Capitulo 3

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Renesmee
- No se porque tanta insistencia por venir. - dijo Michael sentándose frente a mi
- Solo ... quiero comer - baje la cabeza e hice una seña para que nos atendieran.
No podía si quiera hablar bien acerca del tema, pues ya había roto la regla con mis padres. Lo había hecho, había cumplió lo que me pidieron los Vulturi
- No deberías desperdiciar la comida que te damos. La necesitarás cuando te vuelvan a pedir que muestres lo que tienes; debes ponerte a practicar, Aro insiste en que tienes algo más. - dijo poniendo total atención a su celular.
Sin hacerle caso pedí mi orden y minutos después ya tenía un gran plato de pizza.
No hablamos en lo absoluto, pues parecía que mi compañía era más como mi guardaespaldas o quien estaba evitando que escapara.
No tenía prisa de regresar a Volterra, por lo que aproveché que estábamos aún en la ciudad para caminar tranquilamente por sus calles obscuras.
Hubo un momento en el que sentí que estaba sola caminando, pues ya no me importo si Michael seguía atrás de mi y seguí caminando sin un rumbo.
Mientras caminaba me mezclaba entre la gente que pasaba por ahí; había de todo tipo de personas.
Me di cuenta que nunca había estado en una multitud de personas caminando. Con cada cuadra que pasaba podía observar las diferentes cosas que se encontraban.
Al voltear a mi derecha mire a unos enamorados rubios tomados de las manos; el chico tenía en la mano bolsas de ropa, mientras la chica lo tomaba con la mano libre que tenía y recordando su rostro sobre el. Me recordó de inmediato a Rosalie y Emmett.
Siguiendo caminado, una chica tal como Alice paso enfrente de mi, esta tenía el mismo corte que hizo que se me viniera mi tía a la cabeza.
No sabía si eran más mis recuerdos que me apoderaban, pues no me faltó ninguna persona de comparar o recordar con toda la multitud que había en el lugar.
Ya casi por llegar al edificio de Michael donde me trajo por última vez, un chico estando de espaldas me llamó la atención, pues recordé con sólo ver la ropa que traía puesta. Una chaqueta de cuero, jens y botas.
Hubo un segundo en el que mi cuerpo se paralizó, me detuve para quedar a unos metros de él. En ese momento dos partes de mi estaban en un duelo. Por un lado estaba quien me decía que no me ilusionara, que no debía hacerme más daño teniendo la esperanza de que las cosas cambiaran, porque no pasaría por mas que quisiera. Pero había otra pequeña parte de mi, llena de esperanza, esperando en cualquier momento.
- ¿Que ocurre? - me saco Michael de mis pensamientos quien se encontraba atrás de mi
- Voy ....- tome aire - a ver algo - empecé a acercarme rápidamente al chico. Sabia que no perdía nada, y me arrepentiría si no lo hacía, así que sin pensarlo me acerqué a él y lo tome de la espalda.
La persona reaccionó rápido y volteó para poder ver quien era. De un momento a otro sentí un retortijón en el estómago, seguido de un nudo en la garganta
- ¿Disculpa? - dijo alguien que no era la persona que estaba buscando
Tarde unos segundos en poder reaccionar. La pequeña parte de mi con esperanza se había ido.
- Perdón, creí que eras alguien más - trate de hablar con el nudo en la garganta
Con pasos débiles di la vuelta y camine hacia el edificio donde me esperaba Michael.
La herida se había hecho más grande. Sabia que nunca la iba a poder curar, y había empezado a vivir con ello desde hace poco, pero yo misma estaba insistiendo, y ahora había vuelto ese dolor constante en mi pecho. Me sentía sola y vacía. Mis piernas se debilitaban cada vez más hasta quedar de rodillas, puse mis manos sobre mi cara y la recargue sobre estas. Una ola de dolor se volvió a apoderar de mi haciéndome romper en llanto. Solo podía imaginar una y otra vez el rostro de Jacob suplicado
"Por favor" escuchaba una y otra vez con voz desgarradora.
Lo había perdido y para mi, que esto era un infierno, tomaba la conclusión de que era para siempre.
- Renesmee- oía a Michael mientras me tomaba el hombro.
- Déjame sola - dije sollozando
- Vamos al departamento- ignoro lo que le dije
Trato de levantarme pero sólo seguía llorando. El dolor era insoportable, pues sentía que era tan fuerte el dolor emocional que también se convertía en físico para completarlo
- Por favor ... has que el tiempo pase más rápido, o más lento- levante la cara para poder verlo a los ojos. Estaba desesperada - Has lo que sea, pero por favor ayúdame a que no duela tanto - le supliqué - ya no puedo
Michael se quedó inmóvil mirándome desde arriba sin expresión alguna. Sus ojos duros y penetrantes se había vuelto más suaves y por primera vez algo cálidos.
Me observo unos segundos y después volteó a ver a los pequeños grupos de personas que nos veían
- Vayamos al departamento - suspiro levantándome del suelo en un solo movimiento.
El llanto había parado, pero aún seguía el dolor. Me deje llevar por Michael quien me tenía sujetada con un solo brazo.
Tomamos el elevador y presiono el penúltimo piso. El silencio se apoderó del lugar. Tenía los labios apretados y sentía aún las lagrimas recorriendo mi rostro. Fije mi mirada en frente donde podía ver mi reflejo.
Solo veía a alguien apreciada a mi, pero definitivamente una total desconocida. Había cambiado, no nada más físicamente, con más ojeras, ojos rojos, y piel más pálida, vestida completamente de negro y con la expresión dura y sin vida. Si no también por dentro; destrozada, era lo único que se me venía a la cabeza para describirme.
Después de esperar unos segundos las puertas del elevador se abrieron y mi reflejo desapareció.
Salí del elevador y mientras Michael se alejaba para abrir el departamento me desvanecí de nuevo recargada a la pared justo en la entrada.
Me quede inmóvil y deje que las lagrimas siguieran recorriendo mi rostro
- Que fortuna que no pueda llorar, seguro después tendrás que tomar mucha agua para no deshidratarte - rio Michael por debajo mirándome con la puerta abierta
Me mantuve en silencio y me sumergí por completo en lo que parecía para mi, agonía

