| 34 |

50.4K 6.2K 8.4K
                                    

| Dedicación: luchi01401 |

Capitulo treinta y cuatro: extasiada.

El asesino encuentra mayor placer en contemplar su obra sádica que en el mismo acto de matar.

✞

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—Ader sale de esa habitación triste o enojado y créeme...lo vas a lamentar, lagarta.

Vera se vio irritada ante mi comentario. Sus uñas largas castañearon cuando removió sus manos de una forma extraña y me encaró.—¿Qué me harás, huh? ¿Asesinarme?

Apreté los labios y me acerqué un paso más, mi dedo índice estaba apretándose en su pecho contra su estúpida blusa rosa chillón.

—Desearás que solo fuera eso.

—Tú no me asustas.—Se cruzó de brazos y terminó por dar un paso atrás. ¿Si no la asustaba por qué retrocedía?—Solo eres una colada pobre con aires de grandeza que se cree superior a todo el mundo. ¡Ni siquiera te vistes bien!

—Eres una completa ignorante.—solté una risa irónica.—¿Soy pobre por no malgastar el dinero? Necesitas consultar con rapidez un diccionario. Yo me gané esto con mi esfuerzo, con mi sudor, y si eso te molesta es porque lo estoy haciendo jodidamente bien. ¡Y me visto mejor que tu culo bañado en rosa!

Sin embargo, Vera no fue capaz de responder cuando Laura se adentró a la habitación.

—Señorita Phoenix.—Laura me dirigió una pequeña sonrisa.—El señor Aleph la espera en su habitación personal, dice que tienen algo que terminar.—Laura se mordió su labio inferior a propósito. Los ojos de Vera se abrieron exageradamente y su cara empezó a teñirse de rojo. La muy arrastraba estaba celosa.—Señora Vera...

¿Acaso acababa de llamarla señora? ¡Amo a esta mujer!

Su chofer la espera en la puerta. ¡Todos estamos ansiosos porque se vaya!—Laura se tapó la boca. Como si estuviera disculpándose sin hacerlo realmente.—¡Oops!

¡Adópteme maestra!

Y que te quede jodidamente claro, lagarta, los Riox son míos...y ni tú ni nadie va a cambiar eso, ¿comprendes? ¿O quieres que te haga comprender?—La forma ruda en la que hablaba contrastaba con la sonrisa inocente que esbozaba. Me sentí victoriosa cuando sus ojos se encendieron en ira y se volteó dramáticamente para irse.—¡No vuelvas nunca! ¡Oops!

Volteé soltando una carcajada hacia Laura, quien me acompañaba con una pequeña sonrisita traviesa.

—Yo que usted no haría esperar al señor Aleph.—Me guiñó un ojo con complicidad antes de irse.

Mordí mis labios entre una sonrisa con anticipación. No sabía porqué me sentía así...como...extasiada de emociones. Me sentía ansiosa, pero de alguna extraña manera también estaba excitada, enojada y preocupada. Era confuso, difícil de explicar pero sabía perfectamente lo que era.

Riox. © ✔️ [DL #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora