– que te pasa mujer... Es precioso – dijo riéndose.

Asher se acerco para tocarlo y el perro ladro, pero asher le hizo algo extraño que se volvió sumiso ante el...

– papá... No pensé que sería este tipo de perro – dijo Deborah algo triste.

– ¿y que querias un chucho? Para tener eso prefiero tener nada –

Asher y mi padre empezaron a reírse y todas nosotras estábamos serias.

– mujeres... – susurro mi padre – ¿a ti que te parece hija? – pregunto refiriéndose a Cindy.

– me da igual como sea el perro... Pero es mejor que no entre a casa –

– ¿y a ti Alissa? – ahora me pregunto a mi.

– bueno... También me da igual –

– a ti no te dará igual con el tiempo – dijo seguido de una carcajada.

No se a que se refería con eso pero se le veía muy feliz.

Guardó al perro en una casa de perro que fabricó mi padre con ayuda de asher, creo que el perro será mejor cuidado que yo.

Todos se sentaron a comer en la mesa y no me dieron permiso para comer del hambre que sentía...

[...]

Me levante de la pequeña siesta porque mi padre entró.

– ve al aseo, asher te está esperando para el baño –

– ¿porque no puedo hacerlo sola? –

– porque eres inútil y ya te di la oportunidad pero no la supiste usar –

– no haré nada te lo aseguro –

– Alissa no me provoques, no quiero escucharte más –

No hablé más y me fui dirección al baño. 

Ahí me esperaba asher y estaba con un rostro muy enfadado. Me quite la ropa y metí los pies en el agua fría.

– venga, no tengo todo tu tiempo –

– esta muy fría –

Empecé a temblar y me sumergi entera con difictad.

Empecé a lavar mi cabello mientras el me observaba... Me ponía muy nerviosa.

Al acabar el me tendió una toalla en la que me enrede rápidamente para entrar en calor y dejar de temblar.

El se marcho del baño y yo fui a cambiarme.

[...]

Llegó el momento de salir sin que nadie se entere.

Cindy vino a mi habitación sigilosamente para no despertar a nadie.

– bien, no tardes mucho Alissa, te cerraré la puerta – cogí mis cosas y fui a la entrada de casa.

– ¿por donde entraré luego? – pregunté.

– a las 3 te estaré esperando – asentí y salí de casa.

[...]

Estábamos ya los tres haciendo el trabajo, pero Sonia no dejaba de mirar el móvil y Kevin de hablar estupideces.

Ya llevamos el proyecto algo avanzado...verdaderamente yo estaba muy nerviosa pensando en que estará pasando en casa.

– chicos he quedado – dijo Sonia.

– ¿no quedamos para hacer el trabajo? – pregunté algo indignada.

– si, pero aprovecho para ir con mi novio, haz tu mi parte –

MI GUARDIÁNWhere stories live. Discover now