Capítulo VII

3.3K 242 8
                                    

Tenía el ojo morado y un corte en la ceja derecha. Abrió la boca para hablar, y me percaté de que también tenía el labio inferior algo hinchado.

-Ayer no salí de casa, Jane.

De repente, todos mis esquemas se rompieron en mil pedazos. Segundos antes estaba totalmente convencida de que había sido él, pero de alguna manera, la sinceridad de sus palabras, me hicieron creerle. Aparté la mirada.

-Yo… me habré confundido.- dije en un intento de disculparme.

Ben se metió en el coche mientras yo seguía allí de pie en el sitio, observando cómo se alejaba hasta quedarse fuera del alcance de mi vista.

Miré el pupitre vacío a mi izquierda. Ben faltó el resto de la semana a clase sin dar ninguna explicación. El timbre que daba comienzo al fin de semana sonó y me dispuse a recoger las cosas para marcharme cuando de pronto, el propietario del peace & coffe, el bar donde me habían cogido para cantar los sábados, entró por la puerta.

-Hola, buenas tardes. Soy Thomas Rush, el padre de Ben…¿Es usted su tutor?

<<Oh Dios mío.>> ¿Mi jefe era el padre de Ben?

-Sí, soy yo. Mi nombre es Carlos Diez.- se estrecharon las manos educadamente y siguieron hablando.

Yo, por mi parte, intenté meter las cosas en la mochila lo más lento que pude para así enterarme de la razón de la inesperada visita del hombre.

-¿Ben ha estado viniendo a clase esta semana?

Así que por eso había venido. Se estaba asegurando de que su hijo no cometía ninguna estupidez.

-¡Eso pensaba yo!- exclamó de repente. Agucé el oído. –Tampoco ha aparecido por casa…

Enarqué las cejas.

-Señor Rush, será mejor que lo hablemos en privado…en mi despacho.- dijo en un susurro para que no lo escucharan oídos que no debían.- ¡Jane!

Alcé la vista:

-¿Si?

-El timbre a tocado hace tiempo, ¿qué estás haciendo?

Thomas clavó sus enormes ojos oscuros en mí, y yo le mantuve la mirada varios segundos antes de colgarme la mochila a la espalda.

-Que pases un buen fin de semana.- se despidió amablemente mi tutor.

-Igualmente.- le respondí antes de abandonar el aula.

Mientras caminaba por el borde de la carretera, pensé en las palabras de Thomas. Primero aparece Ben con la cara echa un desastre, y después desaparece de la faz de la tierra sin decirle nada a nadie, ni siquiera a su padre. No tenía pinta de ser de esos que se fugan de casa sin explicación, bueno, no tenía pinta de hacer nada malo en general. Aunque quizás me equivocaba…Pero bueno, ¿desde cuándo me importaba a mí la vida de Ben?

A mis espaldas un coche pitó varias veces y se paró a mi lado.

-¡Jane!- giré la cabeza hacia el automóvil y me encontré con Thomas al volante. -¿Podemos hablar?

-Emmm…- dudé. -¿Sobre qué?

-Estás en la misma clase que mi hijo Ben, ¿no?

-Sí…

Aléjate de míWhere stories live. Discover now