ㅡBajaㅡ mis intenciones no eran sonar tan cogído y menos que se escuchara como una orden pero, a veces no podía evitar hablarle así, las cosas han cambiado radicalmente, pero aun así pareciera que una parte muy pequeña de mí no lo entendiera. Lo vi levantarse por encima del hombro y eso fue más que suficiente para que como si alguien me empujara caminara hasta quedar en frente de las escaleras y bajé, esperando al rey de Roma.

ㅡ¿Cu?.

Y él que se asoma.

Señalé el teléfono de la casa, encima de una mesita de vidrio y un pañito tejido a mano de esos que aman las viejas. Bueno, ese se lo dio mi abuela a mi papá.

Esos pañitos son el estándar.

ㅡLlama a tu mamá y me avisas, yo voy a darle una vuelta a las arepas y a hacer el revoltillo.

Abrió sus ojos en sorpresa y asintió acercándose la teléfono para tomarlo, no pasó tanto tiempo desde la ultima vez que él lo uso, así que esperaba que lo hiciera sin problemas. Caminé hacia la cocina y con ayuda de una cuchara volteé las arepas y me enfoqué en sacar lo que iba a necesitar para el revoltillo.

Parecería sencillo, pero según Han Joonhyung tiene una ciencia.

Piqué en cuadros chiquitos el tomate y cebolla, y eché los tomates, según tenía que dejarlos un ratico ahí mientras lo revolvía para que sacaran el líquido, luego puse la cebolla que sorprendentemente no salpicó aceite en mi brazo y seguí revolviendo con la misma cuchara con la que volteé las arepas, porque eso de estar fregando no es lo mio. Rompí las cáscaras de los huevos y vertí su contenido en el sarten, dejé que las orillas empezaran a ponerse blancas antes de empezar a revolver de nuevo y seguí en mi negocio.

Escuché murmullos provenientes de la boca de Beomgyu y luego algunos pasos. Pasaron algunos minutos antes de que él entrara en la cocina, sin embargo no presté mucha atención gracias a los mensajes que Hyun enviaba y que por algún motivo a estas alturas de la vida aún respondía.

ㅡAhora sí que me jodí.

Levanté mi vista del teléfono y lo vi con atención, esperando un explicación de su parte.

ㅡA una de las quinientas hermanas de mi abuela se le murió el marido y se fueron todos al velorio del viejo. No vienen hoyㅡ mencionó lo último fingiendo una sonrisaㅡ, así que hoy toca pelar bolas en la calle, ajua.

No me costó más de unos segundos pensar, sabía que como de costumbre mi papá no vendría hoy, por más que fuera él no tenía el corazón para dejarlo en casa de otra persona cuando él podía estar aquí sin problema, ㅡQuédate hoy, no hay problema.

Sonrió levemente fijando su vista en el piso ㅡ¿No crees tú que ya he jodido mucho hoy?.

Bueno, depende jeje.

ㅡBeomgyu, aún tengo el aprecio necesario por ti para querer que pases tiempo conmigo, aunque no sean más de 4 horas. Puedes verlo cómo una pijamada si así lo deseas, como la vez que me quedé en tu casa, te dio hambre y terminaste con una coñaza asegurada porque te comiste un pedazo de torta que no era tuyo.

ㅡNo quiero incomodarte.

Aún con el teléfono en la mano y un tenedor en la otra volteé a verlo con cierta duda.

c a r r e t e r a   c a r a c a s  -  l a  g u a i r a ⊙  h a n   j i s u n gWhere stories live. Discover now