Miedo

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Miércoles 24 de Junio 2020

Todos tenemos ese momento en que el miedo a enamorarnos golpea nuestra puerta repentinamente y nos arrastra poco a poco a lo que parecía inexistente.

Si pudiese enamorarme mil veces, lo volvería a ser de la misma mujer de la cual por primera vez me enamoré,
en aquél parque, en aquél café, en aquella banqueta de plaza o en la misma calle tal vez.

Ese miedo te lleva a cometer locuras insospechadas, como por ejemplo llevar una serenata, dedicar canciones, poemas e incluso regalar chocolates, peluches y flores.

Ese miedo es el más sublime provocador del deseo oculto que tiene el ser humano cuando es tímido, me considero uno de ellos y aunque me encuentre escondido en mi laberinto, algún día ese miedo volverá y sacará a relucir mis más bajos instintos.

Miedo, te considero mi amigo, sácame de esta oscuridad y llévame contigo, prosigo, proclamo que amores he tenido, pero sigo vacío esperando el día en que aquél vaso rebose y se llene de este amor mío.

Consecuencias de lo caminado y lo vivido es que de amor no tan solo vivirá el corazón mío, también ha recibido traición soledad y olvido.

Así como la noche tiene amores prohibidos, así también el día tiene sus amores escondidos, la infidelidad es pan de cada día y no puedo negar que a muchos de mis amigos les he descubierto en ese pecado cometido.

Antes de ser infiel prefiero seguir teniendo como amigo al miedo que me llevará a no cometer estos errores del cuál después nos toque arrepentirnos.

De arrepentimientos no debe vivir el corazón, solo de amor incondicional y pasión.

De arrepentimientos no debe vivir el corazón, solo de amor incondicional y pasión

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POEMARIO: 365 Días de PoesíaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora