El primer Coliseo

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NO OLVIDEN DARLE PLAY AL MULTIMEDIA! Entren en ambiente...

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15 años atrás...

Mis pies no dejaban de moverse, creo que ya lo tengo todo. Aretes, zapatos limpios, rímel, tal vez debería repasar mi cabello si es que mamá me dejaba usar su secadora de pelo otra vez, una pasada extra al labial no mataría a nadie. La risa de Lu me avisó que estaba en la puerta de mi habitación.

-¿No puedes irte a otro lugar?

-Podría, claro que sí. -Lu entró con una enorme sonrisa y se dejó caer en mi cama. Mire como parte de su cena caía en mi edredón.

-¡No comas sobre mi cama, papá dile algo!- el entró al segundo.

-Lu, ve a esperar en la puerta por tu tía. Madonna... ¿Recuerdas lo que hablamos anoche? -Mi hermano salió a esperar a mi chaperona de esta noche.

-¿Por qué no puedo ir con alguien más?- utilice todos mis encantos con papá.

-Tu madre y yo te explicamos las reglas sobre esto. La ocupas si quieres ir al Coliseo.

-Oh! Papá eso no es verdad, podría ir con otras chicas de mi edad.

-¿Qué otras chicas de tu edad, genio? -Lu se reía de mis intentos desde la barra en la cocina.

-Lu, te dije que a la puerta.

-Ya mamá la recibió.

-¡Papá, no puedo ser la única loba con 15 años en la fiesta! -seguí a mi padre hacia la sala de estar- Además, de verdad me gustaría hacer amigas de mi edad. 

No pude seguir discutiendo porque las voces sonaban más fuertes. En la sala me esperaba mi madre junto a Tía Sora. A diferencia de la apariencia recatada de mi madre, mi chaperona era otra cantar. Portaba un hermoso vestido palabra de honor que hacía que sus hombros se miraran delicados, pero eso era lo único delicado en ella. ¿El resto? Eran curvas mortales de carretera, mira con celos su bonito pecho. Todo en ella estaba acentuado por un vestido cromático.

A mi no me habían dejado utilizar nada ajustado, mucho menos escotado. ¡No era justo! Mire mis zapatillas de bailarina. Mi tía llevaba tacones, y seguro otras chicas iban a llevar tacones. Y yo de verdad quería unos zapatos de tacón brillantes, metalizados y llenos de purpurina como los de Fiebre de Sábado Noche. Me prometí a mi misma ahorrar para un par rosado.

-¿Aún estás brava por los tacones?- Pillada, mamá se daba cuenta de todo.

-No es eso. Bueno si... pero hum.

Gire hacia el espejo en la entrada y mire mi reflejo, ya no estaba tan segura de mi elección. Mi cabello caía en cascada hasta la cintura, mi vestido color verde era hermoso pero no ayudaba a mi cuerpo de tabla, habíamos trabajado por semanas en las telas y mi madre me lo había cosido ella sola, incluso colocó piedras de fantasía para decorarlo. Lleve las manos a mi cintura y enderece la espalda, tan solo si por fin mis senos decidieran aparecer este vestido lucirá mejor.

Mi madre me miró un momento- ¿Sabes la sensación que vas a ser cuando llegues ahí? Mi hija va a ser la nueva futura sensación desde California y en unos años cuando tengas suficiente edad... -ella tomó mi rostro entre sus manos- Qué ojos tan bellos tienes, mi amor. 

No podía estar nerviosa por mi primera salida al Coliseo, tenía al fin edad para asistir y pasé todo el año pasado pensando en cómo conseguiría amigas de mi edad en otras manadas. Con un poco de suerte iba a conseguir varios números que guardar en mi nuevo celular. Las hembras aquí eran tan ash, viejas. Además, no es como si tuviera la responsabilidad de conocer chicos, no aun. 

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⏰ Last updated: Oct 02, 2020 ⏰

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MADONNA - La Cruda ManadaWhere stories live. Discover now