11.- New Life

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–Vamos Erick, muévete –le jaló de la mano tratando de que camine más rápido.

–Acaba de abrir la tienda, no entiendo tu apuro –se quejó rodando los ojos en un fastidio notable.

–Pero si no llegamos primeros tendremos que estar hasta el mediodía esperando ser atendidos –murmuró mientras abría la puerta de vidrio del local.

–Buenos días, ¿en qué puedo ayudarle joven? –recibió una mujer morena

–Tengo cita con Yoandri –dijo sin más llamando al diseñador por su primer nombre que no utilizaba. La mujer solamente asintió y fue a la oficina del nombrado a comunicarle que Pimentel se encontraba ahí.

–¡Querido estás aquí! –saludó con ambos brazos alzados, meneando sus caderas y con una mano corrió un mechón de su largo cabello de su frente.

–Y tú sales diez minutos tarde de tu jodida oficina –recriminó el castaño levantándose de su asiento para recibir en un abrazo afectivo al hombre.

–¡Dulzura cada vez estás más radiante! –habló Yoandri cuando se separó de Joel y vio a Erick sentado. Este sonrió ante el cumplido y se encogió de hombros. Se conocían hace bastante ya que había ido a la casa del pelinegro ya varias veces–. Siempre tan tímido tú, niño –hizo un gesto con la mano–. En cambio tú Joel te ves igual desde el jardín de infantes –comenzó a caminar dentro de su oficina haciendo un ademán para que lo sigan.

–Sí bueno, a ti te están saliendo algunas arrugas –torció el gesto un poco ofendido.

–Oh no, eso sí que no cielo, la crema que me salió una fortuna sí funciona, ¡me veo genial! –dio una vuelta completa–. Está bien, dejemos mi belleza de lado. Dime, ¿qué necesitas? –se sentó en su silla detrás del escritorio mientras la pareja hacía lo mismo en las otras sillas frente a dicho mueble.

–Remodelar la cocina estaría genial –Yoandri chilló en su lugar aplaudiendo con emoción, él amaba el tema de remodelación de cocinas.

–¡Claro que sí! –tecleó en su monitor y a los dos segundos aparecieron modelos producidos por él en la pantalla grande en la pared–. ¿Cómo quieres la mesa? ¿Lo suficientemente grande para tener una follada mañanera? ¿O la barra de desayuno está bien para eso? –comenzó a hablar como si nada con su ex compañero de clases y amigo. Erick siempre se ruborizaba por lo directo que era el hombre.

Luego de que todo haya sido planeado y la fecha esté fija, salieron rumbo al trabajo de Joel. Erick dibujaba en el vidrio empañado de la oficina de su Daddy mientras este hablaba con Abraham.

Vio los grandes edificios más las personas ir de un lado a otro apuradas. Sonrió. Él sería otra persona más llena de estrés en tan poco tiempo y estaba emocionado por eso. Sería libre.

Siguió pensando en cómo sería todo a partir de mañana y cada vez se emocionaba más.

Suspiró al sentir unos labios calientes en su cuello y dos manos firmes en su cintura, las cuales presionaban un poco.

–Hace rato estás viendo por la ventana, comienzo a sentirme celoso –susurró en su oído mientras llevaba al menor consigo en la silla giratoria, logrando que este se siente en su regazo–. ¿Quieres ir a almorzar? –besó sus labios viéndolo a los ojos. El menor negó–, ¿entonces? –sintió como Erick se acomodaba sobre él y apoyaba su cabeza sobre su hombro.

–Quiero dormir –murmuró cerrando los ojos–. Deberías llevarme a casa –acomodó sus manos sobre su estómago.

–Claro que no, puedes dormir en el sofá –usó el mismo tono burlándose de él.

BAD DADDY | Joerickحيث تعيش القصص. اكتشف الآن