Caminé hasta mi cuarto con cuidado de no dejar caer ni un solo pedazo de masa en el piso, tenía las manos sucias, y digamos que solo me dio un poquito de flojera lavarme las manos antes de subir. Antes de pasar toqué la puerta unas dos veces, mi intención no era otra que avisar que iba a pasar, no pedir permiso, así que me andentré en mi habitación y al voltear pude ver dónde estaba.

A Beomgyu le seguía dando pena esos momentos en los que se veía obligado a mostrar algo de piel y peligrar al saber que podía mirarlo sin problema, incluso después de todo el tiempo que hemos pasado juntos y todas las veces que lo he visto sin mucha ropa que digamos. Su cabello aún estaba algo mojado y ni siquiera había terminado de bajarse camisa. Por lo mismo, lo primero que hizo fue luchar para terminar de meter los brazos en las mangas y bajarse la camisa

ㅡ¿Cómo te fue?ㅡ pregunté riéndome un poco al notar como sus cachetes tenían un pequeño toque rojo en ellos ㅡ¿sí abriste la llave para el lado que era?.

Vi cómo un pequeño puchero se formó es sus labios y levantó un poco su pierna derecha sin flexionar su rodilla, como si tuviera una pierna de palo. Miré con atención toda la longitud de su pierna con la poca luz que entraba por la ventana y segundos después vi una mancha roja a lo largo su pierna.

Suspiró lentamente ㅡNo, no lo hice y por pajúo me quemé.

No pude evitar cagarme de la risa, en busca de un poco de soporte me senté en la cama que no estaba a más de unos pasos una vez ahí me dejé caer en ella y reírme aún más fuerte.

Aunque sí me daba un poco de cosita. Un poquito nada más.

Todavía con los ojos cerrados y mis manos sujetando mi barriga mientras reía, sentí cómo Beom se tiró a mi lado en la cama y tras unos segundos de silencio en el que imaginé su rostro después de haber quemado su pierna decidió hablar pero primero me regalo la oportunidad de volver a escuchar una vez más uno de sus característicos "Mmh".

Claramente sabía que él solo se limitaba a mirarme serio.

ㅡQué chistosito te ves riéndote mio...

Mi barriga y cara empezaban a doler gracias a mi absurdo ataque de risa, tanto que no salían más que balbuceos de mi boca ㅡma- manoㅡ traté de responderle, pero a este punto parecía casi imposible.

De pronto lo escuché reír de una manera tan descontrolada como la mía y aún entre risas se dejó caer de espaldas en mi cama. ㅡEs que... me da risa tu risa, Ji.

Mi respiración parecía volver a la normalidad después de unos minutos pero la imagen de Beomgyu sufriendo aún seguía en mi cabeza haciéndome reír de nuevo. Todavía después de lo que para mí fue un lapso de tiempo reconocible, miré mis manos y en esa se fragmento de segundo me acordé.

Exacto, yo tenía las manos llenas de masa...

Me levanté de la cama y miré la camisa del último plan vacacional al había asistido en mi vida, sentí el alivio recorrer por mis sentidos cuando me di cuenta de que no se había llenado de la masa que había hecho para las arepas, aunque pensar en eso me hizo volver del mundo donde todos son risas y el güebon de Beomgyu se quema con agua caliente en un ciclo infinito, las arepas estaban allá abajo y por más que no había pasado el tiempo suficiente para que llegaran a quemarse aún tenía cosas que hacer y una de esas era hacer que el pajúo Beomgyu llamara a sus papás a ver qué lograba.

c a r r e t e r a   c a r a c a s  -  l a  g u a i r a ⊙  h a n   j i s u n gWhere stories live. Discover now