Capítulo 5

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Antes de que Lisa pudiera salir de la habitación, Rosé se apresuró a tomarla de la mano y estirarla dentro, la tiró sobre su cama y cerró la habitación con llave, lanzándolas lo más lejos posible.

–No vas a salir de aquí. –dijo firmemente. Jisoo retrocedió al ver lo enojada que se encontraba su novia. Lisa sintió su sangre hervir.

–¿Cuál es tu problema? –preguntó Lisa casi gritando. Se levantó tan pronto pudo a confrontar a la pelirroja. Jisoo se puso delante de Rosé al instante.

–¿Te relajas o me encargo yo de hacerlo? –dijo Jisoo, empujándola hacia atrás levemente– déjala hablar.

Lisa seguía de pie, apretando los puños esperando a que Rosé dijera algo. Rosé observó por unos segundos a Jisoo con miedo y preocupación a la vez, al instante los borró y se puso derecha, quitó a Jisoo de en medio y comenzó a hablar:

–Si te acercas ahora, ella se va a alejar, aunque tenga que perder su futuro si es necesario. Jennie es muy decidida, y ella había decidido no encontrarte jamás. Tienes suerte de que de verdad estaban destinadas a verse, de otra manera, muy probablemente seguirías sin sentir nada. Ahora, ¿quieres a Jennie, o no?

Lisa observó con algo de dolor a Rosé, ¿por qué Jennie no quería conocerla? ¿era esa la razón por la que apenas podía verla? Finalmente se puso a pensar en lo que Rosé le había preguntado. Observó las fotos que Jennie tenía en su escritorio, aquella gran sonrisa que había visto en el jardín de niños y el día anterior, ''Por esa sonrisa valdría la pena un millón de años en cárcel.'' Pensó. Decidida, contestó:

–Sí, la quiero.

x

Jennie y Irene habían pasado demasiado tiempo hablando sobre el montón de libros que tenían apilados sobre la mesa. Ambas chicas habían conectado tan bien que no estaban siendo conscientes de la cantidad de tiempo que habían pasado en la biblioteca, hasta que un guardia tuvo que pedirles que salieran.

–Mierda... –habló Jennie al ver la hora. Había acordado verse hace una hora y media con Rosé.

–¿Pasa algo, Jen? –preguntó la castaña.

–Le prometí a mi mejor amiga verla para salir hace media hora... –dijo, avergonzada. Desbloqueó su celular, viendo las doce llamadas perdidas de su celular y un mensaje: ''Intenté llamarte, pero jamás contestaste, ahora me siento algo mal y ya es tarde, quizá salgamos algún otro día.'' Irene le había ofrecido quedarse en su habitación, ya que estaba más cerca de la biblioteca, Jennie accedió. Después de todo, si Rosé iba a estar enojada con ella, al menos tenía que valer la pena el día entero.

La habitación de la chica estaba en el primer piso del edificio, justo al lado de la biblioteca, lo que hacía todo más fácil. Este edificio era para familiares de los empleados que se encontraban en la institución, había pequeños beneficios como que las habitaciones eran el doble de grandes y no tenían que compartir baño con la habitación de al lado. Aunque la habitación tenía dos camas, había una completamente vacía.

–¿No tienes compañera? –preguntó Jennie.

–Aún no sé nada de ella. Mañana comienzan las clases y sólo sé que es una chica.

Era obvio que se trataba de una chica, la institución no permitía que un chico y una chica compartieran habitación. Lo que no sabían era que, de todas formas, al menos a la mitad de sus estudiantes les gustaban las personas de su mismo género.

Jennie tocó las sábanas de la cama en la que dormiría, estaban tan frías como un hielo. Iba a extrañar un montón su edredón, sus miles de cojines y sus almohadas, pero si podía pasar una noche lejos de su dichosa alma gemela, lo haría.

Scars - JenlisaOn viuen les histories. Descobreix ara