-¡Mierda, Lauren! Eres hermosa. -Me dijo para volver a besar mi boca, sin embargo, no duró mucho porque regresó a donde estaba y empezó a dejar besos cortos en la zona torturándome de una manera deliciosa. Yo tenía los ojos cerrados y la respiración muy agitada, pero tenía la necesidad de verla, ella me miraba a los ojos mientras empezaba a pasar su lengua por mi centro muy lentamente.

-Por favor, Camila, ya no aguanto. -Dije con dificultad porque el aire me estaba faltando.

Ella sonrió y tomo una de mis piernas para colocarla sobre su hombro y finalmente aumentar la velocidad de sus movimientos poniéndome a su mereced. Sentí su mano jugar con mi entrada y lo único que pude hacer para contener mis gemidos un poco fue morder mi labio.

Cuando al fin metió uno de sus dedos solté un gruñido que no pude contener. Ella sabía perfectamente lo que estaba haciendo, sin duda. Sabía cómo mover su lengua y sus dedos. Empezó a acariciar con su pulgar mi punto de placer mientras subía su boca a mi oído.

-Estás muy mojada, Lauren... -Dijo con un susurro seguido de una mordida en el lóbulo de mi oreja para después bajar a mi cuello y posteriormente a mis pechos, los cuales lamía y mordía sin dejar de mover su mano en mi centro mientras yo me encargaba de gemir y apretar la sábana.

-Maldita sea, vas a matarme. -Apenas y se logró escuchar mi voz. Solté un gemido algo fuerte cuando sentí dos de sus dedos entrar en mí mientras acariciaba con su lengua con una velocidad considerable.

-Vamos, Jauregui, termina para mí. -Dijo viéndome con una sonrisa de astucia.

-Joder, sigue así, Camila. -Me estaba dando justo lo que me gustaba, era como si ya me conociera, como si conociera mi cuerpo, sabía cuándo aumentar la velocidad sin necesidad de que yo dijera algo, tal vez mis expresiones le ayudaban a guiarse. Mis piernas se tensaron cuando lo estaba haciendo lo más rápido que podía, sus dedos y su lengua iban en perfecta sincronía. Sentí esa corriente eléctrica viajar por todo mi cuerpo llegando al orgasmo como nunca, muy fuerte y desgarrador, mi garganta ni siquiera pudo retener los gemidos que Camila había provocado así que los dejé salir cuando terminé. -Wow, en serio sabes lo que haces, eso fue increíble. -Dije con la voz aún agitada una vez que subió hasta mis labios otra vez.

-¿Ah sí? ¿Te gustó? -Preguntó después de morder su labio.

-Me encantó...-Trataba de recuperar el aire. -No creas que esto se va a quedar así, Cabello, intentaré compensarte. -No sé de dónde saqué fuerzas, pero esta vez me coloqué encima de ella.

-No creo que debas esforzarte mucho... estoy a un toque. -Camila sonrió algo apenada.

-Bueno, creo que puedo prolongarlo un poco. -Le dije mientras empezaba a besar su cuello y bajaba hasta sus pechos.

-Joder, Lauren, no lo prolongues, por favor, ya no lo soporto. -Tenía los ojos cerrados y le costaba hablar.

-Debes estar muy mojada, ¿no? -Metí mi mano bajo la parte inferior de su bikini y efectivamente, estaba muy mojada y saber que era por mí, me gustaba.

-Mierda, por favor mételos, Jauregui. -Dijo desesperada.

-Tranquila, todo a su tiempo. -Mordí uno de sus pechos e introduje uno de mis dedos lentamente, intentó moverse sobre él, pero no la dejé y bajé mi lengua hasta donde tanto me necesitaba. Moví la prenda y miré como apretó la sabana con el primer rose de mi lengua. Estuve unos minutos ahí hasta que sentí que estaba por correrse, me detuve, me miró frustrada y yo sonreí.

Me acomodé entre sus piernas para que mi centro se juntara al de ella, solté un gemido al sentirlo y ella mordió su labio. La tomé de los brazos e hice que se sentara para poder tenerla cerca y besarla.

Stay Fearless (Camren)Where stories live. Discover now