No se cuanto tiempo había permanecido ahí en el suelo afuera del departamento. Me percaté que ya no estaba llorando, solo aún me sentía mal. Era extraño ya que no me sentía cansada físicamente, desde que tengo la nueva dieta ... ya no me siento nada vulnerable físicamente, pero mentalmente estaba tan agotada que simplemente me sentía aún más cansada de solo pensarlo.
De un momento a otro escuché la puerta del departamento abrirse y mire a Michael acercándose con un vaso de agua
- Ya debes de estar muy deshidratada por llorar por dos horas seguidas - hizo una mueca extendiéndome el vaso
Alzando la cara para mirarlo mejor solo tome el vaso y bebí el agua
- Si, tal vez no soy nada bueno para animar a las personas, lo de deshidratarse suena muy estupido - rio por debajo
Me quede quieta viendo como solo parloteaba
Permanecimos así un minuto cuando Michael suspiró fuertemente y se sentó junto a mi. En ese momento noté que ya teníamos casi la misma temperatura, pues no sentía su cuerpo frío como antes.
- ¿Porque haces esto? - me pregunto
Sin voltear a verlo seguía con la mirada fija al frente
- ¿Crees que deprimirte ayudará en algo? - siguió hablando al no obtener respuesta - Recuerda por que estas aquí
- Es tan fácil decirlo - dije con voz entrecortada
- Pensé que ibas a poder con esto, pero me equivoqué
No me moleste en contestar ese comentario por lo que sólo cerré los ojos.
- Escúchame - tomo mis hombros en un solo movimiento y me giro para mirarlo
Al abrir los ojos ya estaba Michael para cruzar miradas
- Ya estas del otro lado - dijo sin despegar su mirada- ya tienes los ojos rojos - hizo una pausa
Extrañada fruncí el ceño sin entender
- Quisiera ayudarte - volvió a hablar. Ahora se veía muy sincero, como si de verdad le preocupara - pero no se como - susurro

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