Capítulo 17: Piensa bien las cosas

Start from the beginning
                                    

-Peeta, sea o no culpa tuya esto ya está pasando y ninguno de los dos se lo está tomando bien. Si la amas como tanto dices, pues recuperala. Sabes que ella te ama, solo está dolida y es demaciado orgullosa para admitir que te necesita. Y mucho.-digo.

-Ya no lo sé.-dice Peeta desanimado.

-Bueno, yo estaba dispuesta a ayudarte. Por ahora tiene que ser por tu cuenta, yo tratare que salga un poco más al bosque para que tu puedas ver a Willow. ¿Con eso puedes conformart, por ahora? -le pregunto.

-Supongo que sí.-dice él.

-Eso es todo, panadero. Suerte, creeme que la necesitaras.-digo y luego salgo de casa de Peeta. Ya de vuelta en la casa de la deserebrada trato de idear un plan. Pero nada de nada. Estaba tan vacia como una botella de plastico. Cero ideas en la mente.

***

Han pasado diez días. Tres días en los cuales ninguno de esos dos se digno a salir o comer. Lo sé porque fui a ver a Peeta para darle ideas pero este estaba peor que un emfermo. Se veia fatal. Estaba tan palido como la nieve y con una fiebre tremenda. En serio tengo que comenzar a ponerme manos a la obra. Tengo que ponerme manos a la obra y ya sé cual será mi primer movimiento. Llamar a Alex. Seguro que él me puede dar una mano, por lo menos espero que logre hacer que Katniss le de un trago a la comida. Creo que hasta Willow está comiendo más que ella y es una bebé de dos meses. Por favor, estos dos necesitan ayuda extrema.

Busco en la agenda de contactos el número de Alex y lo encuentro en una de las ultimas ojas. Marco el número y rezo para que conteste.

POV de Alex

-No, eso debe ir a la izquierda.-digo.

-Más a alla o más para aca.-dice Miranda,

-A la izquierda, ni más para aca o para alla. Se queda en donde está, solo muevelo de lado.-digo irritado.

-Entonces no lo moveria si se debe quedar donde está.-dice Miranda.

-No, yo no puedo con esto.-digo.-Miranda, te quedas con el cargo. Yo, quiero unas frescas vacaciones lejos de presión y cualquier irritante.-finalizo.

-¡Lo logre! -festeja Miranda.-Tenías razón, Marck. ¡Ya se harto! -grita euforica Miranda.

-¿Todo esto fue un plan para quitarme el cargo? -le pregunto ofendido.

-Bueno, sí pero mira que en serio necesitas una vacaciones urgentemente.-dice Miranda.

-Es cierto, de todas formas yo solo era un jefe supervisor, quien dirije todo esto desde el distrito doce es Katniss. Aunque no entablado hasta ahora una comunicación con alguno de nosotros. ¿Estará bien? -digo un poco preoucpado.

-Todo este rollo, para nada. Aunque sí Katniss no se comunica literamente quién manda aquí soy yo.-dice Miranda con una gran sonrisa pegada en el rostro.

De pronto mi celular comienza a sonar asique contesto. En la gran pantallita sale el nombre de quién llama.

KATNISS

-Hola, Kat. ¿Como vas? -digo.

-Uno: No soy Katniss. Dos: Puedes venir al doce. Tres: Es por ella.-dice una voz femenina pero con mucha pero mucha seriedad.

-¿Quién eres? -digo.

-Johanna Manson.-dice Johanna.

-¿Manson? Hace cuanto.-digo entusiasmado.

Cuando conoci a Kat fue en el cuatro, o eso cree ella. Ya la conocia de antes, sino que no me recuerda porque he cambiado mucho durante este tiempo. Pero los ojos son los mismos. Tal y como ella los decribio. Como si la belleza del bosque estuviese atrapado en sus ojos verdes. Sí, eso dijo. Sé que es poco creible pero todo tenemos nuestros momento de debilidad, ¿no?

-Me gustaria pregunta de donde te conozco pero, hay algo mejor de que hablar. Necesito que vengas al doce, lo más pronto que puedas. Si es hoy mismo mejor.-dice Johanna.

-¿Qué ocurre? -le pregunto preocupado.

-Katniss está...mejor ven y velo tu mismo. Si te lo digo no me creeras ni media palabra.-dice Johanna.-Pero está realmente mal. Parece una muerta sacada de la tumba.-afirma Johanna con preocupación en su voz.

-Vale, iré hoy mismo. Tal vez este por ahí en la tarde o ,a más tardar, en la noche.-le afirmo.

-Muy bien, ¿sabes donde vive Katniss o como? No sé, ¿te doy la dirección? -dice Johannna.

-No es necesario, sé donde es. La aldea de los vencedores.-digo con seguridad.

-Bueno, espero que logres hacer que minimo Katniss llegue a salir a cazar o por por lo menos coma algo.-dice Johanna.

-¿Tan mal está? -le pregunto con asombro y a la vez con mucha pero mucha preocupación.

-Sí, pero en realidad, necesito que vengas para...uno: hagas que Katniss salga a cazar y se saque la idea de irse. Segundo: Ella no es la unica que parece un muerto. Digamos que Peeta está igual, supongo que te imaginas que algo ha pasado muy grave entre ellos.-dice Johanna.

-Entonces, ¿exactamente para qué quieres que valla? -le pregunto a Johanna.

-Mira, es muy evidente que esos dos se quieren pero Katniss es muy...¿testaruda? Pero sí orgullosa y nunca va a aceptar que lo necesita. Y Peeta, bueno...lo trato tan mal que ni te imaginas como va.-dice Johanna.

-Oye, en serio no sé que tienes en mente. Pero creo que será algo entrentenido.-digo con entusiasmo.

-Sí, creeme que lo será.-dice Johanna y luego corta la llamada.

En verdad que no sé lo que exactamente Johanna tendra en mente. Aunque sí estoy seguro será algo entrentenido. Mellark tiene que haberlo hecho algo realmente malo para que se haya puesto así. Así de mal que ni siquiera come. Y si el tampoco, pues, es muy evidente que la parejita tiene severos problemas. En fin, salgo del lugar de contrucción para la obra comunitaria y voy a comprar un boleto. El tren sale un una hora y pico asique corro a mi casa y meto en una maleta todo lo que sea necesario. También creo que la idea que Katniss vea  Rosy la anime un poco. Sí, seguro se pregunten que rayos hago yo con la perrita de Kat, bueno con todo lo de su embarazo y los problemas que tenía decidio dejarmela. Cuando se fue de vuelta al doce me la dio y yo la sigo cuidando desde entonces. Pero creo que Kat vuelva a ver a Rosy pueda animarla un poco. O eso espero. Termino de guardar lo necesario para estar en el doce un par de semana o tres, a lo mucho, y salgo a la estación de tren con mi maleta negra y con Rosy que lleva puesta su correa purpura.

Los juegos del hambre continúanWhere stories live. Discover now