Los vengadores y la Hija de los dioses (Parte 3)

CAPITULO 145 "Decorando para las fiestas."

(DICIEMBRE 22, 2016, BILLINGS, MONTANA)

(Steve Rogers/Capitán América)

Abro los ojos y siento como mi cuerpo esta liviano, lo puedo mover, así que trato de levantarme y me doy cuenta de que estoy en la cama, ella está a mi lado, acurrucada en mi pecho.

-Ahmanet, amor estas bien?- le pregunto

-Steve, despertaste, gracias a los dioses que estas bien.

-porque no habría de estarlo?

-es que Anubis te dio...

-lo sé, el agua de la creación, me lo dijo Ptha.

-hablaste con el señor de todo , con el tiempo?

-él me hablo a mí, me dijo lo que había sucedido y que debo aprender a controlar mi nuevo yo, también te envió un mensaje.

-cual mensaje?

-Que tu suplica fue escuchada y ha sido concedida, él esta perdonado. A que se refiere?

-se refiere a Anubis, el robo el agua de la creación para dártela a beber, te ha convertido en algo como yo. Eso es un crimen imperdonable pues los dioses solo pueden ser engendrados o creados por dioses.

-pero yo no soy un dios.

-eso, no lo sé amor, pero doy gracias a que no moriste durante la transmutación.

-qué hora es?

-son casi las seis Steve, descansa.

-claro que no, ya dormiré en la noche, voy a ayúdate a decorar la casa.- digo levantándome y al hacerlo la llevo conmigo, siempre fue muy liviana para mí, pero ahora lo es más.

-Steve te quiero.

-y yo a ti, anda vamos a poner tu pino, y a decorar todo.- le digo llevándola a la sala y entonces se me ocurre algo.

-vallamos por un árbol más grande, y lo ponemos afuera.

-Steve estas seguro?

-sí, habrá que ir a la ciudad para comprar las decoraciones, pero no creo que haya problemas.

-mejor le encargo a Bobby las guías de luces para exteriores, de qué tamaño quieres el árbol?

-quiero uno grande, muy grande, quiero que lo disfrutes.-le digo me siento diferente y quiero hacerla feliz.

-bueno, tú lo cargaras.- me dice sonriente, así que salgo y voy a la cochera, por un hacha, y después al bosque para buscar un pino, uno grande, la escucho venir detrás de mi junto con todos los chicos.

Cuando encuentro el árbol que me gusta preparo el hacha y calculo que me llevara algunos minutos cortarlo ya que es algo grueso, y tiene al menos unos siete u ocho metros de altura.

La escucho llegar, sé que ella está fuera del alcance de daño del árbol si cae, así que doy el primer golpe con el hacha y para mi sorpresa, fuel tal la fuerza del golpe que corte de un solo tajo el tronco y vi caer el árbol. Para cuando Ahmanet llego a mi lado, yo ya tenía el árbol cargado en el hombro y el hacha en la otra mano.

-vamos hay que ponerlo frente a la casa.

-hay amor, es enorme, y no debías haberlo cortado.- me dice, no me di cuenta que al caminar lo hacía mucho más rápido que ella que casi tenía que correr.