonrisa.

—¡Directora Angella!

—Oh, linda, no tienes que decirme directora. Sólo Angella está bien—. Se giró hacia Bee, agachándose a su altura—. Hola pequeña, ¿cuál es tu nombre?

—Soy Melsy, un gusto —dijo sonriente, entregando su mano para que la estreche, lo que sacó una risa en Angella.

Comenzaron a entablar una pequeña charla donde Angella le preguntaba su edad y demás cosas, por lo que me dirigí hacia Glimmer y Bow.

—¿Cuando llegó?

—Hace una hora. Llegó sin avisar, tocando el timbre del edificio. No sabía nada Adora, sino te hubiera avisado —respondió Glimmer, rascando su brazo en señal de estrés. 

—Adora, ¿te molestaría dormir con Bee estos días?—dijo Bow, con notable rostro de sorpresa, rogando con la mirada—. Disculpa si es molesto, pero Angella dijo que se quedaría aquí unos días y no tenemos de otra...

Antes de que siquiera pueda abrir la boca, tocaron la puerta del departamento. Glimmer fue a atender, tardando unos segundos para luego entrar sonriente con una fuente de galletas horneadas.

—¡Galletaaaas!—saltó Melsy, sentándose en la mesa y tambaleando sus piernas en señal de emoción. Sonreí, pensando en lo tierna que se veía.

—¿Y esto?—pregunté hacia Glimmer.

—Era Scorpia. Me dijo que se iría de viaje unos días con el grupo, así que nos había hecho estas como despedida. ¿No es un amor?—. Asentí, tomando una con la mano y probándola, sonriendo al instante. El amor de Scorpia era tan grande y tan distribuido que hasta su comida lo reflejaba.

Volvieron a tocar la puerta, pero esta vez fui yo a atender.

—Catra —dije sorprendida. Cerré la puerta detrás de mí, quedando frente a ella—. ¿Qué cuentas?

—Cuento que estaré sola estos días y que quiero que te quedes conmigo, ¿se puede?—declaró, tomando mi cintura. Reí levemente, pensando en lo obvio que el destino podía ser.

—No puedo dejar a Bee sola. Además, no creo que sea adecuado...

—¿Por qué? La pequeña puede quedarse en la habitación de Scorpia—. Me soltó, mirándome a los ojos y apoyándose en la pared.

—No lo sé, Catra.

—Oh, vamos. Será sólo una semana, princesa. Además, no te estoy invitando a vivir conmigo. Estás a tres pasos de tu casa para buscar tu ropa y las cosas que tú y la niña necesiten...—. Desvié la mirada, pensando que no era correcto—. Me sentiré muy sola si sólo te veo unas horas en el trabajo, porque no te puedo ver todo el tiempo en la universidad...—. Volví mi mirada hacia ella, pensando en lo convincente que puede ser algunas veces.

—Si Melsy quiere, lo haré. Sino, es un rotundo no, ¿estamos?—. Catra sonrió, asintiendo varias veces, lo cual me hizo pensar en sus intenciones—. Y nada de lo que pasó anoche se puede repetir en estos días, Catra—. Levantó sus manos, rendida—. Hablo en serio.

—Yo también—completó, para retirarse hacia su departamento.

Entré otra vez a mi casa, sintiendo la mirada de mi hija sobre mí.

—¿Qué pasó, mami?

—Tengo que hacerte una pregunta. ¿Vienes?—. Le señalé su habitación. Ella asintió, tomando dos galletas de la fuente y siguiendo mi paso. Entramos a su dormitorio, sentándonos en la cama.

—¿Qué querías preguntarme?

—Sabes, la mamá de la tía Glimmer, la señorita Angella, se quedará aquí unos días.

—¿Por qué?—sonreí, acompañado de un suspiro. Había comenzado la etapa de las preguntas.

—Porque extraña mucho a su hija.

—¿Por qué?

—Porque la ama, Bee. Así como yo te amo a tí—. Sonrió, satisfecha, para darle un bocado a su galleta, esperando a que siga—. Como te decía, Angella se quedará aquí unos días, por lo que tendrá que usar la habitación de mamá para dormir. Entonces, había pensado que nos podíamos quedar con la amiga de mamá, ¿sabes?

—¿La señorita Catra?—. Asentí—. ¿Tendré mi propia cama o dormiré contigo?

—Como tú prefieras, hija. Puedes hacer las dos, si quieres. Estaremos cerca de casa por si quieres buscar alguno de tus juguetes o si quieres pasar la tarde con Angella y los tíos Bow y Glimmer...

—Sí, me gusta la idea. ¿Podemos ir ahora? ¡Quiero conocer su casa!—sonreí, pensando en lo suertuda que era la morena.

(Love &) Hate [Catradora]Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon