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Itachi llegó al casino una hora antes que su víctima, estudio minuciosamente su entorno, recordó mentalmente la rutina que tenía la vieja dentro del casino, bingo, ruleta, cartas, bingo nuevamente y al final poker optó por hacer contacto con ella antes del bingo después de las cartas.

Y tal como lo planeo sucedido, la máquina de la vieja Tsunade se trabo y él como todo un caballero se acercó a auxiliarla, la mujer quedó sorprendida por tan apuesto joven, todo un caballero muy diferente a su viejo e infiel esposo.

Algo que Itachi sabía pues no por nada había pasado más de dos semanas siguiéndola.

—Eres muy amable, gracias por la ayuda.

—No hay que agradecer; para mí fue un placer ayudarla, Itachi Uchiha.

Se presentó apropiándose del apellido de su padrastro al final el hombre ya estaba muerto así que nada importaba.

—Itachi, un lindo nombre para un muy apuesto joven, Tsunade Senju, dime Itachi ¿Que edad tienes?.

Aquella mujer estaba más que ebria, Itachi podía notarlo pues apenas y podía hablar correctamente algo usual en la alcohólica mujer.

—Veintitrés años, apuesto que solo soy un par de años meyor que usted.

Él estaba siendo bastante cortes, algo poco usual en él pues normalmente prefería no gastar tus palabras con gente miserable.

—Pero que joven tan agradable, aunque bueno si soy honesta mi edad es muy superior a la tuya por tres décadas.

La mujer mostró una mirada melancólica recordando su propia edad y que tal vez en un par de años más de nada serviría el botox en su rostro pues los años terminarían causando estragos en su rostro como era Natural.

—Pues le aseguro mi bella dama que usted no tiene nada que envidiarle a las chicas de mi edad, de echo creo soy yo quien envida al hombre maduro que le acompaña cada noche al dormir.

Si, el estaba siendo bastante directo pero eso era como debía ser con las mujeres mayores pues ellas no estaban para perder el tiempo, una buena follada era lo que ellas necesitaban y algo que él podía ofrecer.

—Veo que no te andas con rodeos, ¿Cuál es tu precio?la atención de un joven tan apuesto hacia una vieja como yo seguramente no es gratuita y debe tener un trasfondo.

Tsunade no era ninguna ingenua y a sus cincuenta años sabía que la compañía de un joven tan apuesto como Itachi era sin duda un privilegio que pocas podían pagar.

Itachi sonrió al tiempo que nego con la cabeza.

—Yo no soy ese tipo de hombre, si quiere pasar un buen rato y olvidar sus problemas no dude en llamarme, fue un placer conversar con usted madame.

Itachi tomo la mano de Tsunade para después depositar un pequeño beso en esta, él le ofreció un pequeño trozo de papel con su número telefónico escrito en este para después ponerse de pie y abandonar el Casino.

Había comenzado la jugada.

Itachi entendía que para complacer a una mujer de tan avanzada edad el tenía que ser un maldito experto en el arte amatorio, había leido un par de libros referentes al kamasutra pero para su mala suerte él nunca había tocado a una mujer y no porque no le gustará el sexo opuesto a él sin duda le gustaban las chicas pero simplemente encontraba como una perdida de tiempo interactuar con ellas.

Una cosa era lo teórico y otra la práctica, él podía ser un erudito teóricamente pero le faltaba práctica.

Por suerte no todo estaba perdido,Ino Yamanaka una compañera en su trabajo y dos años menor que él habia aceptado ayudar a Itachi con su problema.

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