🌕Luna llena🌕

Capitulo 4

El mes pasado pensé que iba a ser el peor de mi vida pues aparte de mis tantos cambios de humor me la pase encerrada y al cuidado de Jane, quien se aseguraba de escoltarme de la habitación a librería, de la librería a el gran salón y de regreso.
Todo ese mes de diciembre me la pase por primera vez lejos de toda mi familia. Pues de estar cada año sentada en la casa de mi abuelo comiendo los dulces caseros de Sue, junto con los Clearwater, Jake y mis padres; la pasaría en mi habitación encerrada.
Recuerdo cuando fue navidad, pues ese día aunque estaba consiente de la fecha, no me ilusione ni un poco, pues perdería mi tiempo si imaginaba que algo bueno pasaría, y la verdad sería imposible pasarla bien.
Ese día en la noche estando en la habitación decidí sacar algunas de las cosas que aún estaban en mi maleta desde que había llegado.
Solo traje algunas cosas, pues los recuerdos físicos eran como constantes heridas para mi. Primero saque la cobija que me heredo mi madre, que era indispensable traer, pues siempre había planeado llevarla a todos los viajes que tanto soñaba tener, aunque este este viaje fue el peor que pude haber imaginado.
La segunda cosa que traje fue el brazalette que me dio Jake en mi primera navidad, pues desde ese día supe lo increíble que era haciendo regalos con sus propias manos.
El último objeto importante fue el collar que me dio Bella con una foto suya y de Edward que desde ese momento atesoré mucho.
Usando los accesorios y acurrucándome con la cobija en mi cama, permanecí en silencio. Esta vez no hubo llanto, solo un nudo en mi garganta se apoderó de mi.
- Renesmee - entró Michael a la habitación en un movimiento
- No te cuesta nada tocar - dije sin mirarlo
- No lo hice porque al menos tengo derecho de tratarte como quiera por lo que hice hoy
Sin ánimos lo ignoré y me tape la cara lo la cobija para que se fuera
- Oye - se quejó quitándome sin esfuerzo la cobija
- ¿Que quieres? No estoy de humor - lo mire mal sentándome en la cama
- ¿Que no sabes que día es hoy? - dijo algo sorprendido
- No
- ¿Segura?
Asentí sin ánimos
- Arréglate - ordenó
- ¿Que? Te dije que no estoy de humor - dije enojada
- Bueno, como sea, de todos formas sólo seremos nosotros- dijo tomándome la muñeca y jalándome para que me levantara
- ¿Que haces? -trate de resistirme pero fue inútil pues ya estábamos saliendo de la habitación.
Enojada seguí su paso mientras trataba de zafarme de su mano
- Estoy hablando enserio, que ... - fue lo único que pude decir cuando abrió la puerta de uno de los tantos cuartos que abría. Al abrirse pude ver que había una mesa repleta de comida.
Una mesa con velas decoraban el lugar, y la chimenea hacía que todo se viera aún mejor. Era como una cena de navidad muy antigua, pues no estaba acostumbrada a este tipo de decoración.
Quedado sin palabras solo seguí mirando a detalle cada uno de los platillos que había.
- ¿No dirás nada? - Michael rompió el silencio
- ¿Que es ... todo esto? - fue lo único que pude decir por lo sorprendía que estaba por este detalle. ¿Porque Michael se había molestado en una cena de navidad?
- Tú cena, evidentemente - dijo entrando a la habitación y sentándose en el lugar del lado izquierdo, dejando libre el centro y lugar principal para mi - siéntate- dijo al verme aún parada en la puerta
Tratando de quitar mi cara de sorprendida me apresuré a sentarme y mantener mi vista fija al frente
- Bien, pues ... feliz navidad, todo es tuyo - hablo Michael acercando un gran plato de pavo y ensalada- No sabia que pedirte exactamente, pero creo que esto es lo que casi todos suelen comer en Navidad - empezó a hablar ya que yo seguía sin hablar.
Tomó una de las botellas de vino que había y ágilmente la abrió sirviéndome una copa
- ¿Porque haces esto? - dije volteando a verlo
- ¿No te gusta? - frunció el ceño - pensé que como eres una niña muy hogareña, extrañarías mucho la cena típica familiar en navidad, así que al menos puedes tener una buena cena hoy
- Los demás ... - mire de reojo la puerta
- Lo saben - se apresuró a responder - de hecho los invité a la cena, pero Aro suele decir que no tiene caso sentarnos en una mesa a fingir que estamos conviviendo - puso los ojos en blanco
- No sabía que te gusta la navidad
- El que te haya preparado una cena no significa que me guste la navidad. Es la primera vez que hago algo como esto.
- Gracias - suspire y baje la cabeza. No tenía muchos ánimos para comer, pero sabía que esto era un gran gesto de su parte, así que no lo rechazaría. Tome rápidamente uno de los cubiertos y empecé a probar cada uno de los platillos que estaba en la mesa.
Mientras, sentía como Michael me observaba.
- ¿Puedo verlo? - dijo después de unos minutos tomando en sus manos el collar que colgaba en mi cuello
Dude un segundo en la respuesta. Creo que nunca le había prestado a nadie mi dije, pero ¿el que le podría hacer? Además de que hoy se veía muy tranquilo
- Si - dije por fin dejando de comer y quitándome el collar. Lo mire a los ojos un segundo para asegurarme de que se viera tranquilo aún y le deje que lo tomara
- Muy romántico - dijo al mirar la fotografía de mis padres en el interior
- Si - suspire
- ¿Es cierto que tu mamá te dio a luz siendo humana? - levantó una ceja
- Si, me imagino te contaron a detalle eso para convencerte de que me trajeras aquí - dije tomando de nuevo mi collar y poniéndomelo
- De hecho, no me dieron detalles. - hizo una mueca
Hubo otro silencio largo
- Entonces ... ¿nunca te a gustado la navidad? - trate de poner un tema de conversación ya que aún me faltaba mucha comida por probar, y a decir verdad, prefería pasar esa noche ahí que en la habitación.
- De tantas navidades uno suele aburrirse mucho - suspiro. - ¿tú cuantas navidades has pasado? Me imagino no muchas, si nos comparamos un poco- rio por debajo
- Esta es mi séptima navidad - dije ya más a gusto disfrutando de esta cena
- ¿Y todas son iguales?
- Si, siempre vamos a casa de mi abuelo ... - me limite a hablar más del tema
- Tenia años que no estaba en una cena en navidad - dibujó una pequeña sonrisa y bajo la cabeza
- Gracias ... por esto
- No es nada - volvió a levantar la cabeza - Ya estaba muy aburrido de no hacer algo interesante- hizo una mueca
Aunque no fue una navidad como la de cada año, al menos no la pase tan mal como había imaginado, y esa noche, me sentí no tan triste e infeliz como todos los demás días aquí.