No te alejes de mi 2 [Neythan James]

Capítulo 15

— Zuli — Dije en cuanto estuvo a mi lado — Él es Félix.

Mi amigo emanaba sorpresa, que era muy visible en su rostro.
Se acercó a ella para darle un beso en la mejilla, como saludo.

— Hola Zuli — Le dijo, y ella también le contestó.

Pero yo ya estaba serio, no me gustó que le dijera Zuli — Su nombre es Lazuli.

Levantó una ceja y lleno de un egocentrismo ególatra dijo — ¿Eh? Tú le dijiste Zuli.

— Porque es mi novia — Si anteriormente dije que Félix tenía una expresión de sorpresa, esta lo superaba, pero por mucho.

— ¿Novia? — Le hice gestos con la cara para que se callara, con eso él ya entendía que le explicaría después.

De reojo ví como Thomas, pasaba por aquí. Pero no me esperaba que hiciera lo siguiente.

— Hola ¿Quién es ella? — Observó exclusivamente a Lazuli.

— Zuli, él es Thomas, mi primo. Thomas ella es Lazuli.

— Hola Thomas.

— Eres muy linda — Creo que hablo por los tres, cuando digo que tuvimos las mismas expresiones "Acg"

Lazuli se quedó sorprendida, no se esperaba que un niño de 12 años le dijera eso.

— Es mi Novia, Thomas.

— ¿Tu novia? — Dejó de verme para voltearse hacía Lazuli — Entonces cuando crezca saldré con ella

Otra vez los tres reaccionamos igual "Acg"

Ese pendejo

— La cena ya está servida — Anunció mi hermana — Vengan

— Eh sí, ya vamos Lucin — Así era como le decía Félix a mi hermana, desde siempre

Le tomé la mano a Lazuli — Vamos cariño.

(...)

Ya llevábamos un tiempo cenando, y mi mamá le había hecho algunas preguntas a Félix. Pero no tan personales, ella no era metida en la vida de otros, y eso era algo que me encantaba de mi mamá, ella en verdad es una gran e increíble mujer, la amo tanto, y estoy tan orgulloso, de que esta persona sea mi madre. Sin embargo Lucinda, ¡Por dios! es incapaz de no preguntar todo.

— ¿Y cómo está tu madre? — Para que mierda tocó ese tema. Fue muy leve, pero ví como mi mamá le pateó la pierna debajo de la mesa.

— Mmmm — Dudó un poco — No la veo hace como tres meses. Y hoy fui para verla, pero ella no estaba, así que vine aquí.

Ya sabía hace tiempo que era difícil para Félix ver a su madre, todo por culpa de su padre. La mamá de Félix era una de las tantas conquistas de su viejo, quien fue la que quedó embarazada. Sin embargo, como es el padre de Félix, nunca quiso nada serio, y dejo tener a la mujer el bebé, para luego arrebatarselo y criarlo él. Sin embargo, por lo que me acuerdo, que años anteriores, Félix me había contado, que el corto tiempo que pasaba con su mamá de niño, era lo mejor que podía tener. Hace tiempo que él ya no la ve, y la tarada de Lucinda como siempre haciendo cagada.

Luego, hubo un incómodo silencio, que desgraciadamente fue roto por Thomas.

— Oye Lazuli ¿Te gustan los músicos?

— Mmm — Pareció pensarlo — Sí — Contestó ella.

— Entonces otra razón, para que salgas conmigo cuando crezca, porque toco la guitarra y compongo algunas canciones.

Todos en la mesa no pudimos evitar reírnos a carcajadas

— Todo un casanova — Exclamó Félix

— Que pendejo de mierda — Dijo mi padre, sin dejar de reír.

— Concuerdo totalmente — Le afirmó mi hermana.

El timbre sonó, pero aún seguíamos riendo. Uno de los empleados habrá abierto la puerta.

— Buenas noches — Dijo aquella gruesa voz, era el padre de Félix, Diego.

— ¡Tío Diego! — Exclamó Lucinda, mientras iba abrazarlo. Él estaba acompañado de una mujer.

Mis padres lo saludaron y Lazuli también le dijo "Hola".

— Diego ¿Quieres comer? — Le preguntó amablemente mi mamá

— Gracias Lucy, pero ya comí antes. Vine porque Stephen me llamó, tenemos asuntos pendientes — Se acercó a Félix — Neyth — Dijo en forma de saludo moviendo la cabeza, y repetí la misma acción — Me llegó el reporte, de como lo terminaste todo en Hong Kong, estoy orgulloso. — Él se volteó a ver quién acompañaba a su padre. Era una mujer bastante sexy.

— ¿Cómo te llamas? — Le preguntó a la morocha de ojos ámbar.

— Un gusto soy Evangeline, tú debes ser Félix, Diego me habló mucho de ti.

—Hace cuanto que lo conoces ¿Tres, cuatro días?

— Ammm tres días ¿Por qué la pregunta?

— Te quedan cuatro.

— Ya cállate hijo.

— Pero papá ¿No le dijiste? — Oh estaba enojado, cuando se enoja habla con sarcasmo — Parece ser una buena mujer, merece saber que solo la usarás una semana como mucho.

— Suficiente — Se levantó Stephen, su tonada exigía orden — No hagas un drama en mi casa niño.

Un gélido silencio había entrado para congelar el ambiente.
Nadie decía nada debido a la incómoda situación. La pobre mujer, no sabía cómo reaccionar, tal vez pensaba que el niño la estaba jodiendo, para molestarla. Lo cual, yo sé que Félix decía la verdad.

— Cierra la boca Félix — Se impuso Diego — Regresa a casa — Habló autodidacta

— Muy bien iré a casa — Se levantó de la mesa — Pero quiero ver a mamá — Ordenó, y se volteo a vernos, con cierta amabilidad le habló a mi mamá — Madrina la cena estuvo deliciosa, gracias por invitarme. — Aunque él trató de sonreír y cambiar su cara; le costó un poco. Lo conozco bien, y  en este preciso momento, él estaba sufriendo muy pero muy en el fondo.

Mi madre le dedicó una linda sonrisa y lo miró con algo de tristeza, que trató de disimular con una sonrisa — De nada cariño.

— Adiós, Lucin, Tío Stephen, Madrina, Pequeño Thomas y Lazuli — Los miró a cada uno de ellos, para despedirse cordialmente —  Nos vemos luego Neyth — Se dio la vuelta y al pasar al lado de esa mujer le dijo — Discúlpame Evangeline — La mujer amablemente asintió con la cabeza, entendiendo, que anteriormente solo era un niño enojado.

— No hay drama — Contentó.

Pero antes de irse volvió a hablarle a Diego — ¡Quiero ver a mamá! — Le repitió, su rostro era demasiado serio y frío. — Yo no puedo encontrarla, así que búscala. — "Haber si haces algo útil".  Pensó el morocho de cabello muy oscuro, y ojos grisáceos, extremadamente fríos. Su increíble tez pálida, lo volvía muy atractivo, con un gran porte.  Aunque no lo aparentaba, Félix por dentro estaba muy triste, tanto que sentía como su corazón era presionado en su pecho, cada vez volviéndose más pequeño, con un hueco que comenzaba a aparecer lleno de un gran vacío... Que anhelaba cariño. La razón por la que vino aquí, fue porque sabía que en su casa no habría nadie, y como no encontraba a su mamá, no le importaba estar cansado, él no quería estar solo. Porque aunque no parecía, siempre se le estrujaba el corazón de soledad.

Lo sé, tal vez querían algo más romántico, pero espero que la historia de este cap, les haya gustado.