Cambios

2.6K 228 3
                                    

Pasaron los días, no podía ver a Calle, ambas estábamos aisladas al igual que en el hospital. Solo con una diferencia, estábamos separadas por solo una pared. Encontramos la manera de comunicarnos, acariciábamos la pared con nuestras manos. Podía sentir el calor de su mano al tocar la pared. ¿O era mi imaginación? Probablemente sea eso. Todos los días tenía una cita con un psiquiatra, con el cual se suponía que tenía que contarle mi vida y mis más oscuros secretos. Ya era la hora. Tenía que ir a charlas de mi vida con un desconocido que de seguro no le importaba mi vida.

"Quiero morir".- le dije cuando me preguntó cómo me sentía.

"¿Por qué?"- dijo inmediatamente después de mi respuesta.

"¿Es importante?"

"Es importante porque yo podría ser capaz de ayudarle."

"No puedes".

"¿Cómo lo sabes?"

"Porque nadie me puede ayudar – Esto es un poco .. Como decir...un caso perdido de cierta manera."

"Sabes, si siempre piensas en el suicidio, no vas a dejar este hospital."

" Me importa una mierda. No hay nada ahí fuera para mí. "

"¿Qué pasa con Daniela?"

Me quedé helada. Un nudo se formó en mi garganta mientras pensaba en nuestros días y mi mente fue invadida por los recuerdos de exactamente veintiocho días....

Salí de ese maldito salón. Como si fuese un ángel caído del cielo. Me encontré con Calle en el pasillo. Ella se veía tan contenta... La abracé sin decir una palabra.

"Estoy siendo dada de alta", dijo Calle, su rostro se iluminó con entusiasmo y alivio. Habíamos estado en el pabellón psiquiátrico durante casi treinta días. Dani había sido dado de alta. Y a mí me habían dado un rotundo "no". Sentí las lágrimas en mis ojos alzarse con la conciencia de que tenía que quedarme en el hospital sola. La sonrisa desapareció del rostro de Calle cuando se dio cuenta de que no yo no corría la misma suerte, y ella tomó una respiración profunda. "¿Cuánto tiempo te vas a quedar?"

"No lo sé ..." susurré, todavía tratando de comprender el hecho de que estaría ahí sin ella. Nunca se había cruzado en nuestras mentes que iba a pasar esto... no estar juntas. "Bueno," empezó Calle, optimista, con la cabeza un poco más alta, "No será por mucho tiempo. Antes de que te des cuenta te unirás a mí afuera linda... estaremos juntas como si todo esto nunca hubiese pasado. Voy a alquilar un apartamento. Me voy a mudar de casa de mis padres y puedes venir a vivir conmigo, vamos a conseguir un sofá y una lámpara de noche, porque sé que odias la oscuridad... "

Las lágrimas comenzaron a caer por su rostro y no había nada más que pudiera hacer que tirar de ella y darle un fuerte abrazo. "Estaré esperando por ti",me susurró al oído. Ella se apartó y me dio un firme pero dulce beso en mis labios, me aseguré de memorizar exactamente cómo lo sabía y sentía contra mis labios, sabiendo que no estaría cerca de mi por un tiempo. Ella me dio una última sonrisa y se fue a recoger sus maletas para irse.

"Ya no me necesita ahora. Está mejor sin mí, ella quiere vivir. No creo que quiera a una chica deprimida como yo dando vueltas ", dije, con un sabor amargo en la boca. Mi terapeuta hizo todo lo posible para entender... estaba confundido como yo. Y dijo, "Pensé que te amaba?" Sentí como una mano de hierro había agarrado mi corazón y lo aplastó en su palma antes de apuñalar mí estómago, retorciendo el cuchillo lentamente a medida que la sangre corría por mi cuerpo. "A nadie le gusta una chica suicida", dije. Decidida a no dejar que me vean llorar, mire el reloj y dije: "Se acabó el tiempo. Nos vemos mañana".

Salí y me dirigí directamente a mi habitación, haciendo caso omiso de todo el mundo a mí alrededor. Yo no había hecho ningún amigo. Tampoco lo quería. No quería que nadie más que a Calle. Me desplomé en la cama agotada, a pesar de ser sólo las cuatro de la tarde. Una voz familiar me hizo mirar hacia arriba ya que había oído, "¿Tan cansada a esta hora de la tarde?" Camine a la puerta. Era la Dra. Robbins ella entro a la habitación y se sentó en mi cama, y respondí, "Me han cambiado a otro tipo de benzodiacepina que se supone que ayuda con la ansiedad." Ella asintió comprensivamente. Entonces, ella me miró y dijo: "Lo siento, Poché, he estado presionando para que te permitan el contacto con Calle, pero es imposible. Están preocupados dicen que tu aun estas dispuesta a tratar de iniciar un nuevo pacto suicida ".

14 días de vida con Daniela Calle [Caché] Terminada.Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt