Día 15: Una situación vergonzosa

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Notó entonces que la paciencia del contrario se agotaba, así como sus ideas, vio que el de sombrero levantó con su diestra una enorme arma de fuego que cargó con un movimiento vertical de su brazo, lucía serio y eso le preocupó, habían salido de los terrenos cercanos al acantilado quedando sobre la infinidad del desierto bajo suyo, cualquier disparo podría perderse o dar en el blanco dependiendo de la puntería y precisión del tirador. Y, por lo que había escuchado en tabernas, ese tal "Karamatsu" era un verdadero chico talentoso en el uso de armas y conducción de máquinas voladoras como la que montaba ahora mismo como si fuera un maldito caballo, tantas flores dentro de su historial narrado por los viejos borrachos que pasaban sus días bebiendo y jugando cartas que ya sentía que lo detestaba, solo esperaba que no tuviese el honor de ser su blanco de practica en esta ocasión.

Sonrió al pensar que al menos estaba teniendo un día interesante, relamió sus labios al querer saber que pasaría después y sin perder el tiempo presionó el pedal acelerador con fuerza para alejarse unos metros más del contrario, quien aún amenazaba con disparar. Al sobrevolar el río y un poco después de allí giró en curva bruscamente quedando en ir en dirección de la otra maquina quien se dirigía al círculo que había formado en su cabeza, todo iba de acuerdo con lo que había planeado.

Se inclinó en su asiento abalanzándose hacia adelante con un brillo victorioso en sus ojos carmín, el de lentes oscuro y gorro miró hacia su izquierda por donde iba a ser atacado y giró su cabeza hacia su dirección, apuntándole. En ese momento preciso, Osomatsu volteó de costado su máquina para exponerle a su tubo de escape llenándolo del gas gris que expulsaba, por supuesto fue una jugada arriesgada y eso significaba que en los próximos segundos tampoco podría ver nada, escuchó un par de disparos en las que estuvo seguro que no recibió hasta que salió de la nube de gas que había generado, estaba con su corazón latiendo a mil y para cuando se dio cuenta que no era seguido se puso a celebrar.

--¡JAJAJA Toma eso, bastardo! ¡Más te vale no meterte con la leyenda carismática del oeste!— Gritó mirando hacia atrás el desastre que había causado, pero la enorme sonrisa que tenía se fue trasformando en una mueca de incredulidad cuando vio emerger la silueta del cazarrecompensas intacta, todavía con una postura orgullosa, como si no hubiese sido afectado en lo absoluto. —¡¿Qué?!—

Vio que este esbozaba una sonrisa ladina que le irritó demasiado, justo cuando se disponía a gritar algo más, un movimiento repentino y un ruido que no presagiaba nada bueno salió de su máquina, esta comenzó a desestabilizarse cambiando constantemente de direcciones, vio que la rueda principal había dos agujeros, maldijo su suerte y de un instante a otro se estrelló contra la arena volando dos metros de él, rodó un par de segundos en los que pensó que no volvería a abrir los ojos hasta que se detuvo.

--¡¡Aghh!! ¡Maldición...!— Su cuerpo se sentía igual que un costal de huesos molidos tras caer, se quejó tapando su rostro con sus manos. Rodó sobre sí mismo tratando de aliviar el dolor causado por los múltiples golpes en el duro y árido suelo.

Cuando dejó de hacer tanto berrinche, se dio cuenta que sus lentes se habían quebrado durante su caída, por suerte ninguna pieza se había despegado su marco, de lo contrario hubiera sido herido por cortes. Se quitó su banda de cuero y oro que llevaba dichos marcos para ver qué tan grave había sido el daño, era de seguro que tendría que reemplazar los cristales.

En ese entonces la luz sobre él fue opacada por una sombra acompañado por el sonido del arma, paró de maldecir para ver con sus ojos muy abiertos los dos cañones del arma de su persecutor apuntarle directamente en la nariz; sus largas piernas acorralaban su cadera de lado a lado, la expresión seria del rostro ajeno le daba un aspecto intimidante y que se combinaba con ese aire tan masculino que le obligaba a no reaccionar de manera estúpida si quería seguir en una pieza.

Reto de los 30 días (OsoKara version)Where stories live. Discover now