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Kaoru se encontraba tirada en la cama, esperando quien sabe qué. En esos momentos debería estar arreglandose pero se estaba planteando si ir o no a la famosa cita, no negaría el entusiasmo que sentía en ese instante, pero tampoco negaría aquellos nervios que se apoderaban de su estómago.
Ya después de unos minutos la chica decidió levantarse y comenzar a buscar, ya que no tenía idea de lo que esta se colocaría en el cuerpo.

- Si no estuviera mal salir desnuda, lo haría, detesto buscar ropa.

La chica comenzó a tirar prendas encima de su cama para idear un buen outfit, estaba claro que todo le quedaba excelente, pero hoy se esmeraria en elegir con cuidado un conjunto. Tenía la ropa, pero el desorden que había dejado en su cama, Dios!, llegando a la casa tendría que ponerse a ordenar.

La pelinegra eligió un croptop mangas largas de color verde lima que dejaba ver el sexy tatuaje que este tenía en su abdomen, un short de tiro alto y algo ajustado de color negro y unas, zapatillas simples del mismo color. Si, no era algo muy elaborado como se lo imagino pero, no tenía pensado buscar más.
Camino hacia la habitación de baño con su ropa en las manos, dejó esta a un lado, quito su pijama, coloco buena música y sin esperar más entró a la ducha. Veinte minutos de pura relajación, salió del cuarto siguiéndole una oleada de vapor, ésta ya vestida se sento en la cama y comenzó a peinar un poco su cabello, no lo secaria, que el sol lo hiciera por ella.

Se coloco un poco de maquillaje, bastante leve, un delineado, máscara para las pestañas y un brillito en los labios, justo al terminar Momoko pego un grito informando que el desayuno ya estaba listo, bajo a la primera planta encontrandose a sus dos hermanas.

- Ah, no pero que guapas se ven –aparecio Key– ¿Están por conquistar a sus futuros maridos?.
- Key, son solo amigos –dijo Kaoru–
- Amigos, eso decía yo con tu padre y miranos, en mi dedo hay un anillo y la bendición anda por ahí corriendo

Las chicas soltaron una carcajada ante lo dicho por su madrastra, les caía muy bien Key, las cuatro se sentaron a desayunar y continuaron con la charla, debían terminar de contarle el chisme a la mayor.

Ya terminando de comer, Kaoru subió a su habitación, se lavo los dientes y luego de eso tomó sus pertenencias bajando nuevamente.

- ¡Ya me voy!.
- ¡Pasalo bien, cariño! –grito Key–

El mayor le había enviado la ubicación del lugar donde sería el encuentro, la pelinegra tomó un taxi y le dio la dirección exacta.



Butch se encontraba fuera del restaurante esperando nervioso a la chica, la cual no tardo más de diez minutos en llegar, el taxi paro frente al lugar permitiéndole a Butch ver a la chica por la ventana del automóvil.

El corazón del mayor latía a una gran velocidad, Kaoru salió del taxi quedando frente a Butch.

- Hola, Butch.
- K-Kaoru, estas muy bella.
- Gracias, tú no te encuentras mal, te sienta la cicatriz que te quedó en la ceja.
- Cierto que si?, me veo más rudo.
- Si, si lo que tú digas –rió– ¿Qué comeremos?.
- Oh, decidí éste restaurante Italiano, pero si no te gusta podemos ir a otro lugar.
- Tranquilo, suena bien, no he probado la comida Italiana.
- Bueno, entonces entremos.

El chico hizo una seña con la mano para que la chica fuera la primera en pasar, no lo tomen tanto como un acto caballeroso, éste simplemente quería ver como se le veía la retaguardia con ese short.

Entraron al restaurante y el Garzón los llevó a la mesa, entregándole luego la carta a cada uno.

- Realmente creí que no vendrías –confesó el pelinegro–.
- Sinceramente me lo plantee mucho antes de levantarme, pero decidí que no estaba mal darte un chance.

Ambos sonrieron ante lo dicho por la menor, al ya tener decidido que comer Butch llamó al Garzón y ordenó.

- Oye, ¿Blitz no te ha vuelto a hablar?
- Me llama de vez en cuando, pero siempre ignoro sus llamadas, ahora que lo pienso tendré que buscar otro gimnasio, no asistiré nuevamente a ese.
- Yo tampoco, bueno igual no fue mucho tiempo el que estuve ahí, como un mes y medio –rió–
- Claro jajaja, oye cuéntame, ¿Qué sucedió con esas chicas exaltadas?, ¿Cómo supieron que trabajábamos ahí?.
- Resulta que creen que terminamos con ellas por ustedes, lo cual no es erróneo pero ellas no deben saberlo, si fuera así el grito que pegan dejaría sordo a todo el mundo. Y sobre el trabajo realmente no lo sé, tendrán sus contactos, son locas.
- Ni que lo digas, estuve a un pelo de arrancarle esas extensiones falsas.

Nuevamente las risas aparecieron y el resto de la velada continuó con una agradable sinfonía.



Luego de comer la parejita salió del lugar y dieron camino a un parque cercano.
Ambos se encontraban en silencio caminando por éste, Butch quería hablar pero no sabía que decir en realidad.

- Butch –dijo la chica–.
- Dime


La chica miró hacia otro lado como si buscará las palabras correctas, Butch pensó que tal vez lo que diría sería importante ya que tardaba en hablar. Tal vez le daría una respuesta, lo cual lo emocionó un poco.

- ¿Sabes jugar basquetboll?

Las ilusiones del chico cayeron al piso, por un pequeño momento creyó que le daría alguna respuesta. Que tonto, es obvio que la chica tardaría en darle respuesta.
Sonrió, la pelinegra no paraba de causarle esa mueca en el rostro.

- Por supuesto que si
- Te reto un partido entonces

La chica corrió a la cancha cercana del parque y Butch por su lado rento un balón para poder jugar.

- La cosa es así, si ganó merezco que aceptes otra cita, bien?.
- Esta bien viejo, si gano yo tendrás que invitarme tragos en la salsoteca por dos meses.
- Qué injusto!, yo solo pedí una salida.
- Toma o dejalo.
- Bien, lo tomo.

Ambos chocaron puños mirándose al otro retadoramente y luego de aquello comenzaron con el Partido.




Buenaaaas taaaardes, hermosas.
Aquí les tengo a los verdecitos💚, espero que les guste.
Nos leemos en el próximo ❤️💚💙.

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