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"Amo tus ojos, tu boca y tu voz..."
Cuando Isabella despertó aquella madrugada no se sentía bien, llevo sus manos a su vientre donde sintió sus piernas mojadas. Se estira lo suficiente para que su vientre de ocho meses no fuera aplastado por su propio cuerpo. Toma su teléfono mientras un profundo dolor la atraviesa de pies a cabeza haciéndola sollozar, debe mantener el celular entre sus manos un momento mientras trata de soportar aquel dolor infernal.
Tanto Chris, como Scarlett debieron ir a la fiesta de aniversario de los padres del hombre, debían viajar hasta Texas por lo cual por su embarazo prefirió quedarse en casa. Ella prometió que los llamaría si algo estaba mal pero no pensó que algo realmente ocurriría. Llevaba muy bien el embarazo en esos últimos meses.
- Isabella- dice la voz adormilada de Tom apenas le contesta - ¿Estas bien?
- Creo que rompí fuente- susurra la chica demasiado adolorida- ¿Puedes venir por mí?
- Estoy allá rápido- dice el joven - tu solo aguanta
- Tengo miedo
- Tranquila ira Tom al rescate- dice el chico agitado logrando que su amiga ría- Todo ira bien ¿Promesa?
- Promesa- articula ella antes de cortar la llamada.
Bella se arrastra hasta que sus pies toquen la alfombra, se sienta para bajar de la cama, pero el dolor es tan fuerte que debe sentarse en la cama para no caer al piso. No se altera cuando suena la alarma a los pocos minutos, ni siquiera le importa despertar a los vecinos. Ve a Tom con pijama correr hacia ella.
- Vamos- dice el chico ayudándola a ponerse de pie dejando que su peso se cargue sobre el- ¿Puedes caminar?
- Eso creo- dice ella mordiendo su labio
Tom la toma de la cintura y la ayuda a bajar con cuidado la escalera. Es una ardua tarea ya que ninguno quería tener un accidente. Bella para en la entrada desactivando la alarma, mientras Tom va por su bolso que ya está listo y la carga hasta llegar al auto.
Una vez allí Tom conduce como un loco, pasándose todos los signos de altos y las luces rojas hasta llegar a la clínica. Bella se queja de dolor todo el camino, al llegar la baja con cuidado y rápidamente dos enfermeros la llevan a realizarle estudios necesarios.
Tom queda en el pasillo temblando, toma su celular mientras llama a su jefe.
- Señor Evans- dice apenas el hombre le contesta- creo que hoy nacerá su bebe.
