6.

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"Alguien dijo que el amor nos salvaría, pero mira lo que el amor nos ha traído: un mundo lleno de asesinatos y sangre derramada"
Nickelback

—Oh, agentes, les agradezco tanto que hayan venido...— el sheriff del lugar se vio aliviado cuando los oficiales cruzaron las puertas de la comisaría y se acercó a saludar a los que parecían más bien hombres de negro —En mis treinta años como policía en este pueblo, nunca había tratado algo así, es aterrador, me han de disculpar por molestarlos pero me cuesta mucho creer que unos padres le hayan hecho esto a su pequeña hija, la confesión está firmada pero, creo que podría ser más que simplemente...

—Es un gusto conocerlo en persona a pesar de las circunstancias, y no se preocupe, esperamos poder resolver esto lo antes posible— habló Erin, como siempre con ese aire de superioridad —El agente Aaron Hotchner... Los agentes Morgan, Rossi, Jeniffer, Prentiss y Reid— fue señalando a cada uno de manera educada y los muchachos saludaron respectivamente.

Por fin llegaron a una sala algo amplia, al parecer dispuesta para juntas y el jefe de policía abrió la puerta dejándolos pasar —Aquí podrán trabajar, avisen si necesitan algo, espero que sea lo bastante cómodo...

—Gracias es perfecto— Aaron puso un portafolio sobre la mesa, a la altura de su lugar, igual que cada uno de los agentes pareció acomodarse en automático como si los sitios estuvieran marcados de antemano.

Todos se veían muy tensos, en parte por la presencia de la jefa de sección, y en parte por la naturaleza tan horrible del caso con el que deben tratar.

—Muy bien, trabajemos a partir de la idea de que los culpables están detenidos ya...

Spencer acomodaba las fotografías en la pizarra de cristal, con la ayuda de pegatinas mientras un desagradable escalofrío recorría su espalda, sus instintos le marcaban alejarse de este lugar y de las personas que viven aquí por el bien de su bebé y la propia salud mental.

—Necesitamos de ti, Reid y de tu mente brillante— habló Rossi, lo bastante repentino para que el genio diera un salto leve por el susto —No te preocupes, ahora no tenemos que estar persiguiendo sospechosos, así que no hay peligro ¿Bien?

El muchacho asintió, se sentía nervioso, y ahora sabe que su ansiedad es evidente para los demás, cosa que no le gustaba, pero en este punto sus instintos eran más fuertes. Esas palabras del mayor lo hicieron sentir un poco mejor, sabe que no es el único afectado por esto pero saberlo no quita el desagrado que siente justo ahora.

Por fin terminó de acomodar las fotos y dejó unas señalizaciones de su propia cosecha, dejando en claro más de un punto bastante obvio para casi todos en la habitación.

Morgan suspiró antes de levantar la vista del expediente hacia la pizarra —Quiero hablar con el jefe de familia...— fue más como una petición que hizo hacia papá lobo, que no tardó en asentir.

—Ve con Emily

—Yo también quiero ir— Erin habló poniéndose de pie, no estaba pidiendo permiso pero Aaron no se lo impidió tampoco.

—Bien, JJ, tú y Reid hablen con el hijo mayor— los jóvenes asintieron y se levantaron también, dispuestos a cumplir ya con la encomienda —David, tú y yo hablaremos con la madre de la víctima.

...

Los alfas mayores se miraron entre sí un momento cuando notaron el leve temblor en las manos de la mujer, era una beta castaña (teñida de rubia) de veinticuatro años.

—Señora Lesser ¿Sabe por qué estamos aquí?

La mujer asintió —Es por la niña...

La manada de papá loboWhere stories live. Discover now