Capítulo 22

156 7 0
                                    

—¡_______!— gritó mi madre al verme.

Habíamos llegado a Colorado hace a penas unas horas  y lo primero que quise hacer después de llegar al hotel y dejar mis maletas fue ir a casa de mi madre. Rydel me había acompañado, Vanni no había podido venir con nosotros.
Entramos a la casa y Taylor corrió a abrazarme.

—Después de tanto tiempo— dijo Taylor en medio del abrazo.

—También te extrañé— reí y nos separamos.

— Hola a ti también, Rydel— la saludó Taylor.

—¿Qué hacen aquí? No es que no me de gusto verlas pero no vienen muy seguido y esto ha sido una gran sorpresa— dijo ahora mi madre.

—Bueno, R5 dará un concierto hoy por la noche y Rydel me invitó a venir con ellos— expliqué.

—¿Y dónde está Ross?— preguntó Taylor.

Rydel no dijo nada pero sabía que quería decirlo todo.

—De eso también quería hablarles— hice una mueca  y ellas esperaron atentas a que empezara a hablar— no quiero dar muchos detalles por ahora, sólo diré que ya no estamos juntos. Sólo son algunos problemas nuestros— conté.

—El anillo en tu mano dice lo contrario— comentó Taylor y pude ver como mi madre le daba un ligero codazo en el brazo.

Miré mi mano, aún conservaba el anillo y es que se me había hecho costumbre utilizarlo.

—El anillo no significa nada— respondí mientras me lo quitaba y lo guardaba en mi bolso.

—Sabes que no haré que me cuentes si no quieres. Te apoyo en lo que sea— comentó mi madre con un sonrisa.

(...)

—Muchas gracias Denver— se despidió Ross mientras todos tocaban sus instrumentos como despedida.

Luego de unos segundos los chicos bajaron del escenario y corrí a abrazar a Rydel.

—Lo hiciste genial— le dije emocionada.

—¿Qué hay de nosotros?— dijo Riker  haciéndose el ofendido.

—Todos lo hicieron genial— respondí con una risa  mientras me separaba de Rydel.

—Gracias— dijo Ross.

Todos se quedaron callados, como esperando a que alguno de los 2 dijera algo más.

—Será mejor que volvamos al hotel, tenemos que descansar— dijo Rydel acabando con el silencio después de unos segundos.

Todos asintieron y caminaron hacia los camerinos para recoger sus cosas. Caminé detrás de Rydel hacia su camerino y cuando estaba por entrar alguien me tomó de la mano y me giró para que pudiera verlo. Era Ross.

—¿Podemos hablar?— me preguntó calmado.

Si decía que no me estaría despidiendo de él pero si decía que sí...

—Sí— respondí.

Él me guió al fondo del pasillo y lejos de los camerinos para que pudiéramos hablar.

—¿Qué está pasando entre nosotros?—  preguntó finalmente.

—Nada— respondí seca.

—Claro que pasa algo, ¿has terminado conmigo? Porque si es así entonces no que lo has hecho saber.

—No necesito hacerlo, ese día fui muy clara y te dije que no iba a volver, tú me dijiste lo mismo.

— Ya te he dicho que lo siento, ¿Por qué haces esto?.

— ¿Te lo recuerdo? Bien. Todas las noches te olvidabas de mí y te ibas, no te importaba mis llamadas o mensajes llenos de preocupación, sin saber siquiera donde estabas o si estabas bien y luego me ocultaste algo— respondí irritada.

—Acepto que me fui y no estuvo bien lo que hice pero jamás hice nada malo y de eso estoy consciente. Jamás te he ocultado nada.

—El día del cumpleaños de Rydel, me ocultaste algo de tu teléfono. Había algo que no querías que viera.

— Sí pero lo hice por ti, porque sabía que eso podría acabar con nuestro matrimonio  y no quería eso, además te tenía una sorpresa allí, no podías verlo.

—Bueno, muéstrame que era.

—______, no me hagas esto....

— Y lo haces de nuevo — interrumpí — Al parecer al final  sí terminaste siendo tú quien terminó con nuestro matrimonio.

—¿Qué tratas de decir?— su voz se cortó un poco.

—Y aún no lo entiendes. Ross, sigue con tu vida. Tú mismo lo dijiste, tal vez no deberíamos estar juntos. Buena suerte— me disponía a irme y de nuevo me detuvo.

— Sé que no podré detenerte ni hacer nada para que te quedes. Fui un imbécil y esto lo tengo bien merecido hasta cierto punto pero quiero que sepas que jamás te engañé ni hice nada malo. Lo del beso ya lo expliqué. Sólo déjame besarte por última vez, luego podrás olvidarte de mí si quieres pero recuerda que este idiota siempre te amará a ti y sólo a ti.

Y sin dejarme decir más, me besó. Quería seguir el beso pero no podía, ese era el primer paso. Luego de unos segundos me soltó y  me fui, dejando con él una parte de mi vida y de mi corazón.

San Francisco [Ross Lynch] (Más que amigos #2)/ Terminada (EDITANDO)Where stories live. Discover now