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—Quédeselo —dijo Zayn, agarrándole la mano y empujando hacia el—. Seguramente necesitará ropa nueva en su nuevo empleo.

Niall contempló los billetes arrugados un momento. El tacto de su mano había sido tan cálido y suave.

—Oh, claro, un uniforme.

—Algo así —dijo él, dándose la vuelta rápidamente—. Vamos, tengo un coche esperando afuera. Lo llevo.

Se echó la enorme mochila a la espalda y subió las escaleras que conducían a la puerta de entrada. En cuanto salieron al exterior, el chófer le quitó el bulto de encima y sostuvo un paraguas sobre ellos para que no se mojaran.

Profundamente intrigado, Niall contemplaba la escena.

«¿Quién es este alfa?», se preguntó.

Una fila de pequeños autocares aguardaba fuera con el motor en marcha y los últimos huéspedes en llegar al hotel estaban subiendo rápidamente. El humo de los tubos de escape se convertía en niebla bajo la lluvia.

Niall empezó a caminar hacia el último vehículo de la fila.

—No —dijo él—. Éste es el nuestro.

El joven miró hacia donde él señalaba y entonces sintió que el corazón le daba un vuelco. Sin duda aquel hombre tenía que estar de broma. Una inmensa limusina negra que parecía abarcar toda la manzana los esperaba en una esquina. Tragó con dificultad y se miró la ropa. Unos tenis desgastados, unos jeans rotos, y un abrigo viejo... Se hubiera sentido mucho mejor subiendo a alguno de aquellos autobuses.

El chófer le abrió la puerta del vehículo y esperó a que subiera.

—¿Está seguro de que hay sitio para los dos? —preguntó antes de subir en un tono falsamente bromista.

Sin inmutarse apenas, le hizo señas para que subiera al coche. Nada más cerrarse la puerta, Niall creyó haber entrado en otro mundo.

Aquella limusina era más grande que su habitación del hotel. Los asientos de cuero eran tan enormes como sofás y tenían un tacto y un aroma exquisitos. El minibar abarcaba todo un lado del habitáculo y en él brillaban decenas de botellas de licor. Una fila de vasos de cristal reflejaba una infinidad de destellos que provenían del techo del coche.

Extasiado, levantó la vista y descubrió unas luces diminutas de diversos colores que se extendían por todo el techo; cambiando de color progresivamente.

Y allí estaba Zayn, sentado junto a el, dejando un poco de espacio entre ambos. Se había desabrochado el abrigo, dejando al descubierto una impecable camisa blanca que relucía sobre su piel bronceada.

Lo estaba observando.

Niall evitó su mirada rápidamente.

—Supongo que nunca ha conocido a nadie que no haya estado en una limusina. Seguro que mi reacción le ha resultado de lo más divertida.

—Al contrario —le dijo él, sin apartar los ojos de Niall ni un momento—. Me ha parecido una reacción encantadora.

«Encantadora», pensó Niall. Jamás había oído a nadie usar esa palabra de esa manera.

Además, si lo hubieran hecho, no les habría creído. Sin duda él intentaba ser amable.

—¿Falta mucho para llegar al hotel?

—No mucho.

—¿Y qué clase de trabajo es?

—Creo que tendrá que hacer varias tareas. Pero estoy seguro de que no lo encontrará desagradable.

—Oh —dijo el, desconcertado. Podría haber sido un poco más específico—. ¿Pero es un trabajo como interno?

Zayn asintió con la cabeza y sus ojos brillaron momentáneamente con el reflejo de una lampara.

Por alguna extraña razón, Niall se estremeció de repente, como si hubiera visto algo en aquellas pupilas indescifrables.

—Sólo hay un inconveniente.

—¿Ah, sí? ¿De qué se trata?

—El trabajo es por contrato y tendrá una duración de un mes.

—Entiendo —Niall se relajó un poco.

Un mes era mejor que nada. Por lo menos tendría tiempo de buscar alguna otra cosa mientras tanto.

—Pero tendrá un finiquito generoso.

Niall lo miró con un interrogante en los ojos.

—Gracias de nuevo por su generosidad, señor... Oh, Dios mío, no sé qué estoy haciendo. Ni siquiera sé su nombre.

El sonrió y bajó la cabeza.

—Le aseguro que no tiene nada que temer... Soy Zayn Malik.

Niall le miró fijamente, estaba seguro de haber oído ese nombre en alguna parte. De hecho, creía haber leído algo sobre él en los periódicos antes de marcharse de Irlanda.

Pero aquel hombre de la prensa era un millonario famoso; alguien que jamás se cruzaría en el camino de una pordiosero como el.

—Creo que he oído hablar de un tal Malik que tiene un hotel enorme en donde yo vivo.

Él asintió.

—El Malik Mansions Hotel. Uno de mis mejores negocios.

Niall tragó en seco.

—¿Es suyo? ¿El hotel es suyo?

—Bueno, sí. Pertenece a una de mis empresas, pero últimamente, sí, se puede decir que es mío.

A Niall se le cayó el alma al suelo. Él frunció el ceño.

—¿Tiene algún problema con ello?

—¿Algún problema? ¡Todos! —se llevó una mano a la boca, avergonzado por su conducta en el hotel.

Tan sólo un rato antes le había tirado una pantufla a la cabeza a un afamado magnate de los negocios. Trató de mantener la compostura. Lo miró de reojo y volvió a encontrarse con su mirada abrasadora y oscura.

—Hay algo que no comprendo.

—Oh —él ladeó la cabeza a un lado con un gesto divertido—. ¿De qué se trata?

—¿Por qué está tan interesado en un miserable hotel? ¿Por qué va a comprarlo? Estoy seguro de que podría encontrar decenas de hoteles que estén a la altura de su negocio.

Los ojos de Zayn brillaron un instante y su mirada se perdió en algún punto detrás de él.

—Tengo mis razones —le dijo, sobrio.

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Chicxs no he podido escribir capitulos porque el trabajo me tiene super ocupada y termino cansada y aaasshhh es horrible la vida adulta 😪

Espero que les guste el capítulo voy a tratar de subir otro el domingo para avanzar con esta historia, siento que no les esta gustando como las otras 😔 tal vez son paranoias mias pero bueno MUCHAS GRACIAS POR LEER!! 💕 Y COMENTAR!!

Lover for Money | ZiallOnde as histórias ganham vida. Descobre agora