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El chico Amajiki apretó los puños, ya sabía quién era su admiradora y ahora, ¿Qué? ¿Debía invitarla a una cita? ¿Debía decirle que le gustaba? Negó con la cabeza para después apoyarla en su pupitre, no tenía ni la mas mínima idea de que hacer.

—¿Cómo te declaras? —El chico miró con temor a Nejire. —Vamos Tamaki, ¡piensa positivo! No puede rechazarte por que tu si le gustas. —Dio pequeños golpecitos en su espalda, este se estremeció.

—También podrías invitarla a una cita. —Sugirió el rubio.

El de orejas puntiagudas intento—como si esto fuera posible—apegar mas su cara de al pupitre, estaba nervioso, muy nervioso. En aquellas casi 4 semanas de cartas se dio cuenta que había quedado flechazo de su admiradora y ahora conocerla en persona seria.

Volvió a temblar llamando la atención de los dos muchachos.

—¡Oye! ¿Estás bien?

Por otro lado.

La campana que anunciaba el final del día sonó, todos los alumnos de la U.A. salía dispuestos a irse a sus casas, nuestra protagonista saltaba bajo la atenta mirada de Neito.

—¿Pudiste entregar la carta sin problemas? —Se dio media vuelta mientras aun daba saltos.

—No tuve problema alguno.

Desvió la mirada en dirección a los tres grandes que se encontraban apoyando al azabache para que este pudiera acercarse a ellos.

—Ah, y Tamaki-senpai sabe que tú eres la que le entrega las cartas.

—¿¡Qué!? ¿Qué hiciste, Monoma Neito?

El rubio se encogió de hombros restándole importancia, la de cabello gris saltó igual que un koala intentando estrangularlo, ¿debía irse del país y cambiarse el nombre? Todavía no era muy tarde, ¿o sí?

—H-hola. —Maldición, ya era muy tarde.

Giró su cabeza lentamente al igual que una niña poseída y miró a su senpai, se levantó de un salto y limpio sus ropas, Monoma todavía estaba en el piso luchando con para poder recobrar el aire. Los tres grandes se encontraban frente a aquel dúo.

—¿T-tu e-eres...? —El chico se esforzaba para no correr hacia la pared y pegar su cara, buscó entre su chaqueta y sacó la carta de ese día dejándola frente a ella.

Te quiero Tamaki-senpai.

El rostro de la chica se volvió totalmente rojo y miró a todos lados, si no fuera por Neito quien se encontraba tendido en la mitad del piso ella ya hubiera salido corriendo como alma que lleva el diablo.

El chico volvió a sacar un pequeño papel y se lo paso.

Tú también me gustas.

Los temblores en la mano de la chica aumentaron hasta el punto de no poder agarrar aquella hoja de papel correctamente, hinchó su pecho de aire y habló:

—¿Quieres ir a comer, senpai?

Amajiki asintió sonrojado, [...] deslizó su mano entre la de Tamaki y la tomó, estaba dispuesta a irse pero antes de esto Mirio la llamo:

—[...]-chan, ¿Dónde está mi jugo?

—¿O mi yogurt?

—¿O mi lápiz?

—¿Y mis galletas?

La de cabello gris quedó pálida y con la boca semiabierta, miró a los tres grandes con una sonrisa antes de huir aun tomada de mano con Tamaki.

—¡Huye Tamaki-senpai, huye!

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Acabó:((((((

¡Pero no se preocupen! Publiqué otra historia de nuestro bebé favorito <3 

Tamaki-senpai. [Tamaki Amajiki]. [CALCBNHA].Where stories live. Discover now