Capítulo 17 (Parte 8)

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(Varios días después)

Los primeros días fueron duros para mí porque con cada día que pasaba sentía que Vegetta se estaba distanciando mucho de mí.

Nada era como antes.

Yo intentaba charlar con él, aunque sea de cualquier cosa, pero nada.

Era muy cortante conmigo...

Ya ni sé si venir a convivir con él era buena idea después de todo.

...

No!

No debo rendirme fácilmente, tengo que ayudarlo y hacerlo sentir acompañado.

Sé que lo niega varias veces al mencionarle el tema, pero no parare hasta que comprenda de una maldita vez que esta equivocado.

-Vegetta no me ignores! - grite molesto al no recibir respuesta detrás de aquella puerta que dirige a su habitación- abre la puta puerta y déjame pasar!, es que así tratas a tus invitados ahora?!.

-Bueno, pues no me molestaría en absoluto que dejes mí casa ahora mismo y me dejes de estar insistiendo con el tema, Doblas!, porque ya me harté de que sigas insistiendo con el tema!- grito molesto al otro lado de la habitación mientras escuchaba como rompía una especie de... vidrio?

Golpe bajo...

Luego de que escuchara aquellas palabras me quede plasmado y decepcionado al oírlo.

Después de eso se creó un nudo en mí garganta, no tenía ni siquiera ganas de hablar más.

Enserio diría eso ahora?, después de todo el esfuerzo que hice para hablar aunque sea de algo con él?!.

-Rubius...? - dijo finalmente Vegetta- sigues allí?.

-Acaso me odias Vegetta?- dije algo frío y serio - después de todo el esfuerzo que hice para hablar contigo, decides echarme como si nada?.

-Rubius yo... - fue interrumpido.

-Vamos dilo!, dilo otra vez Vegetta! - golpeé la puerta que nos separaba a los dos con enojo y frustración - di que me vaya de nuevo y te juro que no me veras acá en 20 minutos!, si tanto te estorbo en tu "sufrimiento", pues dime que ya no lo haga más porque ya no lo haré más! - dije con pocas lágrimas en los ojos.

Luego de decir aquello me siento sobre la puerta y me apoyo algo frustrado y molesto sobre ella.

Puedo sentir incluso como él está en la misma posición que yo, ya que si no estaría aquella puerta, juraría que nuestras espaldas estarían chocando ahora mismo.

Yo solo esperaba aquella respuesta que daría fin a todos los planes que había tenido hasta ahora para hacer que Vegetta se olvidase de su sufrimiento, pero nada a resultado, todos los intentos habían fallado y yo ya estaba hartó de esto.

Y así nos quedamos por varios minutos.

Hasta que escuche...

-Quédate quieto y te prometo que no te diré nada... - fue lo último que escuché antes de oír que se abría la puerta detrás de mí.

Yo por supuesto no volteé a verlo, ya que estaba muy confundido por lo que había dicho.

-Que quieres decir con qué me quedé... - fui sorprendido del asombro y de un susto.

De repente había sentido como unos brazos me rodeaban por detrás y me abrazaban fuertemente.

Había sentido escalofríos y nervios al sentir aquello, pero lo que más me sorprendió fue...

Contrato de vida (Rubegetta)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora